martes, 3 de noviembre de 2015

El Mensaje Reencontrado LIBRO XXXVI


LIBRO XXXVI


Ninguno de los que fueron invitados
saboreará mi cena.
JESÚS

Se rechaza el último lugar y así se
pierde el primero.
LAO TSE

REINE VEUT
 REY SALVA
1. Valiente en la búsqueda de Dios.
Holgazán en la del mundo.
1'. No ignores tu fundamento y no lo
desprecies cuando lo hayas reconocido.
2. Quien busque el misterio de unión y de
vida sin la bendición y sin el amor de
Dios, no encontrará más que la dispersión
y la muerte. Ciertamente, estas palabras
son verídicas.
2'. Así pues, tengamos mucho cuidado
en no imitar a los profanos que piensan
violentar impunemente el secreto de Dios,
como hacen ahora los pueblos extraviados
y rebeldes en el mundo.
3. ¡Oh, creyentes que agonizáis en este
mundo de exilio!, buscad al Señor Dios
con todas vuestras fuerzas y ayudaos
mutuamente de todas las formas posibles,
a fin de que el mundo no os entierre antes
de la venida del Salvador.
3'. Cuando hayamos unificado la palabra
de Dios en el conocimiento de Dios, ya no
habrá más que silencio admirativo y júbilo
intenso en nosotros mismos.
4. Los inteligentes del mundo consideran
la enseñanza del Libro como una cosa
abstracta, cuando de hecho se trata de la
cosa más concreta del Universo, que es la
unión del cielo y de la tierra.
4'. Si conocieran la enseñanza de las
demás Escrituras, también conocerían el
significado de ésta; pero su vanidosa
pretensión los ciega totalmente.

4". Dios se burla de ellos y los ridiculiza
ante los simples niños más allá de toda
expresión.

5. Las condecoraciones profanas nos
permiten reconocer a los hijos del
demonio, pues son tinieblas en las
tinieblas.
5'. Las manifestaciones santas nos
permiten reconocer a los hijos de Dios,
pues son luz en la luz.
6. Observemos hasta qué punto la gente de
esta nación se ha mostrado ciega y sorda
en lo que concierne a la belleza y la
verdad del Libro revelado. Observemos
hasta qué punto ha permanecido estúpida
y muda ante la evidencia de la luz
manifestada.
6'. Así pues, tengamos mucho cuidado con
lo que aparece en nosotros y alrededor
nuestro, a fin de no hollar como bestias
brutas la salvación de Dios que aparece en
el mundo bajo el velo de la creación
señorial.
7. El que cree saber se cierra a toda
instrucción, y el orgulloso se excluye de la
gracia y de la inspiración de Dios.
7'. Para algunos, el Libro será una piedra
que sellará su tumba, pero para otros será
una piedra que renovará su vida.
8. Si al menos hubiéramos ignorado la
existencia del mensaje, seríamos culpables
a medias, pues la palabra del Viviente
se había borrado y como velado para
nosotros en la noche del olvido, dirán los
condenados el día del juicio.
8'. Pero se ha manifestado de nuevo ante
nuestros ojos y ha resonado en nuestros
oídos con una claridad deslumbrante y la
hemos rechazado estúpidamente, siendo
nuestra última oportunidad de salvación.
Desgraciadamente, hemos tomado las
tinieblas por la luz y la luz por las
tinieblas.
9. ¿Esperaremos a ser una multitud que
cree en el Libro de la verdad de vida para
ser tranquilizados en nuestra fe renovada?
9'. El gran número de creyentes o de
incrédulos es una seguridad ciega y vana
en lo que concierne a la verdad de Dios.
10. No nos entreguemos al trabajo del
mundo como esclavos desaforados para
satisfacer deseos siempre renovados, pues
entonces ni la mano del hombre ni
la de Dios podría ya liberarnos del
embrutecimiento de la muerte espiritual.
10'. Mantengámonos en la suficiencia de
la pobreza y tendremos todo el tiempo
necesario para la búsqueda del Perfecto,
que se encarna en la maravillosa virgen
revelada a los simples y a los Sabios hijos
de Dios.
11. Este puede empezar por el crimen y
acabar en la santidad, y aquel puede
comenzar por la fe en Dios y terminar en
la rebelión mortífera.
11'. ¿Quién conoce el itinerario de la luz a
través del hombre salado por el fuego? Y
¿quién conoce la vía de las tinieblas en el
hombre desalado por el agua?
12. ¡Oh, pusilánimes de todas las
naciones!, aprended de vuestro corazón a
conocer la belleza y la verdad de Dios allí
donde aparece y no sólo donde se os dice
que está.
12'. Un día, saborearemos el alma, el
espíritu y el cuerpo del Señor Dios unidos
en UNO y saldremos del exilio de este
mundo mortal alabando y bendiciendo su
santo NOMBRE por la eternidad.
13. Los más instruidos entre los
estudiantes de las santas y Sabias
Escrituras interpretan los misterios divinos
como los símbolos de la renovación
espiritual del hombre extraviado en este
mundo.
13'. ¿Cuántos entre ellos comprenden que
estos Santos Misterios describen también
la regeneración corporal del hombre
crucificado aquí abajo?


