jueves, 22 de octubre de 2015

El Mensaje Reencontrado LIBRO XXIV


LIBRO XXIV


Ve, observa e interroga al labrador, y
aprende de él que se cosecha lo que se
siembra.
ISIS

Él sabe lo que entra en el seno de la
tierra y lo que sale de ella. Sabe lo que
desciende de los cielos y lo que sube a
ellos.
CORÁN

RÉTIVE NUE 
EL POZO
1. El que nos alimenta no nos critica, pero
los que nos dejan perecer nos prodigan sus
juicios y sus condenaciones sin medida,
pues se creen superiores en el mundo.
1'. Hipócritas que juzgáis, os abstenéis de
ayudar a vivir a los que condenáis. Seréis
juzgados del mismo modo. Dios os quitará
toda oportunidad de salvación y os
corromperéis en la desesperación de la
muerte.
2. No es como nosotros, por lo tanto está
loco, dicen los impíos.
2'. No son como yo, por lo tanto están
muertos, dice el Señor de vida.
3. Buscando el mundo agonizante, nos
convertimos en imanes de muerte y
moriremos.
3'. Buscando al Único viviente, nos
convertiremos en imanes de vida y
viviremos.
4. ¡Oh, mi Señor!, ¿no oyes a los pastores
ignorantes que, para halagar a los
mediocres y a los hipócritas, aclaman en el
lugar santo la ciencia profana y a sus
sabios mercenarios?
La violencia, la ignorancia y la vanidad
han invadido sus manos, sus espíritus y
sus corazones, y helos aquí extraviando y
corrompiendo los rebaños confiados a su
protección.
Ilumina a estos ciegos, buen Señor, o
vuélvelos mudos, a fin de que la violencia
de la ciencia impía no destruya tus
imágenes santas y preciosas.
¡Oh, ven, santo Señor!, con tu látigo y tu
báculo, con tu vara y tu espada, con tu
criba que tría y que separa el buen grano
de la cizaña.
(Este es el versículo de la reunión y de la
advertencia, que será repetido tres veces)
4'. Si todavía hay hombres inteligentes e
inspirados de Dios en las iglesias, estos
examinarán sus Escrituras hasta el
fundamento secreto donde brilla la piedra
inquebrantable e imperecedera establecida
por Dios, establecida de Dios, establecida
en Dios.
Estos leerán el Libro con atención, y la
alabanza de sus corazones subirá hacia el
Altísimo como la pura llama de la ofrenda
santa.
Estos denunciarán sin temor la ciencia
maldita que violenta la naturaleza, los
seres y las cosas, y que vende cara la
muerte a todos. Estos harán recordar la
ciencia de Dios que no violenta nada ni a
nadie y que da la vida gratuitamente a
todos.
¡Benditos sean los verdaderos servidores
del Altísimo!
5. Los últimos santos no halagarán a
los mediocres ni a los rebeldes que les
presionan, pues la calidad de los últimos
vivientes será para ellos más preciosa que
la multitud de muertos incurables.
5'. ¿No basta con que una voz de Dios se
alce en el mundo para denunciar y
desmontar las prestigiosas empresas del
maligno? ¿O es que ya no quedan vivos
para oírla?
6. Los hombres bien pueden distraerse
algunas veces con sus obras, pero jamás
deben tomarlas en serio, pues son vanas y
muertas. Sólo la obra de Dios está viva
para siempre.
6'. Cuando la ciencia de Dios sea
manifestada, todos los trabajos y todas las
invenciones de los hombres serán
abandonados por inútiles. Sólo los
réprobos permanecerán sometidos a
trabajos serviles a causa de su orgullo
ciego.
7. Busquemos los lugares benditos donde
el sol, la luna y las estrellas brillan, y
donde los elementos y la tierra
auxiliadores animan a los humildes
buscadores de Dios.
7'. La miseria en el frío sólo es pobreza al
sol y puede convertirse en riqueza infinita
ante Dios si cosechamos el oro que el
Señor derrama en abundancia sobre el
mundo entenebrecido.
8. Ya no hay soledad, ni tristeza, ni
abandono para el que conversa en su
corazón con el Perfecto.
8'. Si deseamos que Dios nos escoja,
no omitamos escogerle también, y si
queremos que nos elija en su reino, no
olvidemos elegirlo primero en nuestros
corazones.
9. Dios tiene paciencia con la impaciencia
de sus profetas, pues quiere dar a todos los
extraviados el mayor número posible de
oportunidades de volver a él.
9'. Ha sido dicho: «Mil años de hombre
son como un día para Dios, y un día del
Único es como mil años para los
hombres».
10. ¿Cuántos se preparan para entrar en el
reposo de Dios, abandonando la agitación
falaz del mundo y sus preocupaciones
infinitamente renovadas?
10'. ¿Cuántos entran en la soledad de su
corazón a fin de rezar, alabar y contemplar
al Dios viviente que basta para todo?
11. ¿Cuántos se retiran a la montaña santa
a fin de conocer al compañero
imperecedero, al amigo indefectible, al
Único Señor del cielo que da la vida sin
mezcla?
11'. ¿Cuántos cuecen en secreto el
misterioso y santo rocío que viene del
cielo a fin de manifestar al Salvador
admirable que libera de la muerte?

