viernes, 16 de octubre de 2015

El Mensaje Reencontrado - LIBRO XVIII


LIBRO XVIII


¡Ay!, los pastores son estúpidos. No
han buscado a IEVE, por eso no han
prosperado y todo su rebaño ha sido
dispersado.
JEREMÍAS

Y yo, a mi vez, os he vuelto
despreciables y viles ante todo el pueblo
porque no seguís mis vías y habéis hecho
acepción de personas al aplicar la ley.
MALAQUÍAS



VIE NEUTRE 
LA ESPERA
1. Aquel día, seremos varios en un mismo
cuerpo y en un mismo espíritu, y el
misterio de la comunión en el seno del
Único será revelado a los creyentes, sin
que sepan el porqué ni el cómo de la
unión santa.
1'. La sabiduría es reposar en paz y
observar atentamente la renovación de la
creación del Señor. La santidad es callar y
escuchar en uno mismo la voz del Único.
2. Es una gran liberación estar dispuesto a
dejar esta vida en cualquier momento con
la esperanza del día del Señor.
2'. Es duro creer sin haber visto y, sin
embargo, ¿quién puede ver sin haber
creído locamente lo increíble?
3. Algunos trabajan desaforadamente en
lugares siniestros para fabricar la muerte
que los lisiará, los envenenará o
los volatilizará, y ríen sarcásticamente
cuando se les habla del infierno, ya que
su pequeña inteligencia y su orgullo
irrisorio les han cegado totalmente.
3'. Satán es, como nosotros mismos, una
luz oculta y tarada, pero que intenta por
todos los medios atraer a las almas
extraviadas aquí abajo hacia su
desdichada compañía, en lugar de
someterse y de volver al seno purísimo
del esplendor divino, tal como lo esperan
los Sabios, los santos y los creyentes de
Dios.
4. Viviendo de artificios en un mundo
falsificado, coleccionan las enfermedades
físicas y mentales más horribles y hablan
de su ciencia que salvará a la humanidad,
pues su viejo fondo de rebeldía los ha
vuelto sordos a la voz de la sabiduría
divina.
4'. ¿Quién podría juzgar al rebelde sino el
Señor justo y clarividente? En cuanto a
nosotros, basta con que hagamos el bien y
pongamos nuestra confianza sólo en Dios.
«El infierno está lleno de fuego,
máquinas, hedor y gritos. El paraíso está
lleno de luz, flores, perfumes y cantos».

4". Nada para el hombre rebelado contra
Dios.
Nada para la mujer rebelada contra el
hombre.
Nada para el niño rebelado contra la
mujer.
Nada para el mundo rebelado contra el
niño.