14. No hemos seguido al hijo celeste
encarnado sobre la tierra. ¿Seguiremos al
hijo terrestre establecido en el cielo?
14'. ¿Comprenderemos que es el Único
quien desciende y asciende siempre a fin
de mostrarnos el camino de la vida que no
perece?
15. Señor misericordioso, otórganos lo
necesario, a fin de que también podamos
dar lo necesario a los que nos lo piden.
15'. Señor generoso, otórganos la
superabundancia de la vida, a fin de que
podamos dar en tu NOMBRE sin contar.
16. Si hay un incapaz, un inútil, un
vagabundo, un idiota, un miserable al que
el mundo rechaza, que venga sin temor
hacia el Señor Dios, que lea el Libro de la
liberación y que se siente a la mesa del
banquete de la vida que no perece.
16'. Pues los hábiles, los trabajadores, los
sabios, los inteligentes y los bien provistos
del mundo se excluyen por sus vanidosas
pretensiones, por sus creaciones muertas,
por su saber profano, por su autoestima y
por su satisfacción del mundo caído.
17. Ciertamente, la salvación de Dios que
anunciamos y proponemos a los hombres
exiliados, parece increíble por ser
demasiado hermosa y demasiado pura en
este mundo oscurecido por la muerte.
17'. Así, los inteligentes la rechazan,
riendo sarcásticamente según su llana
y ciega razón. Sólo los simples y los
inocentes pueden recibirla, pues no
obstaculizan el milagro renovado de Dios.
18. ¿No hemos venido a predicar primero
a los pueblos más astutos, más incrédulos
y más rebeldes a fin de que, rechazando el
Libro de la ciencia, su suerte sea decidida
por ellos mismos sin recriminaciones
posibles en el día del juicio?
18'. Y ¿no hemos venido a predicar en
segundo lugar a los pueblos más sencillos,
más creyentes y más sumisos a Dios a
fin de que, recibiendo el Libro de la
salvación, su suerte sea asegurada por
ellos mismos sin error posible en el día del
juicio?
19. ¿No hay entre éstos un pequeño resto
por despertar, agrupar y salvar?
19'. ¿No hay entre aquellos una gran masa
por despertar, agrupar y salvar?
20. Los más sabios y los más inteligentes
toman las Escrituras reveladas por tratados
de historia y de moral.
20'. Los más santos y los más inspirados
toman estas mismas Escrituras reveladas
por tratados de ascesis y de mística.

20". ¿Dónde están los Sabios iluminados
de Dios que también saben reconocer en
ellas la ciencia oculta del Único Esplendor
que salva de la muerte?