12. Intentamos emerger del montón de los
que agonizan ante Dios, no para hundir a
nuestros hermanos en la cloaca, sino para
ayudarles a salir también de las tinieblas
de la muerte.
«¿No vendrán tal vez con nosotros hacia
el esplendor que brilla en el cielo?»
12'. Todas nuestras obras son irrisorias
ante la obra de vida del Altísimo.
¿Acaso no hubiésemos hecho mejor en
adorarlo en silencio, antes que escribir el
Libro para la ignorante vanidad de este
tiempo falsamente inteligente y falsamente
sabio?
13. La palabra esencial y substancial
transmitida por el maestro es lo que nos
hace herederos del Altísimo, a condición
de que la recibamos santamente con
gratitud y no profanamente con malicia.
13'. Algunos santos abnegados y un Sabio
conocedor podrían enseñar de nuevo a los
creyentes el camino que salva del exilio y
de la muerte de este mundo, si los
corazones de los hombres no estuvieran
tan profundamente sepultados bajo la
mugre del pecado.
14. Los rebaños salvajes son diezmados
por las fieras, pero los rebaños guardados
acaban en el matadero.
Así pues, que los creyentes se sostengan
individualmente en Dios sin exponerse
inútilmente en el mundo.
14'. Líbranos, buen Señor, de la sórdida
batalla por una vida agonizante en un
mundo podrido, y haznos herederos de tu
luz incorruptible, viva y eterna, a fin de
que te adoremos en la locura del amor que
da y recibe sin medida.
15. Los impotentes que recitan oraciones
ya hechas creen vanidosamente ser los
únicos en rezar como es debido, pues
ignoran la alabanza a Dios que brota
espontáneamente del corazón del santo
inspirado.
«Dios juzgará a los moribundos que
rechazan a sus vivos y rechazará a los
muertos que maltratan a sus enviados».
15'. El agua brota algunas veces de la roca
en el desierto, pero es más a menudo un
espejismo engañoso que una realidad
palpable y vivificante. No nos durmamos
en el ronroneo de las iglesias y de los
claustros; luchemos en ellos por nuestra
liberación uniéndonos de corazón con el
Señor de amor, de poesía y de ciencia
verdadera.
16. Seremos conocidos y estaremos vivos
en el cielo gracias a la obra de Dios que no
perece, pues nuestras obras personales
desaparecerán con el mundo transitorio y
nuestro recuerdo aquí abajo perecerá con
el tiempo.
«El reino del Perfecto es inmutable y su
Señor no miente».
16'. El Libro no es para los corderos que
balan ni para los lobos rapaces. Es para los
libres hijos de Dios que bendicen al Señor
en sus corazones y que buscan febrilmente
su gracia, su amor y su salvación, antes
del furor de la nube incandescente que
consumirá todas las cosas impuras.
17. No nos las demos de importantes, ni
de despreciativos, ni de salvados, ni de
puros, a fin de no resultar odiosos ante el
Señor y, sobre todo, a fin de no volver al
Señor odioso en el mundo.
17'. Cuanto más cerca estemos del Señor
de vida más lo ocultaremos en el mundo, a
fin de no profanar el amor del Único.
«La gente «bien» según el mundo no es
la gente «bien» según Dios».

