miércoles, 21 de octubre de 2015

El Mensaje Reencontrado LIBRO XXIII


LIBRO XXIII

Vendrán de Oriente y de Occidente, del
Norte y del Mediodía, y se sentarán a la
mesa en el reino de Dios.
JESÚS

Las tinieblas se cambiarán en aurora,
estarás lleno de confianza y tu espera no
será vana.
JOB

UNE ÈRE VIT 
LA UNIDAD
1. Las necesidades naturales deben
permanecer separadas del culto de Dios
hasta que sean absorbidas en él sin
esfuerzo. Así evitaremos la división del
pecado principal y su multiplicación en
pecados particulares, que acaban por
desanimar de la fe y del amor de Dios.
1'. Debemos tener cierta tolerancia con
nosotros mismos y con los demás, como
hace el Señor con todos; pero debemos
permanecer muy despiertos en la búsqueda
y en la frecuentación del Perfecto, pues es
el único que nos liberará de las trampas y
de las tentaciones del mundo si se lo
pedimos sin cansarnos nunca.
2. Más vale un creyente verdadero que
pide auxilio a su Señor nadando en el
barro, que cien mil hipócritas que
fingen piedad y que se han instalado
definitivamente en su estercolero oculto.
2'. Roguemos a nuestro bello Señor
sin desanimarnos y pidámosle ayuda y
asistencia, pues él nos alejará del pecado
y, al final, incluso impedirá que el mal se
nos acerque. Es una maravilla que le es
fácil.
3. No debemos, en ningún caso, imitar
artificialmente las virtudes engendradas
por el amor de Dios, pues impediríamos al
amor nacer y crecer, y permaneceríamos
prisioneros de la hipocresía, que es peor
que la mayor impiedad.
3'. Así, más vale rogar al Señor en
nuestros corazones con todas nuestras
debilidades, pues de esta manera se
borrarán poco a poco, mientras que
intentando suprimirlas por nosotros
mismos, no haremos más que reprimirlas y
alimentarlas en el barro del pecado
maloliente.
4. Si alguien es tentado por el mundo hasta
el punto de abandonar su estado religioso
o incluso las prácticas de su fe, que vaya
audazmente al mundo siempre que
permanezca secretamente en contacto
dentro de su corazón con su Señor; pues
cuando haya reconocido, por propia
experiencia, el vacío, la vanidad y la
agonía del mundo, volverá curado para
siempre al seno del Único, y su Señor le
acogerá amablemente. Este ya nunca
tendrá ganas de ir a ver lo que pasa afuera.
4'. El que puede permanecer fuera del
mundo hace igual de bien, a condición de
que no se violente, pues en este caso es un
demonio rabioso que prospera bajo la piel
de una oveja y la última caída será peor
que la primera el día del juicio, cuando las
cortezas estallen y se manifieste lo de
dentro de todo ser y de toda cosa.
«Señor, líbranos de la estupidez
triunfante de los imbéciles; líbranos de la
compañía de los rebeldes irreductibles;
líbranos de la satisfacción ciega y beata de
los mediocres».
5. Si, por accidente, un impío o un
hipócrita echa una mirada al Libro, lo
suelta como si se hubiera quemado y lo
rechaza lejos de él.
5'. Cualquier banda de hipócritas o
falsificadores puede establecerse y
prosperar amparándose en las santas
Escrituras, sin que por ello éstas se vean
disminuidas.
6. Si un creyente sincero lee algunas líneas
de la obra, ya no quiere soltarla y se la
lleva a su casa a fin de conocerla por
entero.
Si un mediocre abre el Libro, lo vuelve a
dejar riendo sarcástica y estúpidamente, y
busca a su alrededor una opinión que le
tranquilice en su muerte.
6'. Sin embargo, mucha gente sencilla que
no sabe discernir la buena herramienta de
los malos obreros, lo condena todo en
bloque y se retira para siempre de la fe y
del amor de Dios. La suerte de los
imbéciles no es envidiable, ciertamente,
pero la de los engañadores está
inexorablemente inscrita en el hedor del
infierno.
7. Cada palabra del Libro puede ser objeto
de burla por parte de los ignorantes. ¡Qué
castigo para ellos! Ni siquiera lo saben.
Avanzan hacia el matadero con un velo
negro sobre la cabeza y se mofan de
quienes les llaman hacia la libertad de la
vida.
7'. No hay más que locos que cambian su
vida por cosas miserables y pasajeras, al
precio de un trabajo fantástico en este
mundo. Ya no hay Sabios que cambian su
muerte por la vida eterna, al precio de un
reposo atento aquí abajo.
8. ¡Oh, Misericordioso!, ven a socorrernos
a pesar nuestro, pues nuestra estupidez nos
impide incluso gritar hacia ti. ¡Oh,
Todopoderoso!, despierta en nosotros la fe
en la inmortalidad y orienta nuestros
corazones hacia tu santa faz, a fin de que
seamos reengendrados en tu pureza y en tu
incorruptibilidad.
8'. Quien entrega su vida terrestre a Dios
para obtener la vida eterna es un santo que
es Sabio. Quien entrega su vida eterna a
Dios para obtener a Dios es un Sabio que
es santo.
9. Quien ha reconocido la unidad de la
vida no se avergüenza de socorrer una
lombriz, pues sabe sin ninguna duda que
se ayuda a sí mismo socorriendo a
cualquier ser vivo.
9'. Abre la mano, abre el espíritu, abre el
corazón, y la vida te bañará por todas
partes. Cierra la mano, cierra el espíritu,
cierra el corazón, y la muerte te estrechará
por todos los lados.