21. Si no escuchamos la voz que
nos vuelve a llamar a la vida, seremos
despertados a puntapiés y degollados en el
matadero de la muerte, a pesar de
nuestros aullidos de bestias brutas.
Desgraciadamente, el infierno no es un
cuento de niños.
21'. El día del juicio todos seremos
interrogados sobre la enseñanza única de
los enviados de Dios. Los que la hayan
rechazado, desatendido, despreciado o
combatido tendrán su castigo. Lo que os
anunciamos aquí no es una broma vana,
estad seguros de ello.
22. Hemos tenido que vender el vino de la
tierra a los hombres para subsistir en este
mundo, y nos lo han pagado a su precio
dándonos las gracias.
22'. También les hemos ofrecido
gratuitamente el vino del Señor del cielo,
pero lo han rechazado burlándose de
nosotros.
23. Los incrédulos y los inteligentes del
mundo permanecen alelados y estúpidos
ante la palabra del Único, y la rechazan
como ajena a su naturaleza maligna.
23'. Los creyentes y los inspirados de Dios
reconocen la palabra Sabia y santa, y se
establecen en ella a fin de realizar su
naturaleza divina por la eternidad.
24. ¡Oh, Todopoderoso que permaneces
en unidad durante la eternidad de las
eternidades!, danos hijos innumerables y
preciosos como las estrellas de tu cielo de
gloria.
24'. A fin de que pueblen para siempre tu
reino reservado a los hijos reencontrados,
que hacen tu santa voluntad y manifiestan
tu santo amor.
25. El Padre es quien nos lo da todo
de su superabundancia, y el Hijo es su
prodigioso don de vida manifestado hasta
en este mundo de exilio.
25'. El Padre sólo atrae hacia él su
propia esencia y su propia substancia.
Por lo tanto, debemos necesariamente
convertirnos en Hijos de Dios para
alcanzar la unidad del Uno.
26. Así, el hombre domina el alimento
terrestre y lo transforma en él. Pero es
dominado por el alimento celeste que lo
transforma en Dios.
26'. Lo que repetimos aquí a todos los
creyentes es un gran misterio, pues es el
misterio de Dios que habita la pureza de la
vida liberada de la muerte.
27. Por lo tanto, sólo nos queda encontrar
al maravilloso Señor descendido del cielo
que ha dicho: «Comed, esta es mi carne;
bebed, esta es mi sangre».
27'. O bien, obtener de un sacerdote
secreto de Dios la comunión de este
prodigioso Señor que salva de la muerte.
«Orden de Melquitsedeq».
28. Pues, en este mundo oscurecido por la
muerte sólo conocemos y recibimos en
imágenes, como prefiguración del gran día
del juicio, en el que conoceremos y
recibiremos la realidad santa y palpable.
28'. Sin embargo. Dios ha permitido a
algunos de sus Sabios conocerlo en este
mundo, y ha permitido a algunos de sus
santos recibirlo aquí abajo, como las
primicias de la resurrección anunciada a
todos.
29. Así, ¿comprenderemos por qué está
dicho que el Señor Dios juzgará a los
vivos y a los muertos; a los vivos en
primer lugar y a los muertos a
continuación?
29'. Pues, incluso tener la gracia del don
de vida ya desde este mundo, no nos
dispensa del juicio último de Dios muy
justo.

30. ¡Oh, terrorífico misterio del
salvamento o de la perdición del hombre
extraviado en la mugre de la muerte!
30'. Nos fundimos de terror, nuestros
dientes castañean y nuestro pelo se eriza a
pesar de nuestra loca esperanza.
31. Este libro no nos enseña nada, dicen
los eternos informados del siglo, pues
buscando recetas, aquí no las encuentran;
o bien, delirando en la abstracción
del vacío, tropiezan con la piedra de
fundación que su miopía les impide ver.
31'. Así, finalmente permanecen
prisioneros en la fosa de la muerte como
bestias que yerran a tientas, recitando las
sentencias de los Sabios y alardeando de
sus máximas que no comprenden ni
aplican.
32. La fe de Dios es rechazada por los
impíos, pero la ciencia de Dios también es
rechazada por los creyentes en este mundo
entenebrecido.
32'. Así, todos se excluyen de la liberación
inmediata de Dios, excepto los hijos de
Dios, que le buscan ya desde este tiempo
oscuro.
33. Algunos inteligentes de Dios subsisten
entre la multitud de inteligentes del mundo
como la brasa permanece oculta bajo las
cenizas muertas.
33'. Así, algunos blancos seguirán siendo
herederos de la doctrina celeste entre la
multitud de muertos orgullosos.

33". Estos, que son los mensajeros
benditos de Dios, ¿no serán también los
mensajeros que bendecirán a los pueblos
de color llamados a Dios?