5. El maligno nunca dice su nombre
francamente, prefiere ocultarse bajo una
falsa identidad o bien dice «YO».
«La corteza».
5'. Soy la esencia, soy la substancia y soy
el nudo, dice el Señor del centro.
«La almendra».
6. Los creyentes postulan el alma divina,
los santos y los Sabios la incuban y la
manifiestan aquí abajo; pero los malvados
y los brutos se estancan en el limbo del
olvido y empequeñecen en la periferia
tenebrosa.
6'. Las almas divinas tienden por su
naturaleza a separarse de la costra del
pecado y a reunirse con su centro eterno,
puro y viviente. «Los profetas han venido
a recolectar el polvo de oro dispersado en
el barro de este mundo».
7. Nos hemos de volver indiferentes a los
bienes materiales y como ausentes a los
dones espirituales a fin de poder saborear
plenamente la beatitud de la unión divina.
«He aquí la pobreza en el mundo y he
aquí la riqueza en Dios».
7'. Las innumerables cortezas de la
creación atraen mucho más a los hombres
que la almendra substancial que está
encerrada en ellas. Por eso, muchos
prefieren las explicaciones sutiles y
superficiales que les extravían en el
número, antes que el pensamiento conciso
y profundo que les centraría en la luz del
Único.
8. Si quisiéramos desarrollar
sistemáticamente la enseñanza de las
Escrituras santas, nos daríamos cuenta
finalmente de que toda la creación es
como la prodigiosa biblioteca del verbo
encarnado.
8'. La inteligencia nos ha sido dada para
que la cabalguemos y sirva para nuestra
liberación y no para que nos aplaste y nos
encadene en este mundo mezclado.
9. El que empieza a ver claro en sí mismo
realmente no está orgulloso de su vida en
este mundo; después, cuando conoce la
debilidad de su condición de criatura
encarnada en el barro tenebroso y
maloliente, ni siquiera se avergüenza de
ello.
9'. El pecado es lo que engendra en
nosotros el hedor de la miseria, del
crimen, de la enfermedad, de la
decrepitud y de la muerte.
«¿Quién puede vanagloriarse de habitar
el estercolero aquí abajo? Y ¿quién puede
alardear de haberse purificado de su mal
olor?»
10. ¿Quién es el más grande entre los
prisioneros de la celda tenebrosa y
hedionda?
- ¿Quién es el más estimable entre los
que se pudren en el callejón sin salida de
la muerte?
- ¿Quién es el más conocido, pero quién
es el mejor?
- ¿Quién es el más honorado, pero
quién es el más útil?
- ¿Quién es el más inteligente, pero
quién es el santo y quién es el Sabio?
- ¿Quién es el salvado y quién es el
salvador?
- ¿Quién sirve y quién es servido
verdaderamente?
10'. ¿El que comparte su pan o el que lo
hace para todos?
- ¿El que limpia el calabozo o el que lo
organiza?
- ¿El que consuela o el que cuida?
- ¿El que ruega por la liberación de
todos o el que sufre con los condenados?
- ¿El que se rebela en la esclavitud o el
que se instala en ella?
- ¿El que predica la buena conducta o el
que muestra la salida oculta?
- ¿El que quiere forzar las cerraduras de
la muerte o el que busca la llave que las
abre todas?
11. Los poetas y los artistas cantan la
belleza perdida, pero muy pocos saben
que lloran a su Señor renegado.
«El mal no ES, pero permanece como la
envoltura de lo que ES».
11'. ¡Incluso cuando Dios inspira al
hombre Sabio y santo, el misterio de la
creación, el de la caída y el de la
regeneración permanecen aún a su
medida y el resultado de su búsqueda no
está asegurado!
12. Todos se preguntan lo que pensarán
de ello los demás, pero nadie piensa
nunca en lo que Dios dirá.
12'. La peor tentación es querer reformar
y salvar el mundo en lugar de realizar la
felicidad y la salvación de uno mismo.
13. Hay una sola respuesta a las
tentaciones atractivas o repulsivas y al
absurdo del mundo presente. ¡Es la
plegaria del santo, el reposo del Sabio o
la risa del ausente!
13'. ¡Oh, trampa sutil!, ¡oh, fantasmagoría
del mundo de las imágenes!, basta con
que tengamos razón en Dios tan solo una
vez para que las contradicciones y las
aprobaciones del mundo ya no nos
afecten.
14. Los Sabios y los santos de Dios son
tan inteligentes como cualquiera, pero
confían más en el conocimiento y en el
amor de su Señor que en sus capacidades
particulares.
14'. Quien cree en Dios es como quien ya
no cree en nada en este mundo, pero con
la diferencia de que el primero está alegre