10. ¿Cómo no desear locamente las
cortezas de las cosas, que son los bienes
de este mundo? Pero hacen falta
demasiados trabajos, demasiadas mentiras
y demasiados crímenes para adquirirlos y,
cuando se han obtenido, son como un
humo que se disipa en la noche.
10'. Quien explota a sus semejantes
engañándoles: ¡qué desprecio siente por
ellos! ¡qué desprecio siente por sí mismo,
cuánta tristeza y también cuánta soledad!
Incluso más vale morir, y esto es lo que
hacen en definitiva, pues hay muchas
maneras de matarse por desespero y por
asco de uno mismo.
11. Buscar los secretos del mundo es
como para volverse imbécil, pero correr
tras el secreto de Dios es como para
volverse realmente loco. ¡Oh, Señor!,
devuélvenos la pureza, la incorruptibilidad
y la paz de tu jardín de Edén.
11'. Purifica nuestros corazones por el
fuego de purgación y fecúndanos con tu
amor celeste, por medio de tu gracia
viajera, ¡oh, Magnánimo dador de vida!
12. Henos aquí como bestias rabiosas que
se desgarran en el cenagal donde hemos
caído, y los buenos son degollados junto
con los malvados en el gran matadero de
la muerte. ¿Quién no estará aterrado todos
los días de su vida indultada?
12'. Muchos son como corchos que flotan
en el mar de este mundo y también son,
desgraciadamente, como guijarros muertos
en el mar de Dios. Pero algunos son como
rocas inconmovibles en el mar de este
mundo y también son, felizmente, como
peces que nadan en el mar de Dios.
13. ¿Quién puede persuadir la estupidez y
la rebelión asociadas? ¿Quién puede
vencer la pequeñez de alma unida a la
pequeñez de espíritu? ¿Quién puede
esperar algo de la malicia al servicio de la
avaricia? ¿Quién puede obtener gracia
ante el prejuicio obtuso alimentado por el
resentimiento sombrío? ¡Si lo quiere, el
Señor puede cambiarlo todo en un abrir y
cerrar de ojos! Es todopoderoso para hacer
germinar la simiente celeste sepultada en
la tumba.
13'. Quien ama verdaderamente a Dios en
su corazón no es imbécil, ni rebelde, ni vil,
ni astuto, ni avaro, ni terco, ni odia
a nadie. Le corresponde huir de los
malvados y buscar cuidadosamente a su
prójimo, a fin de amarlo como a sí mismo
en la unidad del Único Señor de amor y de
vida.
«¡Milagro!, los rebeldes van a Dios en
sus corazones cuando los hipócritas ya no
les condenan en el mundo».
14. Quien no sabe llorar por la desgracia
ajena como por la suya propia, quien no
sabe alegrarse de la dicha ajena como de
la suya propia y quien no sabe reír de sus
desventuras como ríe de las ajenas no
puede ser enseñado por Dios, pues está
todavía separado de la unidad del Único.
14'. No estamos solos y abandonados en
este mundo, basta con que escuchemos la
voz que susurra en nuestros corazones y
que examinemos atentamente lo que nos
viene y lo que se aleja de nosotros,
haciendo callar nuestras voluntades y
nuestros juicios personales.
15. No ocultaremos a nuestros hijos que
están revestidos de una piel de bestia y
tampoco les esconderemos los apetitos y
las necesidades de la bestia, y se los
presentaremos como funciones naturales
indispensables para el mantenimiento de la
vida encarnada, funciones de las que nadie
debe estar orgulloso ni tener vergüenza,
pues son pasajeras.
15'. Así, el ángel, al no estar sujeto a la
bestia, podrá permanecer firmemente
vuelto hacia el Señor, y la bestia, al no
ser deshonrada por el ángel, ya no
experimentará rebeldía ni vicio, y el Señor
podrá liberarnos sin lucha insensata y sin
desgarramiento de una u otra parte de
nuestro compuesto caído y provisional.
16. Y sobre todo, no las mezclaremos con
los misterios de Dios, a fin de evitar las
represiones vergonzosas, los complejos
delirantes, las desviaciones miserables, la
hipocresía unánime y el estropicio
espantoso en el que acaba la confusión
imbécil del ángel y de la bestia, que
debemos separar claramente y no
ridiculizar, negando a uno y envileciendo
al otro a la vez.
16'. Pues la bestia irá disminuyendo en las
tinieblas del mundo y el ángel irá
fortaleciéndose en la luz de Dios, y la
separación última se realizará sin
desgarramiento. Muchos volverán a Dios
cuando los hombres de Dios sólo se
ocupen de las cosas de Dios, es decir,
cuando dejen a la bestia las cosas de la
bestia y al mundo las del mundo.
17. Los Sabios lo realizan todo en Dios,
pues para ellos ya no hay separación; pero
esto se hace naturalmente, sin violencia,
como cuando el cielo se une santamente a
la tierra para procrear todas las cosas.
Quien ama verdaderamente a Dios jamás
se esconde de él.
17'. ¿Quién comprenderá la liberación que
proporciona la aceptación inteligente y
humilde de nuestro estado caído? ¿Quién
comprenderá que primero debemos
mirar hacia nuestro Señor antes de