34. No utilicemos las armas de los
malvados para combatirlos y rechazarlos.
Utilicemos la fe, la oración y la caridad
del amor que los ganarán para nuestra
causa o los destruirán milagrosamente.
34'. La bendición de vida que no
es recibida se convierte en maldición
de muerte para los malvados. Así,
dominaremos a los malvados siendo
mejores que ellos en todo y para todo.
35. Recemos, pues, por los que nos
oprimen a fin de que la palabra de Dios
sea para ellos como un juicio que los haga
germinar o los deseque aquí abajo.
35'. Si nuestra fe y nuestro amor en Dios
son perfectos, convertiremos a nuestros
perseguidores, o bien, el fuego del cielo
los consumirá ante nosotros.
36. Así pues, que cada comunidad
rece relevándose noche y día por sus
perseguidos y por sus perseguidores, hasta
que el milagro de Dios se vuelva evidente
para todos.
36'. Bendigamos a nuestros perseguidores
en nuestros corazones en nombre de Dios,
pues según lo que sean en realidad, la
santa piedra los iluminará y elevará, o
bien, los cegará y aplastará.
37. Respondamos a la maldad con la
caridad, pero permanezcamos separados
de los malvados y de sus doctrinas de
muerte mientras duren su maldad y su
orgullo.
37'. Los hijos se volverán esclavos y los
esclavos, hijos queridos de Dios, pues los
hijos desprecian ahora la herencia
santa que los esclavos reciben con
agradecimiento.
38. Si surge un conflicto entre nosotros, es
porque el Espíritu de Dios ya no está en
nosotros, y si juzgamos que este conflicto
está fuera de nosotros, es porque el amor
de Dios ya no está en nosotros.
38'. Así, la voz secreta de nuestros
corazones es lo que debemos escuchar, y
el juicio de Dios es lo que debemos
esperar, pues el amor es un vaivén que
separa en nosotros la luz de vida de las
tinieblas de muerte.
39. Roguemos, pues, al Señor Dios en
nuestros corazones antes de juzgar nada y
concedámonos un largo plazo antes de
excluir nada, pues nuestros corazones se
han vuelto sordos y nuestras manos se han
vuelto ciegas en este mundo velado de
tinieblas.
39'. La ciencia de Dios es lo que nos
liberará del dominio de la Bestia y del
exilio de la muerte, y ninguna otra cosa.
Pero la bendición y el amor de Dios
son los que realizan en nosotros la
resurrección y la glorificación esperadas
por los creyentes.
40. Toda pretensión a la ciencia divina que
no esté justificada por las obras santas es
una irrisión y un engaño ante Dios y ante
los hombres.
40'. Así, la pretensión sin límites de
aquellos cuya ciencia profana aplasta
y encadena a la humanidad, es la
prefiguración de su dispersión en la
muerte.
41. La vanidad de estos insensatos sería
risible si no los hubiera excluido de entre
sus hermanos a los que oprimen y de Dios
a quien escarnecen en el mundo.
41'. ¡Oh, suprema irrisión, los que se han
organizado en el barro del mundo creen
ser un pueblo elegido y una raza superior,
cuando de hecho se les ha quitado su
herencia santa por su orgullo ciego!
42. Mantengámonos alejados de los
orgullosos y no los imitemos en nada pues
a causa de su desprecio por los humildes
su suerte ya está decidida por Dios.
42'. Su descendencia o lo que quedará de
ella se volverá esclava de los esclavos, y
ni la mano del hombre ni la de Dios los
liberará en mucho tiempo.
43. Es un blanco quien anuncia estas
cosas, un blanco de quien los blancos han
rechazado el mensaje burlándose y de
quien han despreciado la advertencia
guaseándose.
43'. Somos diferentes como los hijos
de un mismo Padre, pero no podríamos
dividirnos y oponernos sin perder nuestra
herencia santa.
44. Roguemos a Dios a fin de que abra
nuestros ojos y roguémosle a fin de que
destape nuestros oídos.
44'. Pero roguémosle sobre todo para que
desligue nuestros corazones de la mugre
de la muerte y los ligue en su luz de vida.