18. Los sermoneadores han conseguido
que el mundo se asquee de Dios y los
bienpensantes han logrado que se le odie.
Gran éxito, en verdad, del que se felicitan
imbécilmente como malos servidores que
han echado a los invitados de su amo,
pensando sentarse a la mesa en su lugar.
Serán ignominiosamente expulsados y
reemplazados por nuevos ayudantes más
fieles e inteligentes.
18'. Los mediocres y los hipócritas
sumergen las iglesias, y los ateos dominan
en el mundo. ¿Cómo van a subsistir los
creyentes verídicos si el Señor no viene
rápidamente a socorrerlos?
¿Quién ha visto jamás una buena
cosecha germinar y crecer en un campo de
piedras? Sin embargo, todo es posible para
el Señor de vida y de amor, que siembra
sin medir, incluso en la ceniza muerta.
19. Recibamos con humildad, pero
también con efusión y amor a los que
vienen a pedirnos información sobre Dios
y su salvación, y recomendémosles la
lectura asidua de las Escrituras santas y
Sabias, en vez de hastiarlos con sermones
aburridos y con opiniones arrogantes.
19'. Servidor de Dios, amigo de Dios, hijo
de Dios, amante de Dios, son títulos
envidiables, verídicos, únicos y secretos.
Todos los demás son, comparativamente,
como el título de preso reincidente, del
que no cabe enorgullecerse.
20. Un buen ejemplo de vida en el amor
del Señor vale más que todos los discursos
preparados y que todas las banalidades
soltadas sin inspiración.
20'. Los que rechazan el Libro rechazan su
propia vida sin saberlo. ¿Quién les
destapará los oídos si no quieren oír? Y
¿quién les abrirá los ojos si no quieren
ver? ¿Acaso no se impone por sí misma la
evidencia de la obra celeste a los creyentes
iluminados?
21. El Libro es para quienes les es dado
recibirlo. Es la justicia de Dios, que supera
el entendimiento de los hombres.
21'. Antes que nada, los profetas nos
recuerdan el que es, el que vive, el que
permanece inmutable en sí mismo por la
eternidad.
22. Los hipócritas, los mediocres y los
ateos bien pueden rechazar el Libro; los
creyentes libres lo propagarán con la
ayuda del Espíritu Santo que lo ha
inspirado, y su multitud cubrirá toda la
tierra si permanecen unidos en Dios en sus
corazones y si no violentan a nadie en su
fe.
22'. La Madre lava nuestras escorias y el
Padre se alía a nuestra pureza, pues su
gloria es llameante y pura como la del sol.
Así, debemos consumir en nosotros todo
pecado y lavar toda mancha, a fin de que
pueda habitarnos y resucitarnos en su
esplendor celeste.
23. ¿De qué sirve triunfar aquí abajo, si es
para triunfar en el barro de la muerte que
finalmente nos mata? Triunfo irrisorio tras
el cual los astutos y los imbéciles corren
locamente en este mundo.
23'. ¡Qué dolorosa sorpresa al final de
los tiempos, cuando vean a los que
despreciaban a causa de su fe obtener la
vida eterna, mientras que ellos mismos
sólo recogerán una agonía mantenida con
parsimonia!

23". ¡Oh, ricos imbéciles, que despreciáis
a los santos y a los pobres de Dios
dejándoles perecer de miseria en el
mundo!, algún día mendigaréis vuestros
excrementos como comida, y la
podredumbre os servirá de lecho y de
vestido.