mientras que el segundo está desesperado.
15. Si rechazamos la obra de un hombre,
peor para él; pero si desechamos la obra
de Dios, peor para nosotros. Así, más vale
no conocer la palabra del Señor que
rehusarla cuando se presenta a nosotros.
15'. ¡Cómo se encabritan los hipócritas
ante la verdad y la simplicidad de la
palabra de Dios cuando no la pueden
utilizar para su bajeza de cobardes y para
su seguridad de ciegos moribundos!
¡ciertamente, los gusanos son más
inteligentes!
16. Podremos actuar o reposar
indistintamente cuando nos riamos por
igual de nuestros sabios trabajos y de
nuestros ridículos disfraces.
16'. Nuestra ausencia es lo que permite su
presencia y nuestro despojamiento es lo
que hace nuestra realeza.
17. Para los inspirados, la revelación.
Para los inteligentes, la instrucción.
Para los hábiles, el trabajo.
Para todos, la educación.
Para los brutos endurecidos y para los
granujas, el látigo.
Para los delatores, la muerte.
17'. Sólo el Señor conoce el rango y la
calidad de cada uno de sus enviados, y
hace que luzcan de distinta manera para
la enseñanza de los ignorantes, para la
salvaguardia de los creyentes, para la
iluminación de los santos y para la
resurrección de los Sabios.
18. ¿Quién puede morder un fruto jugoso
sin dar gracias al divino jardinero?
- ¿Quién puede contemplar la curva
perfecta de un seno de mujer sin loar al
magnífico artista?
- ¿Quién puede reposar desnudo sobre
la arena caliente sin sonreír a su Señor?
18'. Desgraciadamente, ahora el gusano
está en el fruto, el parásito en la arena, la
malicia en la mujer y la muerte nos
habita.
- ¿Quién nos liberará de la infección de
la putrefacta extranjera?
- ¿Quién nos devolverá el goce
completo de la vida sin mezcla?
19. ¿Quién puede sentirse vivo y sano sin
cantar un himno de amor a su creador?
¿Y qué otra cosa, si no, hacía nuestro
padre ADÁN en el jardín de Edén?
19'. ¡Oh, bello Señor de compasión, ven
a nosotros que te rogamos desesperada
y locamente en nuestros corazones
exiliados!
- Libera a tus pequeños bienamados
antes de que el horror los trague por
completo.
20. Ningún malvado entrará en la paz del
Señor y ningún malicioso descubrirá el
árbol de vida, ya que los malvados serán
aplastados por sus propias maldades y
los maliciosos serán enlazados por sus
propias astucias. Es la justicia de Dios,
que no coacciona a nadie, sino que da a
cada cual el salario que le corresponde.
20'. El que es violentado por los demás
puede hallar un defensor benévolo o
incluso huir o apiadar a su verdugo; pero
el que se violenta a sí mismo, ¿por quién
será defendido y por quién será liberado?
«El que está despierto y es fuerte en
Dios parece dormido y débil en el
mundo».
21. La creación es como la imaginación
de Dios coagulada por el verbo. El reposo
es como la imaginación divina licuada
por el Espíritu Santo.
21'. La vida come la vida y la vida se une
a la vida, ¿qué hay de irremediable y de
triste en ello?
22. La verdadera sabiduría no consiste en
vivir, cual ciego prudente, una vida
transitoria en este mundo mezclado; es
más bien buscar, descubrir y comer la
vida purgada de la muerte a fin de
volverse como ella, inmortal y puro.
22'. La sabiduría de los hombres no es
más que una acomodación forzada con la
podredumbre de la muerte.
- La sabiduría divina es la posesión de
la vida eterna y la liberación de la muerte.
23. Los libros santos y Sabios son muy
necesarios para conocer al Señor, pero
una azada y una regadera no son inútiles
para acercarse a la santa Madre.
23'. Hay una gran diferencia entre la
inteligencia de los hombres y la de Dios,
pero pocos lo comprenden.
24. Los que siembran el amor serán
liberados por el amor. Los que siembran
el odio serán aplastados por el odio. Con
un poco de paciencia, la cosa es fácil de
verificar en el mundo.
24'. La realidad es lo que el hombre
encarna con la suficiente nitidez como
para volverlo sensible en el mundo.
- El ideal es lo que el hombre no
encarna con la suficiente potencia como
para darle vida y cuerpo aquí abajo.
25. A quien se ocupa de su propia
felicidad y de su propia salvación no
le tienta turbar el mundo con el falaz
pretexto de salvar a los hombres y darles
su felicidad y su paz, que para los otros se
llaman en realidad: «violencia, coacción,