45. La Virgen vegeta hasta que recibe el
influjo celeste que la anima insuflándole
el alma divina, y esta alma organiza su
substancia, se reviste de ella y aparece en
el mundo como Salvador y Renovador de
los hombres extraviados en la muerte.
45'. Así, estabais a la espera del Espíritu
Santo que os fecunda y os da acceso a la
filiación de Dios. ¿No reconoceréis la
inmensidad del don de Dios y no
mostraréis agradecimiento en vuestros
corazones hacia él, que os escoge ahora
como herederos y como hijos
privilegiados?
46. Dios ha permitido que quienes se
valen orgullosamente del color de su piel
tengan el corazón oscurecido por las
tinieblas de la muerte.
46'. Igualmente, Dios ha permitido que los
que no ostentan el color de su piel como
una bandera tengan el corazón fecundado
por su oro vivo.
47. Guardémonos de los sabios
racionalistas que sepultan la revelación de
Dios en la tumba.
47'. Pero guardémonos igualmente de los
delirantes abstractos que la pulverizan
fuera de nuestro alcance en el cielo.
48. Ni unos ni otros poseen el único
conocimiento de los hijos de Dios, y su
suerte será determinada en el juicio final.
Pero ¿tendrán aún alguna excusa después
de haber conocido el Libro del medio?
48'. Ninguno de estos entrará en el tesoro
de Dios desde este mundo, pues unos
niegan su existencia en el cielo y su
encarnación sobre la tierra, y los otros
ignoran que la cosa todavía se realiza ante
sus ojos de ciego.
49. Dios nos envía un profeta antes
del golpe que nos va a hundir en el
embrutecimiento ciego y sordo de la
muerte.
49'. ¿Dónde están los creyentes de Dios
que se convierten al amor de Dios y
de los hombres, a fin de escapar del
aniquilamiento que viene?
50. ¿Dónde están los inteligentes de Dios
que buscan al Señor impetuosamente en el
mundo, a fin de salir indemnes de la
hoguera que se enciende?
50'. Pues el juicio de Dios está decidido y
el gran día se acerca, pero los malvados se
burlan y aún hacen más el mal, mientras
que los creyentes abandonan las obras
malas y vuelven a Dios en su corazón.
51. Así, el juicio ya ha comenzado sin que
nadie lo sospeche, y el Libro no hará más
que precipitar la elección de cada cual en
lo que concierne a la fe en Dios y en su
resurrección.
51'. No podríamos forzar a nadie a creer
en el mensaje recién aparecido, pues la
evidencia misma de la gracia y del amor
de Dios es negada por los ignorantes
establecidos en el mundo.
52. ¿No se ha negado nuestra familia
terrestre a leer el Libro de la verdad
encarnada y no lo ha rechazado e ignorado
a causa de su buena voluntad en el mundo
y de su mala voluntad en Dios? ¿No son,
sin embargo, buena gente en el mundo?
52'. Si no rogamos asiduamente al
Señor Dios que nos inspire y nos guíe
por su Espíritu Santo, permaneceremos
prisioneros en las tinieblas, y el espíritu de
las tinieblas nos soplará a la oreja
mil malas razones para instalarnos
definitivamente en ellas con él.
53. ¡Así, nuestros parientes y nuestros
aliados se comportan como ciegos ante la
revelación del Altísimo, pues aunque
experimentan los afectos de la tierra y
aman a su manera, no experimentan los
afectos del cielo y no aman a Dios y su
salvación en verdad!
53'. El Señor tiene razón al aconsejarnos
dejarlo todo para seguirle, pues así
abandonamos a los muertos para ir al
viviente, y los muertos que permanecen
con el mundo ya han escogido la muerte,
como los vivos que siguen al viviente ya
han escogido la vida.
54. La inhumanidad aparente del Señor en
el mundo está hecha de la certidumbre de
la vida reencontrada en Dios, mientras que
la humanidad de los profanos está hecha
de la pérdida de ellos mismos en el
embrutecimiento de la muerte.
54'. ¿No es la mujer quien ha dado entrada
al mal entregándose a él? Y ¿no es así
como la muerte ha penetrado en nosotros
por el canal de la vida?

54". ¿No es también el Señor descendido
del cielo quien se encarna en la mujer y
nos devuelve la vida entregándose a la
muerte que nos habita?