24. La libertad de los hijos de Dios es una
libertad interior que lo dice y lo hace todo
en la inocencia reencontrada y guardada.
24'. ¡Oh, tú, el Resplandeciente!, permite
que te encontremos y te comamos, a fin de
que vivamos en tu eternidad y en tu gloria
sin par.
25. Pidamos lo que nos corresponde en
derecho, pero no lo exijamos, a fin de no
obstaculizar el juicio de Dios.
25'. El que vive inocentemente la verdad
de Dios no es contradicho por nadie.
26. Si buscamos el mundo, trabajemos
lo más posible. Si buscamos a Dios,
reposemos todo lo que podamos.
26'. Cada cual admira su pequeña persona
y cada cual está orgulloso de sus pequeños
trabajos, sin ver que Dios y su obra son los
únicos inmortales y admirables.
27. No hemos solicitado la sumisión ni la
admiración de nadie y no nos hemos
impuesto a nadie.
«¿Quién nos seguirá libremente hasta el
Señor de resurrección?»
27'. La renuncia perfecta es lo que nos
abre las puertas del reino de Dios. La
indigencia perfecta es lo que nos colma de
la bendición de Dios. El vacío perfecto es
lo que nos llena del amor de Dios.
28. Quien conozca un libro semejante a
éste, que lo publique ante Dios y ante los
hombres, si puede. Si no, que publique lo
que ha oído y lo que ha visto en su
corazón después de haberlo leído.
28'. Lo que es fijo viene de la tierra.
Lo que es movedizo viene del agua.
Lo que es humoso viene del aire.
Lo que es graso viene del fuego.
29. ¿Hay algo más absurdo y más trágico
que la suerte de los impíos, que se niegan
a pedir nada a Dios en sus corazones
endurecidos por el orgullo?
29'. Se proclaman fuertes y libres en el
mundo, pero mueren como las bestias en
el abandono y en la decadencia sin
esperanza.
30. ¿Por qué los que nos hablan de Dios se
creen obligados a adoptar ese tono pedante
o esos trémolos de perros apaleados?
30'. Improvisemos nuestra predicación a
fin de que sea vivida en Dios, o bien
callemos humildemente en el mundo.
31. Lo propio del hombre es asombrarse
de la creación y buscar al creador.
Lo propio de la bestia es no preocuparse
por ello y no buscar más que a sí misma.
31'. Muchos niegan, muchos dudan,
muchos creen, algunos buscan, algunos
comprenden, algunos encuentran, uno o
dos viven y alcanzan la unidad del Único
en el cielo.1

32. Nuestro honor es haber hecho recordar
la promesa de Dios, garantizada por su
amor y realizada por su ciencia en su
gloria transformante.
32'. El Libro que exalta la gloria, el amor y
la ciencia de Dios será la salvaguardia
de los creyentes. Quienes lo rechacen
perecerán en la vana espera de aquel que
se encarna ante sus ojos de ciego.
33. Ni los creyentes ni los ateos sospechan
que existe la ciencia de Dios oculta tras
los símbolos, los escritos y las figuras de
la religiones reveladas. Los que creen en
ella intentan apropiársela por la astucia y
la violencia. Algunos la piden a Dios en su
corazón y apenas uno o dos la obtienen en
el siglo.
33'. El maestro, al visitar la morada del
discípulo, lo rompió todo salvo una
botella, luego quemó lo que podía arder
excepto las santas Escrituras, después
apagó las cenizas con agua excepto un
tizón. Finalmente, abrió todas las ventanas
excepto la que miraba al Norte, después
salió por el Sur sin decir una palabra.
34. Ya no hay trabajos molestos ni
desespero ni derrota para el que obtiene la
ayuda del Señor en los aprietos de este
mundo.
34'. Más vale tender la mano y disfrutar de
la libertad y de la alegría de los hijos de
Dios, que poseer los bienes del mundo y
carecer del principal alimento celeste.
35. ¿Cómo no dudar de Dios en este
mundo mezclado de muerte? Y ¿cómo
escapar a la desolación de este exilio en la
esclavitud, en la miseria y en la agonía
perpetuamente renovadas?
35'. Los incrédulos cuentan con ellos
mismos para organizarse aquí abajo. Los
creyentes cuentan con Dios para salvarse
del exilio de este mundo. He aquí toda la
diferencia entre la razón de los sentidos y
la locura de la fe.
36. Si Dios no nos otorga el don de creer,
no podemos creer por nosotros mismos ni,
sobre todo, permanecer en la fe en la vida
salva e imperecedera, que él nos ha
prometido como recompensa por nuestra
fidelidad a su ley.
36'. Podemos llorar por los impíos,
no podemos juzgarlos y aún menos
condenarlos, pues el Señor es quien nos
escoge y nos habita según su voluntad y
no según la nuestra.
37. El signo verdadero de los hijos de Dios
es que lo piden todo a su Padre sin titubear
y sin dudar.
37'. ¡Oh, santo Genitor!, consume en
nosotros la putrefacta extranjera y líbranos
de las escorias tenebrosas, a fin de que
luzcamos en la luz de vida donde haces tu
nido.
38. Demasiadas preocupaciones,
demasiadas molestias y demasiadas
tentaciones nos acosan aquí abajo para que
podamos consagrarnos en paz al estudio
de la palabra de Dios y a la búsqueda de
su salvación.
38'. Así pues, primero roguemos a fin de
que Dios allane los senderos de nuestra
búsqueda y a fin de que nos descargue de
las preocupaciones ajenas, volviendo
nuestra fe más fuerte que la evidencia de
nuestra ciega razón.

