Preámbulo:

Desde pequeños, todos hemos oído hablar de lo importante que es tener una buena circulación sanguínea...

Claro, que saber cuáles son sus funciones dependerá de lo atentos que estuvimos en clase cuando el "profe" lo explicaba.

Ahora, intentaremos dar algunas nociones sobre el tema.

La Circulación Sanguínea

Principalmente, la sangre, es el medio de transporte de sustancias tales como:

-Los nutrientes (sustancias anabólicas)
-El oxígeno
-Las hormonas
-Los anticuerpos (defensas naturales)
-Los residuos (sustancias catabólicas)
-Electrolitos (sodio, calcio, magnesio, potasio)
-Las vitaminas
-El Calor
-El dióxido de carbono

El líquido (la sangre) circula por unos canales (venas y arterias).

Su función es vital para mantener vivo al organismo.

De la fluidez de aquello que transporta depende la eficacia en sus funciones.

En ocasiones, algunas sustancias como:
-cristales de acido úrico
-depósitos inusuales de calcio
-residuos de desecho...etc.

Se depositan en dichos canales y producen una obstaculización.

El flujo se hace lento y hasta puede interrumpirse.
Otros residuos que vienen detrás tenderán a acumularse donde se encuentra la obstrucción aumentándola.
Los órganos cercanos a la obstrucción se verán implicados y afectados en sus funciones. No les llega la sangre con la fluidez necesaria.
COMIENZA EL DESORDEN...

Por lo tanto, la sangre hace posible nuestra supervivencia.

Es indispensable un flujo adecuado.

Nosotros con el masaje estimulamos el flujo circulatorio desde dos perspectivas:
- Local
- Reflexológica

Estimulación sanguínea a nivel local

Los pies son la parte más baja de nuestro cuerpo.
Los residuos tienden a acumularse en esa zona.
Los capilares sanguíneos quedan obstruidos o “entaponados” con los residuos.
Esa falta de circulación fluida por los capilares más bajos, impiden la circulación de retorno, la subida hasta el corazón.

Masajeando esas zonas disolvemos en gran medida los residuos y la sangre vuelve a fluir adecuadamente.

Por eso decimos que con el automasaje reflexológico estimulamos a nivel local la circulación.

Estimulación sanguínea a nivel reflexológico

Cuando masajeamos una zona refleja y mandamos un estímulo nervioso al órgano comprometido, ese órgano se afecta y “hace lo que tiene que hacer” con energía renovada.

En esa actuación renovada del órgano, sea cual sea, siempre interviene el flujo circulatorio (para llevarle oxígeno, hormonas, sodio, recoger residuos, etc.).

Ya sabemos que la sangre transporta todo aquello que necesitan nuestras células. Cuando las células hacen aquello para lo que están programadas, la sangre tiene que estar presente con su flujo.

Por eso, decimos que a nivel reflexológico, a distancia de los órganos, nosotros con nuestro automasaje estimulamos la circulación sanguínea.

Salud-os, Adela Carrasco

http://reflexologiaparati.lacoctelera.net/post/2006/07/30/la-base-cientifica-la-reflexologia-teoria-la

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