55. ¿No es una señal del fin de los tiempos
que la mujer escuche de nuevo al mal
consejero que la ha seducido al comienzo
y que quiere perderla completamente al
final?
55'. Ya que ella sospecha del mensaje y
del mensajero enviados por Dios; ¡que
ruegue, pues, en su corazón a fin de oír la
voz de Dios, en lugar de consultar al
mundo para oír la voz del demonio!
56. ¡Oh, pueblos negros!, hasta ahora
estabais sometidos a los prestigios del
mundo, pero el Señor desciende hasta
vosotros mediante su palabra viva.
56'. ¿No recibiréis santamente el don
prodigioso de la vida sin mezcla? Y ¿no
estaréis agradecidos a aquel que os trae la
salvación de Dios?
57. ¿No es recibiendo al demonio cómo la
mujer ha dado entrada a la Bestia que nos
ha exiliado en la muerte del mundo?
57'. Y ¿no es recibiendo a Dios cómo
la mujer da entrada al Señor que nos
reintegra en la vida de Dios?
58. Os revelamos el misterio de la caída
y el de la redención para que no os
enorgullezcáis de que Dios os elija ahora.
Pues viene a vosotros antes de que
vosotros vayáis a él, y abandona a los
orgullosos antes de que éstos renieguen de
él.
58'. En efecto, Caín vino en primer lugar
y fue hecho negro por proceder
principalmente de las tinieblas del mundo,
mientras que Abel vino en segundo lugar
y fue hecho blanco por proceder
principalmente de la luz de Dios, pero las
tinieblas no recibieron la luz.
59. Finalmente, vino Cristo y fue hecho
dorado por proceder únicamente de la luz
de Dios, como Adán antes de la caída.
59'. Pero tampoco entonces las tinieblas
recibieron la luz, a pesar de que la luz
había recibido las tinieblas en primer
lugar.
60. Así, los que son del mundo vuelven al
mundo, y los que son del cielo vuelven al
cielo.
60'. Pero Dios quiere reconducir hacia él a
los hombres caídos en el mundo, y el
demonio quiere hacer caer a los que
permanecen en el cielo.
61. ¿Acaso no recibiremos como a un
hermano al Señor descendido del cielo y
no lo seguiremos fuera del cenagal de la
muerte, ya que es la voluntad de Dios?
61'. ¿En lugar de rechazarlo profanamente
e inmolarlo criminalmente como hacen los
malvados aconsejados y cegados por
Satán?
62. Estamos en este mundo como
náufragos perdidos desde hace mucho
tiempo en una isla desolada que la muerte
habita con prioridad.
62'. Los que se instalan en ella creen obrar
bien, y muchos los admiran y los animan,
sin comprender que se organizan en la
muerte que no perdona.
63. Los que se acuerdan de su patria
perdida y buscan noche y día el camino de
retorno a la vida que no perece son objeto
de burla y son maltratados por muchos,
pues al mundo le parecen locos, siendo los
únicos realmente Sabios en Dios.
63'. Así, los Sabios y los santos de Dios,
que trabajan para el salvamento de los
hombres exiliados en la muerte, son
deshonrados y rechazados por los sabios y
por los inteligentes del mundo, que
instalan a la humanidad en la fosa común.
64. La incredulidad, el orgullo y la
avaricia son los principales obstáculos que
se oponen a nuestra búsqueda de Dios y de
su salvación en el mundo. ¿Quién nos
liberará y quién nos ayudará a dar a luz en
la vida pura, si primero no damos el golpe
que empezará a abrir desde dentro nuestra
envoltura de muerte?
64'. Oremos a fin de obtener la fe en la
revelación de Dios en lugar de nuestras
creencias ilusorias. Oremos a fin de recibir
la inteligencia de la revelación de Dios en
lugar de nuestros conocimientos vanos.
Oremos a fin de recibir la liberación de la
revelación de Dios en lugar de nuestros
bienes perecederos.
65. Todos pueden apartarse de nosotros en
cualquier momento, ya sea por un interés
sórdido, por un mal pensamiento o por una
palabra mal entendida. El Señor Dios
seguirá siendo nuestro compañero
indefectible y vivo, pues su luz nos
ilumina para siempre.
65'. Los que se apartan de los hijos de
Dios se excluyen y se privan ellos mismos
de la salvación de Dios, pues los hijos de
Dios ya están colmados del don divino por
la eternidad y su suerte depende de Dios y
no de los rebeldes ignorantes.
66. Los malvados ofrecen sus bienes a
quienes los hunden en la muerte del
mundo, y niegan incluso el pan a los que
les llaman a la vida de Dios.
66'. Nos apartaremos de ellos o los
reduciremos a la mendicidad si quieren
entrar en la palabra de Dios.