1. Variante «y sólo ellos alcanzan...», en vez de «y alcanzan...»

39. Sea cual sea nuestra seguridad y sea
cual sea nuestro desamparo, pongámonos
todos los días de nuestra vida, junto con
nuestros asuntos, en manos del Señor de
sabiduría: el único que puede darnos la
victoria y la paz que no perecen.
39'. No rechacemos lo que nos parece
oscuro al comienzo, pues sin duda es lo
que nos iluminará al final.
«¡Oh, santa luz, que consiente habitar
nuestra muerte a fin de resucitar nuestra
vida!»
40. Vosotros que tenéis sed de justicia y
de honradez, vosotros que buscáis la paz
y la amistad, vosotros que esperáis la
libertad y el amor, venid libremente al
Señor y a su salvación, sin preocuparos de
los obstáculos levantados por los muertos
entre Dios y los hombres.
40'. No estamos aquí para esperar que los
hombres vengan hacia nosotros en templos
muertos, estamos aquí para ir hacia los
hombres y para instalar a Dios en sus
corazones vivos.
41. Intercambiemos piadosamente
nuestras oraciones, a fin de que el Señor
las bendiga doblemente.
41'. «Resignaos y morid», es la palabra del
enemigo.
«Buscadme y vivid», es la palabra del
amigo.
42. Ya que la mugre, la podredumbre, la
esclavitud, el sufrimiento, la mentira y la
muerte están inextricablemente ligados a
este mundo, ¿qué otra cosa podemos
esperar sino el absurdo al querernos
organizar en él, al querer dominar en él, o
bien, al aceptar corrompernos en él o al
esperar perecer en él, aunque sea
santamente?
42'.¿Acaso la única solución eficaz no es
buscar solamente la salvación de vida,
transmitida por el Señor descendido del
cielo y encarnado entre nosotros para
nuestra reintegración en la vida eterna y
pura? ¿No está dicho: «Buscad primero el
reino de Dios y su justo empleo, y todo lo
demás os será dado por añadidura»?
43. La decadencia de las religiones y de
las iniciaciones proviene de que los
guardianes, los creyentes y los buscadores
toman los símbolos, las figuras y los ritos
por el misterio mismo, cuando de hecho
no son más que sus imágenes y sus
recuerdos.
43'. El reino de Dios no es una abstracción
ni una imagen, ni un vago ideal. Es la
única realidad viva y palpable que salva de
la muerte, desde ahora, aquí abajo.
¿Comprenderemos al fin?
44. Más vale creer estúpidamente
en la inverosimilitud de la revelación
divina que demostrar inteligentemente
su imposibilidad aparente.
44'. La ciencia profana realiza todos los
días prodigios increíbles, ¿sería impotente
la ciencia de Dios para salvarnos de la
muerte?
45. Los impíos creen vanamente adquirir
por la fuerza lo que se niegan a
pedir humildemente a Dios. Ciertamente,
acabarán desmenuzados por su propia
violencia.
45'. ¿Quizás ha llegado el momento de
prepararnos para atravesar la hoguera del
fuego desencadenado? ¿Quién volverá a
salir indemne de ella como la simiente de
Dios?
46. Deseamos que nadie utilice el Libro
para juzgar o condenar desde fuera, pues
siempre es inútil tener razón frente a
alguien y a menudo es peligroso.
46'. Hacemos observar que todos los
comentarios de las palabras inscritas en el
Libro son incompletos, pues los reflejos de
la cosa no son la cosa misma.
47. Si la revelación de la salvación se
extraviara o cesara aquí abajo, ¿quién nos
libraría de la agonía del mundo?
47'. Salvemos nuestras santas Escrituras
de la desaparición, a fin de que nos salven
también de la muerte extranjera.
48. Unámonos un pequeño número de
escogidos por el corazón y prometámonos
ante Dios: socorro, amor y fidelidad en