querer organizar o incluso contener
artificialmente el barro del pecado donde
agonizamos?
18. Sólo pueden juntar los que primero
han separado, pues la purificación se
realiza en la separación y la conjunción se
hace en la pureza.
18'. Un día, el ángel volverá a animar a la
bestia purificada por el fuego, y todo el
compuesto resucitará en la gloriosa e
incorruptible unidad del Único.
19. Dios nos disolverá y nos coagulará de
nuevo en la pureza. ¡Ay de los que hayan
escogido instalarse en el cenagal de la
muerte, pues, esta vez, ya no volverán a
salir de él!
19'. Nunca más habrá reposo ni felicidad
para ellos en el hedor perpetuamente
agonizante y perpetuamente renaciente del
infierno.
20. No, no, no, no hay paz, ni estabilidad,
ni organización posibles en este mundo
mezclado de muerte. Los que pretenden lo
contrario son ciegos y estúpidos. Su
inteligencia y su valor son impotentes para
ordenar la podredumbre de la muerte.
¿Acaso no lo ven claramente?
20'. Este mundo caído no es más que una
pequeña muestra del infierno y, sin
embargo, en él nadie puede reposar en paz
durante el tiempo de su corta vida. ¿Qué
debe ser, pues, el infierno, donde la
bendición de Dios está totalmente
ausente? ¿No tenemos mil veces razón en
orientar a los hombres hacia el Señor de
vida, en vez de alentarlos a construir en el
barro con barro?
21. Sí, ciertamente, la bendición del Señor
nos lavará del pecado de muerte y su
espíritu nos enderezará en nuestras
tumbas, y alabaremos su santo Nombre
para siempre.
21'. ¿No es preciso que quememos
primero el hedor agresivo que nos ata y
envenena por todas partes? Pues es lo que
obstaculiza la unión del amor divino.
22. Podemos instalarnos en este mundo
pasajero, pero debemos hacerlo como
viajeros que se resguardan en una sala de
espera.
22'. La meta final de la humanidad no es
su instalación en el mundo, es su
transfiguración y su fijación en Dios.
23. Todo lo que está sujeto al fuego no es
de Dios, pues Dios es la esencia misma del
fuego.
23'. ¡Oh, densidad del oro puro en reposo!
¡Oh, calor del puro metal en fusión!
¡Oh, destello del esplendor volatilizado!
24. Hay demasiados literatos de los
misterios del Único y no hay bastantes
santos iluminados ni Sabios operativos.
24'. Las cosas del cielo y las de la tierra se
añaden o se sustraen. Sólo el Señor puede
dividirlas y mezclarlas sin confusión y sin
perjuicio.
25. Algunos mueren de hambre en este
mundo porque no saben mentir, ni robar,
ni matar, y otros son colmados de riquezas
hasta el absurdo porque sirven al demonio
destructor y homicida. Asimismo, en la
vida futura, algunos serán colmados de los
bienes celestes hasta el absurdo porque
habrán servido fielmente a su Señor, y
otros reventarán en la desolación de la
muerte con los demonios que habrán
seguido imbécilmente. Es una cosa que
sorprenderá a muchos astutos y a muchos
sencillos.
25'. ¿Cada palabra de nuestra lengua no es
como una blasfemia ante el verbo del
Altísimo?
¿Cada soplo de nuestra boca no es como
una exhalación pestilente del infierno ante
la pureza del incorruptible?
¿Cada gesto de nuestras manos no es
como una mueca simiesca ante el ARTE
del Sapientísimo? Y, sin embargo, ¡qué
esplendor permanece en nosotros y espera
bajo el barro de la muerte! ¡Ojalá pueda
despertar por fin y hacernos herederos de
la gloria de Dios!
26. Muchos que sirven al Señor con los
labios y no con el corazón, han colocado
su amor propio por encima de la verdad de
Dios. Por eso excluyen de las iglesias a los
que les reprenden en lugar de convertirse.
Creyendo salvarse, se hunden en la
hipocresía y en el culto a sus propias
personas.
26'. Si ahora valoráis mucho lo que, en
otro tiempo, rechazasteis por un bocado de
pan, sois malditos en vuestra inteligencia,
en vuestro corazón y en vuestros bienes,
pues enriquecéis muertos y dejáis morir de
hambre a los vivos que os rodean.
27. ¡Oh, ricos imbéciles!, ¿acaso no
reconoceréis lo que es hermoso, lo que es
bueno y lo que es verdadero, cuando de
hecho la cosa nace ante vuestros ojos de
ciego?
«Realmente, lo que os atrae es el dinero
que representan las cosas y no la cosa en
sí».
27'. Gente avara y estúpida, permaneceréis
hundidos para siempre en el barro de la
muerte, pues el peso de vuestro dinero
contaminado os arrastra, y estáis pegados
a él, mientras que él no está pegado a
vosotros.
28. Habiéndose puesto a fluir el Señor en
mí, cantamos juntos una pequeña canción,
como hace el viento en las hojas nacientes
una mañana de primavera.
28'. El poeta que tiene la estrella de la
mañana en sus manos canta como un niño
alegre. Los que sólo tienen el barro del
mundo lloran amargamente su vida
perdida.
29. ¡Oh, mi Señor!, regocíjate en mí y así