esclavitud, miseria, desespero y muerte».
25'. Las únicas ocupaciones serias aquí
abajo no son el trabajo, el placer, la
ganancia, el poder o la gloria, sino con
toda certeza, la contemplación, la
plegaria, el amor y la vida que germina
en nosotros y alrededor nuestro
constantemente.
26. Quien no se violenta es un hombre
Sabio, feliz y amado, ya que tampoco
tiene la tentación de forzar la naturaleza
ambiente ni las demás criaturas.
26'. La verdadera suerte es estar
lo suficientemente reposado, ser lo
suficientemente gratuito y estar lo
suficientemente vacío para oír la voz
interior de Dios y recibir su bendición sin
trabas.
27. ¡Oh, creyentes de Dios!, reconoced la
autenticidad de la voz que os llama a la
regeneración terrestre y a la unión celeste.
«¿Acaso nos acercaremos siempre a
Dios y a sus santos para mendigar
sórdidamente y jamás para alabar con
gratuidad?»
27'. Los ignorantes y los hipócritas se
presentan como vigilantes tristes, severos
y aburridos, mientras que los santos de
Dios son apasionantes, alegres y libres.
Tan complicados y siniestros son unos
como sencillos y rectos los otros.
28. El mayor error para el hombre es
como la mayor duda y la mayor timidez
hacia Dios; e, inversamente, la mayor
verdad es como la mayor fe y la mayor
familiaridad con él.
28'. Quien ha usado el Libro empieza a
vivir con Dios.
- Quien lo ha comprendido empieza a
vivir en Dios.
- Quien lo ha experimentado empieza a
vivir Dios.
29. La creación es un secreto de Dios que
muy pocos han conocido o conocerán
claramente, y esto humilla a los
inteligentes del mundo, que no pueden
llegar a penetrarlo con su pequeña
inteligencia.
29'. También hay muchos incrédulos,
pero hay muy pocos Hijos de Dios
dispuestos a manifestar lo increíble; pues
entonces, ¿dónde estaría el mérito de
nuestra búsqueda? Y ¿cómo se
establecería la jerarquía del mundo
futuro?
30. El verdadero Sabio es como un niño
pequeño que sigue la naturaleza divina y
que se hace obedecer por los elementos,
sin sorprenderse en absoluto por ello.
30'. Dios ha reposado en el hombre puro
para gozar de su propia creación tan
maravillosa y variada.
31. Si caemos o si creemos caer,
mantengamos los ojos fijos en nuestro
bello Señor de eternidad en lugar de
analizar el barro donde nos debatimos
lamentablemente desde la primera caída,
pues no son la inteligencia ni la mano del
hombre las que separan lo verdadero de
lo falso y salvan de la muerte, sino la
gracia y el amor del Señor muy sabio y
todopoderoso, que perdona y libera a sus
hijos bienamados.
31'. Habiendo renunciado al barro de
afuera, mi Señor me dio una perla;
habiendo renunciado a la perla, me
ofreció un diamante; habiendo renunciado
al diamante, me presentó un rubí;
pero como yo no alargaba la mano
codiciosamente, se dio él mismo y yo
comí a mi Bienamado con prudencia para
no morir de su gran perfección.
«¡Oh, sabor único del viviente de
eternidad!»
32. La generosidad hacia los demás y
hacia uno mismo es la mejor inversión
que pueda hacerse en este mundo y en el
otro; demos, pues, algo de nuestros bienes
antes de que todo nos sea arrebatado y no
neguemos nuestra ayuda a los humildes
buscadores de Dios.
32'. Finalmente, cada uno tendrá que
habérselas con las imágenes buenas o
malas de su fe particular. Sólo quien haya
esperado a Dios sin imaginar nada gozará
plenamente del reposo y de la libertad del
Único.
33. No hay nada que esperar en medio de
los impíos y de los mediocres.
Tampoco hay nada que esperar entre los
inteligentes y los sabios del mundo.
Sobre todo, no hay nada que hacer en
compañía de los hipócritas y de los
malvados.
33'. Nuestro prójimo es el que se
despierta a la realidad de Dios y no el
que se duerme en el sueño de la bestia.
«¿Quién puede alardear de conversar con
su Señor en medio de la mala compañía?»
34. No importunemos constantemente a
los Sabios hijos de Dios con preguntas
indiscretas y vanas; esforcémonos más
bien en percibir silenciosamente el
pensamiento de su corazón, que nos
conducirá a la vida y al reposo del
esplendor del Único.
34'. ¿Quién nos conducirá hasta la
morada del Sabio de Dios y quién nos
introducirá hasta él? ¿Quién nos mostrará
el lugar santo y quién nos descubrirá la
luz que lo habita en secreto? ¡Oh, pesebre
oculto!, ¡oh, secreto primero y último!