este mundo exiliado. Así el Señor en
persona bendecirá nuestras empresas y
guiará nuestra búsqueda.
«Si somos golpeados, volvamos a Dios y
si somos colmados, saltemos hacia él».
48'. Si no buscamos la salvación de Dios
con constancia, con perseverancia, con
obstinación, con estupidez, con delirio, no
obtendremos más que la corteza de las
cosas santas.
«¿No debemos suplicar al mundo para
obtener una parcela de las cosas muertas
que vende tan caras a todos?»
49. Los orgullosos del mundo sí sospechan
que la verdad de Dios existe, pero fingen
burlarse de ella en público, cuando de
hecho se esfuerzan en violentarla en
secreto con sus maquinaciones tenebrosas
y criminales.
49'. ¡Oh, super-inteligentes que os admiráis
con complacencia en la mugre del pecado,
vuestra malicia y vuestro orgullo os
excluyen para siempre de la luz de vida
donde habita el Señor santo!
50. Todas las explicaciones y todas las
experiencias del mundo y de nosotros
mismos son ilusorias, pues nos dejan
ignorantes, miserables y agonizantes como
antes.
Sólo el amor y la ciencia del Altísimo
pueden salvarnos de las tinieblas de la
muerte.
50'. Todos los sabios y todos los genios
del mundo sólo examinan el mundo y sólo
conocen el mundo tenebroso; así pues, se
contentan con las recompensas irrisorias
del mundo y van al olvido y a la muerte
del mundo como los animales que
desprecian y explotan.
51. Todo lo que los orgullosos piensan de
los humildes buscadores de Dios y todo lo
que les hacen padecer es como una lápida
que fijan sobre su propia espalda de
malditos.
51'. La desobediencia y la absorción de
un fruto mezclado es lo que nos ha
precipitado en la muerte. La obediencia y
la absorción de un fruto puro es lo que nos
restablecerá en la vida.
52. Todos quieren mejorar su suerte de
agonizantes, pero muy pocos intentan
escapar definitivamente de esta condición
lamentable.
52'. Todos se apasionan por los asuntos
del mundo impermanente, muy pocos
piensan en estudiar la revelación
prodigiosa de los Hijos de Dios.
53. Las santas Escrituras, que enseñan a
salir de la muerte, aburren mortalmente a
los muertos. Por el contrario, todo lo que
les hunde en la muerte les apasiona y
entusiasma sin medida.
53'. Los apasionados de Dios encontrarán
a Dios y su vida. Los apasionados del
mundo encontrarán el mundo y su muerte
agonizante.
«La frecuentación de Dios es lo que nos
hará encontrar la paz de la casa de Dios».
54. Pocos humanos sienten curiosidad por
la revelación del misterio de la caída y de
la redención, pues pocos hombres han
conservado el recuerdo y el sabor de la
vida imperecedera y pura del comienzo.
54'. Sólo obtendremos lo que deseemos
y pidamos verdaderamente, pero sólo
seremos colmados por la vida eterna
corporificada en Dios.
55. Se nos ha ordenado creer y amar. No
se nos ha prohibido buscar y conocer, sino
todo lo contrario.
55'. La fe y el amor nos guardan con
seguridad hasta el día del perdón. La
investigación y el saber nos conducen,
desde aquí abajo, a la vida eterna o bien a
la muerte sin retorno.
56. ¡Ay de los que se instalan en el barro
de este mundo y se duermen en su mugre!,
pues no verán lucir la luz del Perfecto.
56'. ¡Ay de los que se olvidan en la
ociosidad o en el trabajo, en el placer o en
la desesperación!, pues su lote será la
muerte de donde no se vuelve.


Buscadme y vivid.
AMOS

¡Oh! ¿Quién me hará saber dónde
encontrarle y llegar hasta su trono?
JOB

*

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