67. Ricos y pobres han rechazado el don
que les era ofrecido gratuitamente; en lo
sucesivo, los ricos lo pagarán al precio de
su riqueza y los pobres lo adquirirán al
precio de su pobreza, pues el tesoro de
Dios es único y no tiene precio en el
mundo.
67'. Para los que tergiversen o fuercen la
palabra del Libro, el Libro se convertirá en
una maldición que los cegará y en una
piedra que los perderá; pero para los que
entren en esta palabra, el Libro será una
bendición que los iluminará y una piedra
que los salvará.
68. El tesoro de Dios nos ha sido ofrecido
gratuitamente hasta ahora, pero lo hemos
despreciado y rechazado, sin ni siquiera
examinar lo que se nos ofrecía.
68'. Ahora, todo nos será contado y pesado
en el mundo, y el peso del tesoro de Dios
nos despojará hasta la tumba antes de
enriquecernos hasta el cielo de eternidad.
69. Los que hayan puesto obstáculos al
Libro tendrán su castigo y los que lo
hayan ayudado tendrán su recompensa,
pues todo será juzgado y pesado el día del
ajuste de cuentas.
69'. Es una promesa que se realizará y que
sorprenderá a muchos creyentes y a
muchos incrédulos, el día en que la
palabra de Dios sea desvelada en los
corazones.
70. Permaneceremos silenciosos, como
hizo el Señor de verdad ante los que,
creyéndose superiores, se disfrazan de una
forma u otra para perseguirnos, juzgarnos
y condenarnos aquí abajo.
70'. Rogaremos en nuestros corazones a
fin de que se conviertan a la simplicidad
de los hijos de Dios, pues el juez justo los
tratará según su justicia, que no se deja
desorientar por ningún disfraz.
71. Rechazaremos todos los uniformes y
todas las distinciones profanas, que son las
marcas de la servidumbre del mundo de
Satán.
71'. Y nos revestiremos con el vestido
inmaculado de los hijos de Dios para
orar, para alabar y para comulgar en el
Altísimo.
72. Nadie se alejará de su fe viniendo al
Libro revelado, sino que, al contrario,
todos serán confirmados en su revelación
y algunos penetrarán en la profundidad y
verán lucir la luz de Dios.
72'. El Libro no nos dispersa en la
multitud de ramas, pues nos conduce a la
única raíz.
El Libro tampoco nos dispersa en la
multitud de raíces, pues nos conduce a la
única cima.
73. Muchos inteligentes del mundo nos
explicarán negro sobre blanco los porqués
y los cómos del Libro, y después
brillaremos, a nuestra vez, ante todos con
la inteligencia del mundo.
73'. Pero, ¿dónde está el inteligente de
Dios que encontrará blanco sobre negro
el porqué y el cómo del Libro, y quién
brillará para sí solo con la santa luz de
Dios?
74. Los que reciben el mensaje en su
corazón son los supervivientes del mundo
que agoniza. La desgracia se alejará de
ellos y el desespero ya no les alcanzará.
74'. Su esperanza no será defraudada, pues
los santos de Dios les harán nacer en el
reino del Único, y el Señor en persona los
introducirá en las moradas celestes.

75. Muchos no comprenden siempre lo
que dicen, pero los hijos de Dios saben de
lo que hablan, pues ven con sus ojos y
tocan con sus manos.
75'. Y esto no puede ser concebido por los
inteligentes del mundo, tan increíble y
loca les parece la cosa, a través de las
tinieblas de sus corazones.
76. Los malvados y los inteligentes
del mundo quieren ser los dueños,
anteponiéndose a Dios, en sus casas y en
casa de los demás; esto engendra las
catástrofes del absurdo en ellos mismos y
en el mundo, pues lo fuerzan todo y no
dejan ir y venir nada libremente.
76'. Si nuestros intercambios exteriores
son libres y generosos, nuestros
intercambios interiores también serán
libres y generosos, y la desgracia se
alejará de nosotros, pues la bendición de
Dios circulará en nosotros sin trabas y su
amor madurará en nuestros corazones.
77. Toda distracción en este mundo que
agoniza es como un trozo de nuestra vida
que arrojamos alegremente a la fosa de la
muerte.
77'. Entendemos por distracción todo lo
que no está consagrado a la única
búsqueda espiritual y substancial de Dios
aquí abajo.
78. No nos salvaremos por el trabajo de
nuestras manos, ni por el trabajo de
nuestra voluntad, ni por el de nuestra
inteligencia.
78'. La bendición de Dios y la operación
de su santo amor en nuestros corazones
purificados son lo que realizará la obra de
liberación y de resurrección.
79. La vida y la muerte están
inextricablemente mezcladas en el mundo
caído, y nuestras ciencias profanas son
impotentes para separarlas y para exaltar
la vida pura hasta el reposo de Dios.
79'. Así, todos nuestros sutiles
pensamientos, todas nuestras bellas
palabras y todos nuestros grandes trabajos
van a la muerte, pues nuestros espíritus,
nuestros corazones y nuestras manos están
oscurecidos por la mezcla infame.
80. Nuestros ojos no lo ven y nuestros
oídos no lo oyen, tanto ha pesado sobre
nosotros la maldición de la caída.
80'. ¡Oh, Señor de luz!, libera a tus hijos
que te ruegan santamente en sus corazones
y ábreles los ojos y los oídos a fin de que
reconozcan tu salvación que salva de la
muerte.
81. Ahora, el Libro también es dado a los
pueblos amarillos que lo reciben en sus
corazones, y los rojos oirán hablar de él a
fin de que el ciclo sea realizado.1 Pues los
negros serán guardianes de la luz que los
blancos han manifestado en el mundo.