35. Busquemos imprudentemente al
viviente que puede salvarnos de la fosa
de inmundicias, y huyamos de los
agonizantes y de los muertos que nos
arrastran hacia sus tinieblas imbéciles y
satisfechas.
¡Cuántos sabios mundanos sobre
quienes se ha olvidado colocar la etiqueta
«facticio!»
35'. Muchos están dormidos hasta el
punto de olvidarse en ocupaciones vanas
o siniestras, y muy pocos están lo
suficientemente despiertos como para
buscarse en los libros santos y
encontrarse bajo el velo de la creación
mezclada.
36. No son sabios ni pensadores lo que
nos hace falta, sino más bien, un solo
Sabio conocedor y un solo santo poseedor
del secreto de Dios.
36'. ¡Oh, santa luz de vida que luces en
las tinieblas del fin!, ¿cuántos han visto tu
salvación? Y ¿cuántos la verán antes del
juicio definitivo?
37. No nos corresponde desvelar ante
todos la secreta belleza de la creación
de Dios, nos corresponde, solamente,
afirmar su existencia en el corazón del
hombre y del Universo.
37'. ¡Oh, vida fugitiva, el Señor del cielo
te fecundará y te fijará en la paz del oro
santo, y tu gloria iluminará los mundos y
tu virtud apagará la sed de los creyentes
del Universo grandioso!
38. ¡Cuán indiferente y ligero se nos
vuelve todo cuando saboreamos el amor
y la libertad del Único, y cuánto nos
desgarra y aplasta todo cuando nos
apegamos apasionadamente a los seres y
a las cosas del mundo transitorio!
38'. No temamos tanto pecar en detalles,
temamos más bien no amar a Dios y a sus
criaturas como se debe, y tengamos
miedo de comportarnos como hipócritas
satisfechos en este mundo dividido y
oscurecido.
39. Señor, proporciónanos la ausencia de
nosotros mismos para que gocemos de tu
presencia santa y para que encontremos tu
verdad oculta que salva de la muerte.
39'. Haz que no oigamos más que tu voz
verídica, haz que no veamos más que tu
faz radiante, haz que no recibamos más
que tu soplo vivificante, ¡oh, belleza santa
y velada!
40. No basta con estudiar, también es
necesario comprender lo que estudiamos.
Y ¿para qué comprender, si no
experimentamos en nosotros mismos la
verdad de Dios?
40'. La plegaria y la alabanza no son un
fin en sí mismas, sino más bien el
aprendizaje del silencio en Dios, que es lo
único que nos instruye plenamente.
41. Muchos se han vuelto siniestros a
fuerza de tomarse en serio; roguemos,
pues, al Señor para que nos enseñe a reír
de nosotros mismos antes de que la
trampa del mundo se haya cerrado sobre
nosotros para siempre.
41'. Dios es libre y viviente, por eso
también entiende como es debido el
humor absurdo de la muerte y la libertad
asombrosa de la vida. «¡Viva nuestro
Señor el fuego que se encarna en nuestra
dama el agua!»