todo estará bien, pues tu alegría sumerge
toda ansiedad e incluso hace reír de la
muerte.
29'. Purga, riega, fecunda, liga, brilla,
fluye.
Cuece, separa, une, fija, siembra, alaba,
reposa.
30. Quien ha comprendido el Libro no
explica nada a nadie, pero, ciertamente,
puede manifestar algo bueno y puede
comunicar algo excelente.
30'. El Sabio verdadero no hace discursos
en el mundo. Cava, riega su tierra y
saborea el fruto del cielo y de la tierra, que
es la única riqueza verdadera.
31. Un pueblo inteligente honra a los
hombres dotados e instruidos y los emplea
para grandes cosas.
Un pueblo imbécil los desprecia y los
deja pudrir en la pobreza y en el exilio.
31'. Finalmente, la descomposición
general derriba al pueblo junto con los
mediocres que lo conducen, y los Sabios
emergen de nuevo del caos para
restablecer la ley de Dios en el corazón del
pequeño grupo protegido.
32. Si estamos cansados, reposemos en
Dios y si nos aburrimos, busquemos el
misterio del Único. Así, Dios será nuestro
guía y nuestro sostén en toda ocasión.
32'. Si el Libro no nos hace tocar al Señor
de amor y de vida, entonces se puede tirar
el Libro al estercolero con toda la
literatura que delira en el vacío.
33. ¿Quién pasará la vida agradecido de su
condición, a fin de ser siempre socorrido
por Dios, el Único viviente?
33'. ¿Quién atará a su cuello las palabras
del Libro? ¿Quién las expondrá en su
casa? ¿Quién las hará germinar en su
corazón?
34. ¿Quién actúa mejor: el que oculta su
sabiduría o el que oculta su ignorancia?
34'. El que no violenta nada dentro ni
fuera lo ve crecer todo en él y alrededor
suyo sin esfuerzo.
35. ¡Oh, creyentes de todas las religiones,
de todas las razas y de todas las naciones!,
reconoceos como hijos del Dios único y
sosteneos en medio de la marea creciente
de los impíos.
35'. Aceptemos equivocarnos y sepamos
reconocerlo. Aprendamos a corregirnos y
sepamos mantenernos en la vía sin
violencia, y Dios nos enseñará todo lo que
queramos saber.
36. Es inútil correr tras el autor: sólo
encontraríamos el vacío que habita en un
idiota en Dios, que no nos enseñaría nada.
El Libro basta para todos los trabajos y
para todos los reposos.
36'. Esforcémonos en ser los instrumentos
de la Providencia que nutre a los Sabios, a
los santos y a los sencillos, pues es una
manera fácil de participar en la bendición
creciente del Único.
37. Los que han transformado la
formidable revelación de las santas
Escrituras en una moral hipócrita y
fangosa, ¿cómo podrían reconocer ahora,
bajo las figuras simbólicas de su fe, la
verdad increíble del Único Dios y
Principio?
37'. Helos aquí como iletrados que
defienden ferozmente libros que ninguno
de ellos puede leer, pero que todos
conocen por las imágenes que los ilustran;
y he aquí que rechazan ciegamente a quien
ha aprendido de nuevo a leer y quiere
hacerles conocer el medio de su
salvamento.
38. Estos hacen bien transmitiendo
ciegamente los misterios de los que ya no
conocen el fundamento, pero ¿cómo
pueden opinar acerca de la verdad de una
Escritura de la que no tienen la llave?
38'. Ciertamente, Dios los castiga por su
vanidosa pretensión. ¡Qué humor tan
asombroso hacer guardar y transmitir así
su tesoro por fanáticos ciegos, para
ofrecerlo en secreto a quienes él ama y
que le veneran en su corazón!
39. Algunos de entre ellos, que se creen
más iluminados que los demás, dicen del
Libro: «Es un sueño», pues, viviendo en
un sueño, toman el sueño por la realidad e,
inversamente, la realidad por el sueño.
¿Quién puede despertarles de su sopor
mortal antes del juicio abrumador del fin?
39'. Un buen correctivo bien ha devuelto
la compañera rebelde a la santa vía de
Dios. ¡Lo absurdo del sufrimiento quizá
conduzca algún día a los razonables de la
fe a no delirar más en espíritu! Un milagro
tal es fácil para el Señor, tenemos un
ejemplo ante nuestros ojos.
40. El tocón ha florecido, la flor ha dado
su perfume y el fruto ha madurado
pesadamente sin que nadie lo sospeche.
¿Quién comerá el don de Dios? Y
¿quién será penetrado por su esplendor?
40'. Si Dios bromea con un pobre idiota
sin instrucción ni diplomas, ¿cómo no
querría conversar seriamente con los
inteligentes repletos de saber y cubiertos
de títulos?
41. La denominación de «bienpensante»
se ha vuelto sinónimo de hipócrita y de
mediocre en el mundo. Hagamos que el
nombre de «creyente» se vuelva sinónimo
de hombre libre y desapegado de todo en
el amor de Dios.
41'. Antes de hervir la ropa sucia, es
preciso ponerla en remojo, de lo contrario
se cuece la mugre en lugar de quitarla, y el
último estado es peor que el primero, pues
la suciedad queda fijada en el tejido y ya
no se puede quitar.

