jueves, 12 de febrero de 2015

La Muerte en Otros Reinos - en you tube -



Nuestra existencia en el plano terrestre es compartida con el mineral, el vegetal y el animal. Al primero de ellos se le considera inerte, lo cual resulta ser falso para el investigador espiritual quien descubre al observar con la visión interna que todas las cosas del universo están vivas. La vida que anima a éstos seres evoluciona a un ritmo más lento. El ciclo vital del mineral está asociado a los ciclos planetarios y sus transformaciones son imperceptibles para el hombre. Los minerales más avanzados que forman los cristales, nacen crecen y mueren en períodos de millones de años. Las estructuras materiales constituyen los cuerpos de Espíritus en evolución que han comenzado su diferenciación y desarrollo mucho tiempo después que nosotros. Actúan desde fuera de sus cuerpos, desde el interior de la Tierra, y su conciencia es equivalente a la del trance profundo. Constituyen colectividades agrupadas en torno de ciertos espíritus directrices pertenecientes a Jerarquías más elevadas llamadas Espíritus Grupo, haciendo parte de ellos. No son conscientes ni de la vida ni de la muerte en forma individual. 

El reino vegetal pertenece a una oleada de vida más adelantada que el mineral. Su consciencia es equivalente a la de sueños sin ensueños. El Espíritu del vegetal actúa desde afuera y pertenece también a un Espíritu colectivo agrupado en torno a una Jerarquía superior dentro de la cual se diferencia. Los Espíritus-Grupo de las plantas son algunos Ángeles rezagados quienes de esta manera compensan el tiempo perdido en su oleada de vida, y tratan de alcanzar el nivel de sus hermanos más avanzados. Los vegetales poseen cuerpo Físico y Etérico únicamente. Al morir, se rompe la conexión entre éstos y el Espíritu y las experiencias vividas son asimiladas por el Espíritu-Grupo quien las archiva, sacando de ellas la quinta esencia, para devolverla posteriormente al Espíritu vegetal cuando éste vuelva a diferenciarse en otra encarnación. Las plantas no son conscientes de la muerte. Por no poseer cuerpo Astral están carentes de sufrimientos emocionales y no son responsables ante la Ley de Consecuencia. 

El reino animal también es dirigido por Espíritus-Grupo, los cuales son cierta clase de Arcángeles rezagados, quienes prestan esta ayuda para alcanzar a sus contemporáneos. El animal tiene cuerpo Físico, Etérico y Emocional, y es capaz de experimentar el sufrimiento pero sin ser responsable ante la Ley del Karma por sus actos. Su nivel de sensibilidad los hace sentir la muerte, aunque no son completamente conscientes de ella, pues su consciencia pictórica es equivalente a la del sueño con ensueños. Sin embargo, el animal es un ser muy sensible a quien sólo le falta el eslabón de la mente para alcanzar a la Jerarquía Humana. Al morir va al plano Astral y las experiencias de su vida son procesadas por el Espíritu Colectivo de cada especie, para ser devueltas a cada Ego animal cuando encarne nuevamente. En la actualidad, los animales tienen muchas reencarnaciones en forma rápida debido a la matanza cruel a que son sometidos por los humanos por deporte, por contaminación o para alimentarse. La creencia de que el hombre necesita el alimento animal para sobrevivir es una falsedad demostrada actualmente por los millones de personas vegetarianas que habitan el planeta. Tal superstición causa la muerte de cientos de miles de animales diariamente, en condiciones muy crueles, lo cual hace que el mundo del deseo circundante se llene de emociones bajas de odio, resentimiento y venganza que ellos experimentan cuando son sacrificados. El animal es un ser que realmente siente y su nivel de conciencia es suficientemente alto como para que su ciclo vital sea respetado. Un gran Karma está siendo constantemente acumulado por la humanidad carnívora por este asesinato continuo de criaturas indefensas, pues el aniquilamiento de uno de estos seres es considerado como una grave falta ante la Ley Cósmica. 

El hombre carnívoro, aunque no mate directamente al animal es copartícipe del acto e igualmente reo, pues no es una verdadera necesidad humana el alimentarse de los cadáveres de estos hermanos menores. Por el contrario, el consumo de carnes es nocivo para la salud física, emocional y espiritual. Quien haya visto la angustia, la tristeza y el sentimiento de injusticia reflejados en la mirada del animal que va a ser sacrificado, podrá percibir que es un ser verdaderamente sensible en alto grado al dolor y al sufrimiento. 

La muerte es un proceso de transformación que es común a todos los reinos del planeta aunque el grado de conciencia que se experimenta en tal vivencia es muy diferente entre unos y otros. Sólo el hombre pasa por una vida purgatorial y celestial. Los demás seres van inconscientemente a los mundos internos en la etapa postmortem pero también las experiencias de cada encarnación son muy valiosas para ellos y constituyen la base de su propia evolución.
...................................................................................................
................................................................................................................

del libro  "El Misterio de la Vida:  Antes y después de la muerte"
José Vicente Ortiz Zárate

digitalizado por JMF12-2-15
*


No hay comentarios:

Publicar un comentario