42. Las religiones de las lágrimas y
del arrepentimiento son para los seres
extraviados en la muerte. La religión de la
alegría y de la libertad es para los Hijos
de Dios reencontrados en la vida.
42'. No obtendremos aquí abajo ni en
ninguna otra parte más de lo que
podamos oír, ver y saborear sin peligro de
perecer, ya que el Señor no violenta a
nadie, ni siquiera por el don inestimable
de la vida eterna.
43. ¿Quién tendría la inteligencia de
escuchar en sí mismo la voz del Altísimo
y quién tendría la sabiduría de
conformarse a ella? Ese vería que la
mayor sumisión a Dios engendra la
libertad perfecta en este mundo y en el
otro.
43'. La buena voluntad en Dios no
violenta nada, ni siquiera a uno mismo.
La buena voluntad en uno mismo lo
violenta todo, incluso a Dios.
«¿Quién desnuda la almendra y quién
hace germinar la simiente? ¿Acaso no es
el espíritu del Señor todopoderoso?»
44. Los prudentes que ahora rechazan la
Escritura se convertirán en los guardianes
de las palabras preciosas. ¡Oh, humor
muy sutil del Perfecto, que hace guardar
por los ciegos la luz de los hijos del cielo!
44'. La verdadera libertad es como una
santa locura que se conoce y se guarda en
Dios.
«¿Quién podría impedir a los Hijos de
Dios entrar en posesión de su herencia
santa?»
45. Diez años han sido necesarios para
escribir el Libro, así pues, ¿quién se
negaría a leerlo durante el mismo tiempo
antes de formular preguntas inútiles?
«Cuánto más agitemos el barro más se
enturbiará y cuánto más lo dejemos
reposar más se decantará de forma
natural».
45'. Queriendo ir directamente a la luz de
vida, corremos el riesgo de extenuarnos
contra el vidrio de la razón humana y no
sentir la corriente de aire de la inspiración
divina que viene de la puerta estrecha,
escondida en la sombra de nuestra prisión
terrestre.
46. La utilidad del sufrimiento es
hastiarnos de nuestro exilio en este
mundo mezclado de muerte.
46'. Quien lo sabe todo es como quien no
sabe nada, pero con la diferencia de que
el primero es libre, mientras que el
segundo es esclavo.