42. Que nuestra búsqueda y nuestra vida
sean primeramente para nosotros mismos,
así no seremos desconocidos, ni
decepcionados por los mediocres, no
seremos engañados ni coaccionados por
los poderosos y no seremos desviados por
el mundo.
42'. Hay los santos según el mundo que
reprimen su naturaleza instintiva y hay los
Sabios según el mundo que siguen su
naturaleza instintiva. Hay los santos según
Dios que siguen su naturaleza intuitiva y
hay los Sabios según Dios que encarnan su
naturaleza celeste. ¡Estos son los únicos
supervivientes!
43. Pequeños inteligentes, reposad un
momento, mirad la gran naturaleza,
contemplad el gran ARTE, antes de que la
muerte os disperse como se barajan las
cartas de juego. Así, vuestros espíritus y
vuestras almas se abrirán al misterio de la
creación y al amor del creador y se fijarán
en él para siempre.
43'. ¿Pensáis seriamente reemplazar con
cumplidos el alimento, la ropa y la
calefacción que han faltado a los que han
buscado toda su vida la liberación para
todos? Hipócritas, socorred más bien a los
que buscan libremente a su Señor aquí
abajo mientras todavía hay tiempo para
ellos y para vosotros.
44. ¿Cuántos han vuelto a salir de sus
tumbas de entre todos los Sabios y los
santos en el mundo? E incluso, ¿cuántos ni
siquiera han entrado en ellas? Para los
inteligentes que buscan más allá de las
criaturas particulares, su palabra es más
preciosa que cualquier otra.
44'. Algunos Sabios han adivinado el
principio de los comienzos, pero ¿cuántos
de entre ellos lo han concebido
claramente? ¿Cuántos lo han encarnado
visiblemente? ¿Cuántos lo han tenido en
sus manos? ¿Cuántos lo han fijado en su
corazón? ¿Cuántos se han unido a él para
la vida eterna?
45. Sólo la inocencia reencontrada puede
reconciliar a los hombres con Dios, con la
naturaleza y con ellos mismos.
45'. Sólo el conocimiento de Dios puede
salvarles de la alternancia de la vida y de
la muerte, si lo desean.
46. Dejemos el Libro y contentémonos
con la cosa de la que habla el Libro,
pues sólo ella puede contentarnos
definitivamente, si la poseemos en su
integridad.
46'. Antes de ser separados, la tierra y el
cielo no formaban más que una sola cosa.
Así, uniéndolos de nuevo, formaremos la
cosa única del comienzo de los comienzos.
47. La posesión alegre y apacible de lo
que es, de lo que se mueve y de lo que
reposa es la causa de la iluminación y de
la felicidad del Sabio.
47'. Cuanto más busquemos la aprobación
de los hombres, menos obtendremos la del
Único.
48. ¿Pensáis hacer algo bueno sin el sol,
sin la luna, sin las estrellas, sin el aire, sin
el agua y sin la tierra? Entonces, ignoráis
la agricultura, que es la ciencia de Dios.
48'. No hay nada de bueno en todo el
Libro, excepto algunas pequeñas frases
insignificantes que todo el mundo lee,
pero que nadie entiende ni practica
realmente.

49. No hemos escrito un Libro tal en un
tiempo como este para que después se nos
inunde con preguntas ociosas.
49'. Cualquier sabiduría que conduzca a un
trabajo forzado, es ciertamente la peor de
las locuras.
50. ¿Quién enseña sin profanar?
¿Quién zanja sin juzgar?
¿Quién vive el presente?
¿Quién duerme en la tempestad?
¿Quién enriquece sin empobrecerse?
50'. ¿Quién manifiesta el cielo en sí
mismo?
¿Quién recibe y quién da sin medida?
¿Quién actúa sin turbar?
¿Quién reposa sin apagar?
¿Quién es uno con el Único?
51. Si deseamos la riqueza, empecemos
por dar de nuestra pobreza y continuemos
dando de nuestro superfluo.
51'. Si deseamos la seguridad, empecemos
por volvernos humildes y continuemos
volviéndonos invisibles en todo.
52. Si deseamos el poder, empecemos por
sostener a algunos débiles y continuemos
protegiéndolos a todos.
52'. Si deseamos la libertad, empecemos
por no violentar la naturaleza de los demás
seres y continuemos dejando que nuestra
propia naturaleza repose en ella misma.
53. Si deseamos adquirir una buena
reputación, empecemos por hablar bien de
nuestros amigos y continuemos alabando
incluso a nuestros enemigos.
53'. Si deseamos la felicidad, empecemos
por acaparar todo lo que es del mundo
y continuemos renunciando a ello
enteramente.
54. Si deseamos la instrucción,
empecemos por estudiar mil cosas y
continuemos estudiando una sola cosa.
54'. Si deseamos la santidad, empecemos
por pensar en los demás y continuemos
pensando sólo en Dios.
55. Si deseamos las artes, empecemos por
educar severamente nuestro espíritu y
nuestras manos y continuemos dejándolos
ir libremente.
55'. Si deseamos la sabiduría, empecemos
por mirar el mundo y continuemos
mirando en nosotros mismos.
56. Si deseamos la ciencia inmortal,
empecemos por estudiar la naturaleza y
continuemos imitándola muy de cerca.
56'. Sólo el hecho de una cierta perfección
permite alcanzar la gran perfección y
permanecer en ella por la eternidad.
57. Si habéis encontrado la unidad del
Único, romped las páginas del Libro y
dejadlas volar al viento tarareando una
alegre canción.
57'. Si no, no os separéis de ellas ni de día
ni de noche hasta que penetren vuestro
entendimiento y hasta que os conduzcan al
barro que no moja ni mancha nada.
58. Cuanto más nos agitemos, más nos
hundiremos en el mundo.
Cuanto más reposemos, mejor
flotaremos en el cielo.
58'. No es la obra lo que cuenta ni el
obrero, sino la cosa de la que hablan la
obra y el obrero.