46". Las prohibiciones, las separaciones,
las limitaciones y los juicios ciegos están
dentro de nuestras cabezas y de nuestros
corazones antes de estar en nuestras casas
y en el mundo.

47. Cuando se pregunte a quien ha vivido
santamente en esta tierra en unión
con Dios: «¿Qué has hecho bien?»,
contestará: «Nada», ya que sólo los
malvados se excusarán con la vana
esperanza de ocultar sus crímenes
innumerables.
47'. Nuestro silencio es lo que permite a
Dios enunciar en nosotros su verdad
santa, y nuestro reposo es lo que le
permite realizar en nosotros su perfección
última.
«Sobriedad, Simplicidad, Soledad,
Salvación, Santidad».
«Solución, Sal, Salud, Socorro,
Sabiduría».
48. Subamos por la escalera del amor y
del conocimiento sin vanas discusiones
sobre la manera de empuñar los barrotes
y sin vanos lamentos por lo que dejamos
abajo.
48'. Henos aquí sumergidos por los sabios
y los inteligentes del mundo, que nos lo
explican todo, pero que no nos dan nada
de la vida imperecedera.
49. El gran hombre es el que atrae a Dios
adentro de su corazón, lo fija en cuerpo y
lo manifiesta en sí mismo y en el mundo.
49'. No se trata aquí de disputar por
palabras, se trata más bien de encontrar al
Dios que nos libera de la muerte.
50. Seamos pecadores que hacen a veces
el bien, antes que devotos que hacen a
menudo el mal.
50'. Todo lo que es noble, generoso y
grande asusta a los seres mediocres y
suscita su odio. «Sólo el amor podría aún
salvarlos».
51. Nadie podría odiar a aquellos por
quienes ruega ante Dios, ya que son como
las arras de su victoria sobre la muerte
que nos ha dispersado aquí abajo.
51'. Observemos que la acción de Dios
tiende a unir suavemente, mientras que la
acción del demonio tiende a separar
brutalmente.
52. Cuando hayamos alcanzado la
perennidad de la vida oculta, lo
soportaremos todo en silencio y
asistiremos a las catástrofes del absurdo
sonriendo.
52'. Seremos iluminados por lo que no
habremos inventado y seremos salvados
por lo que no habremos hecho. (Palabra
extraña para los inteligentes y para los
sabios de este mundo).
53. Debemos amar a Dios y a sus
criaturas por sí mismos y por lo que son
realmente, y no por nosotros mismos
y por lo que parecen ser. Tal es el
verdadero amor.
53'. La verdad escandaliza a los
ignorantes, por eso permanece velada en
el mundo y sólo es mostrada a aquel que
ha renunciado a toda pasión y a todo
juicio humanos.
54. El Libro no es para los sabios del
mundo, ni para los satisfechos, los
agitados, los vendidos, los impíos o los
sectarios. Y, sobre todo, no es para los
hipócritas.
54'. ¿Ya no hay sobre la tierra más que
hombres satisfechos de su pequeña
inteligencia y tranquilizados por su
miserable razón? ¿Ya no hay aquí abajo
más que rumiantes de ignorancia y
saciados de vanidad?
55. Hundidos en el barro, debemos
lavarnos cotidianamente. Dando vueltas,
debemos perseverar en nuestro camino
hacia Dios. Ciegos y sordos, debemos
buscar la luz del Perfecto y escuchar su
palabra santa.
55'. El reposo, el silencio, la plegaria, la
meditación, el olvido de sí mismo son los
medios para llegar a la presencia divina y
a la comunión con Dios, que nos
proporcionará todo lo que le pidamos.
56. Muchos creen ser astutos con Dios,
sin ver que es Dios quien se ríe de ellos.
«¡Lamentable ceguera, triunfo
irrisorio!»
56'. Después de haber rogado al Señor
generoso, añadamos siempre esto:
«Satisfaz mi deseo, Padre todopoderoso,
si ello no ha de perjudicarme ni
perjudicar a tus hijos».
57. Quien retiene su lengua evita la más
frecuente ocasión de pecar que pueda
haber.
57'. El hombre de peso y la mujer elevada
engendran el mundo perfecto.
58. La libertad y la potencia primeras son
como la salida de la conciencia individual
y como la inmersión en la conciencia
divina, donde Dios actúa y reposa
eternamente.
58'. Todas las disputas por palabras
carecen de valor si se considera la
realidad tangible del Señor encarnado que
nuestros ojos ven, que nuestras manos
tocan, que nuestra boca saborea y que
nuestro corazón cobija secretamente.
59. La verdadera fe en Dios y en su
salvación sólo puede nacer y crecer en la
absoluta libertad de la elección particular.
59'. El Padre está oculto en el Hijo, como
el Hijo está oculto en la Madre y como la
Madre está oculta en las tinieblas de
nuestros corazones.
60. Volvámonos lo bastante pobres y
sencillos a fin de que nadie pueda
robarnos ni humillarnos, o bien
volvámonos lo bastante ricos e instruidos
a fin de que nadie sea capaz de
empobrecernos ni decepcionarnos.
60'. Si Dios habita en nosotros y nos
sumerge, también haremos las obras de
Dios como Hijos bienamados colmados
por el amor. «¡Qué bueno es escuchar a
nuestro Dios y cuán maravillosamente
nos fecunda su verbo cuando somos
hallados puros, sencillos y creyentes!»
61. Se necesita una generosidad loca y un
amor insensato para perdonar y bendecir
a nuestros enemigos, pero es necesaria
una santa humildad para pedirles perdón
por tener razón contra su odio y su
ceguera.
61'. Si Dios no pasa dentro de nosotros y
si nosotros no pasamos dentro de nuestro
prójimo, no podremos recibir y transmitir
la bendición que salva de la muerte.
«Los malvados se castigan por su
maldad, rechazando el socorro del Señor
y el de los hombres santos y Sabios».
62. Que cada cual honre a Dios dentro del
tabernáculo secreto de su corazón y que
cada cual escuche al profeta interior que
le conducirá al Muy Único, al Muy
Perfecto, al Muy Viviente, al Muy Puro.
62'. Todo nos es posible, Señor, cuando
apareces en nosotros, pero cuando te
retiras, henos aquí más impotentes y
estúpidos que las piedras del camino.