59. No tengamos la vanidosa pretensión de
acaparar a Dios para nosotros solos, pues
el Padre es de todos los que le aman en
sus corazones, y no de quienes sermonean
profanamente en el mundo.
59'. Cada hombre y cada mujer es
sacerdote y sacerdotisa de Dios en su
propio hogar, para la conservación y para
la transmisión de las santas Escrituras y de
sus misterios revelados.
60. ¿Cómo pueden los discípulos
degenerados del maestro juzgar el amor
del maestro por alguien? Y ¿cómo pueden
admitir o excluir a nadie del amor del
maestro santo y Sabio, si no conocen la
voluntad ni el amor secreto del maestro?
60'. Sus juicios se han vuelto irrisorios,
porque su amor propio ha sustituido
profanamente al amor de Dios. Tienen las
llaves del reino en imágenes, pero no en
realidad, y no toleran que otro las reciba
de las manos de Dios sin su aprobación.
61. Hemos tomado el hábito del charlatán,
pues el desprecio desinteresado del mundo
es menos duro de soportar que su
admiración interesada.
61'. El Libro es como el arca que lleva y
transmite el secreto del Único. Muchos lo
llevarán, pero pocos lo penetrarán.
62. El oficio que nos permite vivir
ayudando a los demás a vivir es un oficio
bendito, sea cual sea.
62'. El oficio que nos permite vivir
amenazando la vida de los demás es un
oficio maldito, sea cual sea.
63. El encantador de pájaros no atrapa
ninguno y por eso todos vienen a él sin
temor. De igual modo, el Sabio no capta a
nadie y por eso todos se confían a él sin
recelo.
63'. El Sabio inicia su trabajo, pero deja
que la naturaleza lo realice en su lugar; de
este modo, trabaja reposando y todo le
sale bien sin esfuerzo, pues no pone
obstáculos a nada.
64. La mezcla de los elementos que forma
las combinaciones múltiples de la
creación, es como la mezcla de cartas de la
baraja, que forma las combinaciones
múltiples del juego: los elementos vuelven
a la masa y son después combinados de
nuevo, como las cartas de juego vuelven al
mazo y son redistribuidas sin aumento ni
disminución real, pues no existe ganancia
ni pérdida para el inmutable que ES.
64'. Señor magnífico, que habitas la tierra
santa y la purificas del pecado de muerte,
invádeme e inspira mi espíritu y mi alma,
a fin de que esté sometido a tu gracia
liberadora y a tu amor fecundante, como
todas las criaturas angélicas que cantan tus
alabanzas eternamente, ¡oh, Purísimo!,
¡oh, Perfectísimo!, ¡oh, Graciosísimo!,
¡oh, Sapientísimo!, ¡oh, Bondadosísimo!,
¡oh, Dulcísimo!, ¡oh, Amantísimo!, que
ERES.
65. La ciencia de Satán violenta los seres y
las cosas y conduce a la esclavitud en la
muerte abyecta.
65'. La ciencia de Dios perfecciona los
seres y las cosas y conduce a la libertad en
la vida olorosa.

65". Cada cual puede juzgar fácilmente
dónde se encuentra la complicación mortal
del infierno y dónde se encuentra la
simplicidad vivificante del cielo.

66. Si no renunciamos a nuestras obras y a
nosotros mismos y si no nos volvemos
vacíos y libres por dentro y por fuera, no
hay liberación aquí abajo ni en otra parte
para nadie.
66'. No nos aferremos a nada ni a nadie,
así evitaremos las cargas pesadas y
el ahogamiento final, pues flotaremos
fácilmente sobre el océano divino donde el
Señor nos recogerá en su arca santa.
67. Aceptar de buen grado un fracaso ya
es preparar una victoria.
67'. Pongámoslo todo y a nosotros mismos
en manos de Dios y estaremos alegres y
seremos libres.
68. La revelación de nuestro Dios de luz
y de vida constituye la base de todas
las religiones y de todas las filosofías
verdaderas enseñadas por Dios.
68'. Así como el borracho ya no puede
prescindir del vino, el santo ya no puede
prescindir de Dios, y la embriaguez de uno
y otro hace sonreír a la gente razonable.
69. ¡Vergüenza para vosotros, clérigos
ciegos, porque os habéis alzado
orgullosamente como un muro entre Dios
y los hombres, en vez de rebajaros
humildemente como un puente ante ellos!
69'. Han convertido la leche universal de
la santa Iglesia en un queso personal, y se
han instalado dentro sin preocuparse de
los buscadores, de los fieles y de los
abandonados. El Señor los observa a
través de la costra tenebrosa del pecado.
70. Los que tienen la buena voluntad en
Dios y no la buena voluntad en ellos
mismos trabajarán en restablecer la
pureza, la simplicidad, el amor y el
conocimiento de la Iglesia en sus
corazones y en sus casas, sin ocuparse de
las prerrogativas ni de las exclusivas
ilusorias de los pastores enorgullecidos.
70'. Los que Dios escoge y a los que envía
su Espíritu Santo son necesariamente
superiores a los que los hombres eligen en
sus consejos, pues los que ven la luz están
por encima de los que palpan las tinieblas.
¿No comprendemos que el don recibido de
Dios aventaja la lección aprendida de los
hombres y que la luz del cielo realiza la
Escritura aquí abajo?
71. La enormidad de la revelación de Dios
sólo puede ser entendida por los
Hijos de Dios; los mediocres están
irremediablemente excluidos de ella.
71'. La muerte será impotente contra quien
haya comido a Dios, pues la luz de vida
habitará en él para siempre.
72. Los hombres bien pueden excluir a
otros hombres de sus organizaciones
humanas. Ninguno de entre ellos puede
excluir a nadie del amor de Dios.
72'. Así, no debemos temer el juicio de los
hombres que se hace en el mundo, y no
debemos dudar del amor de Dios, que
tiene paciencia incluso con los más
extraviados.
73. Reservemos una amplia parte de
nuestras vidas para el Señor y el Señor
nos reservará en la suya una parte
inconmensurable.
73'. La mayor plegaria es escuchar.
La mayor alabanza es callar
La mayor meditación es ya no pensar.
La mayor acción es reposar en Dios.
74. Amar la vida es ayudar a la vida y es
aceptar el movimiento y el cambio, que
son inherentes a la vida.
74'. El golpe que nos agrede hoy quizá
prepara la bendición que nos colmará
mañana, ¿quién sabe?
75. Los profetas no necesitan plegarias ya
hechas, pues el Espíritu de Dios les inspira
sobrenaturalmente.
75'. La mugre hedionda será destruida por
el fuego y la mugre oscura será separada
por el agua.
76. Es un error mantener la atención de los
hombres en sus innumerables pecados, ya
que se desaniman y abandonan la religión
que se ha vuelto imbécil por culpa
de los mediocres y de los ignorantes
bienintencionados en ellos mismos y no en
Dios.
76'. Más vale orientar los corazones de los
pecadores hacia el Señor, cuya gracia y
amor los liberarán de sus tinieblas con
más seguridad que todos sus esfuerzos
reunidos. Para sobrevivir, la confianza en
Dios vale más que la confianza en uno
mismo.
77. El santo liga el alma y el espíritu en
Dios y supera la segunda muerte.
77'. El Sabio liga el alma, el espíritu y el
cuerpo en Dios y supera la primera y la
segunda muerte.
78. El final verá la lucha de los
practicantes de la ciencia de Dios, que es
integración de vida, contra los practicantes
de la ciencia de Satán, que es
desintegración mortal.
78'. Los hacedores de vida serán
establecidos en la vida, y los hacedores de
muerte serán echados a la muerte sin
remisión. Que cada cual considere
atentamente su trabajo, mientras todavía
hay tiempo para abandonar las obras
malas.
79. Los enemigos de Dios combaten
contra las iglesias temporales, que son
complicadas, múltiples, pasajeras y
particulares.
79'. Los amigos de Dios combaten por la
Iglesia espiritual, que es simple, única,
eterna y universal.

79". De este modo, todos trabajan para la
unidad del Único.


He destruido todo el trabajo de
vuestras manos y no habéis vuelto a mí.
AGEO

¿No es la voluntad de Dios que los
pueblos trabajen para el fuego y que las
naciones se cansen para la nada?
HABACUC

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