63. El amor, la belleza y el don repugnan
a los mediocres y a los hipócritas, ya que
ellos mismos están llenos de odio y
son feos y vulgares; por eso intentan
mancillar y ahogar todo lo que les supera.
63'. El Señor es quien nos vuelve santos y
vivos para siempre, pero nosotros somos
quienes concedemos o denegamos la
entrada secreta de nuestros corazones.
64. Dios es quien nos marca para la
búsqueda de la vida y él es quien
nos conduce a la meta cuando somos
humildes, amantes y obedientes a su ley
de amor.
«La unión del cielo y de la tierra hace
aparecer la luz del Perfecto».
64'. Los Sabios y los santos transpiran a
Dios a pesar de ellos y sólo en esto
consiste su virtud. «De este modo, lo que
hacemos no es nada; es lo que Dios hace
en nosotros que lo es todo».
65. Nuestras manos son impotentes para
triar la vida de la muerte, y el humilde
conocimiento de esta verdad es lo único
que permite a Dios y a la naturaleza
realizar nuestra liberación aquí abajo.
65'. El santo Nombre de Dios es una
realidad viva y palpable que lo puede
todo. Es un misterio que muy pocos han
conocido o conocerán.

65". Seamos piadosos y creyentes,
seamos sencillos y pacientes, seamos
sobrios y apacibles, y cultivemos la tierra
del jardín de Edén con la ayuda del Señor
todopoderoso.

66. El amor penetra, el amor anima, el
amor exalta, el amor multiplica, el amor,
unifica en el esplendor.
66'. Por la pureza de la gracia es como
imantamos el amor divino y encarnamos
a Dios en nosotros.
67. Los sabios y los inteligentes del
mundo quedarán muy decepcionados al
leer el Libro y dirán: «Esto no tiene ni
pies ni cabeza», ya que, justamente, el
Libro es un círculo que guarda el alma y
que le habla adentro.
67'. La palabra de Dios primero humilla
nuestra razón, luego comunica
secretamente su luz al alma, antes de
iluminar el espíritu, si estamos atentos y
somos perseverantes en nuestra búsqueda
santa.
68. ¿Quién presentará al Altísimo un
espejo de amor y de pureza para que él
habite de nuevo entre nosotros en el
esplendor primero y último?
68'. Nuestra virgen ha concebido bajo la
mirada del Altísimo y nos ha dado un
Hijo que ha vencido la muerte y que
perfeccionará a todos sus hermanos
lisiados.
69. Ya no hay azar y ya no hay duda para
el que fija a Dios en espíritu y lo alberga
dentro de su corazón. Ya no hay ni
tribulaciones ni muerte para el que es uno
con el Perfecto dentro de su luz santa.
69'. Aquel que ha visto al Señor, lo ha
tocado y lo ha saboreado ya no tiene fe, ni
temor, ni esperanza, pues la posesión de
la vida lo ilumina y lo anima plenamente
en la certeza experimental del Único.
70. Si deseamos permanecer vivos,
debemos imantar en nosotros la vida
celeste para que, a su vez, nos atraiga
hasta ella, donde ya no hay lugar para la
muerte.
70'. ¿Quién ha visto la luz de Dios brillar
sobre la tierra de los muertos?
- ¿Quién ha visto el oro del Señor
fecundar la tierra de los hombres?
- ¿Quién ha visto al Salvador
perfectísimo multiplicarse en la tierra de
los vivientes?
71. Muchos sienten la nostalgia y el deseo
secreto de Dios y están profundamente
turbados y desolados por ello, pues no
saben a quien va dirigido su amor.
71'. El amor sincero por Dios y el deseo
ardiente de su conocimiento son los que
provocan las condiciones de nuestro
encuentro y de nuestra unión con el
glorioso viviente.


¿De qué le serviría a un hombre ganar
el mundo si perdiera su alma?
JESÚS

En todo y por encima de todo, reposa
en Dios, ¡oh, alma mía!, porque él es el
reposo eterno de los Santos.
IMITACIÓN DE J.C.

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