1. Variante: suprimir «a fin de que el ciclo sea realizado».

81'. El Libro ha sido escrito en las
tinieblas del mundo, a la claridad de la luz
de Dios que brilla en el corazón de los
hombres sembrados del Señor de amor y
de ciencia.
82. ¡Oh, hijos de la sabiduría!, si
consideráis el contenido y el continente
por separado, vuestra sabiduría
permanecerá coja y no entraréis en el
tesoro de Dios.
82'. Pero si sabéis separar el contenido del
continente y si sabéis reunirlos en Dios,
entraréis en la eternidad del Único por la
eternidad.

82". ¡Que así sea para los verdaderos hijos
de Dios que hacen su santa voluntad y que
aman a sus hermanos en el Señor!

83. Los ignorantes se estancan en este
mundo mixto, pues se acomodan al
embrutecimiento de la desgracia en el
exilio de la muerte.
83'. Los inteligentes desencarnan al
hombre y lo desmaterializan de mil
maneras. Estos destruyen la creación
creyendo liberarse; retroceden.

83". Los Sabios encarnan a Dios y lo
manifiestan de una sola manera. Estos
acaban la creación para realizarse;
avanzan.

84. La mujer que cree y no comprende
está por encima del hombre que no cree y
cree comprender.
84'. Nadie será instruido si no busca la
instrucción. Nadie será curado si no busca
la curación. Nadie será salvado si no busca
la regeneración.
85. Los que son olvidadizos de Dios en la
penuria del exilio, lo serían todavía más en
la abundancia del esplendor.
85'. Por eso, los mediocres de corazón se
corrompen en la agonía de este mundo sin
esperanza y sin perdón.
86. ¿No haremos en pequeño lo que el
Padre y la Madre hacen en grande? Y ¿no
realizaremos la obra del Señor desde el
comienzo hasta el fin?
86'. Busca el corazón, cuece el corazón,
separa el corazón, une el corazón, siembra
el corazón. Así, tendrás el corazón que no
perece.

86". Nuestro valor es creer en Dios.
Nuestra inteligencia es rogar a Dios.
Nuestro saber es alabar a Dios.
Nuestra salvación es comer a Dios.

87. La copa de iniquidad está llena o casi
llena y pronto será derramada sobre la
tierra, como un fuego que consumirá todas
las obras de los hombres, y sólo quedarán
ruinas humeantes. ¿Comprenderán
entonces los supervivientes?
«Hagamos bien lo que tenemos que
hacer en este mundo, no creamos en ello y
no esperemos nada de ello».
87'. Lo que tomamos por cualidades que
nos hacen vivir y organizarnos en este
mundo son, en realidad, los defectos que
nos alejan de Dios y de su salvación.
¿Quién comprenderá esto y quién lo
remediará antes del juicio que reducirá
todos nuestros trabajos a cenizas?
«Hagamos bien lo que tenemos que
hacer en Dios, creamos en su fruto y
esperemos de ello la salvación».

88. ¿Acaso el colmo del orgullo y de la
ceguera de los sabios y de los inteligentes
del mundo no es pretender buscar a Dios
fuera de ellos mismos y querer, a toda
costa, reducirlo a una ecuación o a una
potencia explotable por y para ellos
mismos?
88'. El saber y la inteligencia verdaderos
son la experiencia de nuestra impotencia,
la aceptación de nuestra debilidad y la
conciencia de nuestra nulidad fuera de
Dios. También son la esperanza en el
socorro de Dios, la fe en su Omnipotencia
y el amor de su brillante pureza.
89. Estos están perdidos, pues van a la
dispersión de la locura destructora.
89'. Estos están salvados, pues van a la
unión de la sabiduría creadora.
90. Así pues, la locura del mundo es
situarse fuera de Dios y mantenerse allí a
fin de examinarlo con curiosidad desde
fuera, con la esperanza insensata de
sorprenderlo y aprehenderlo.
90'. Así pues, la sabiduría divina también
es atraer a Dios adentro de nosotros a fin
de que se revele él mismo a nosotros y en
nosotros, según su querer y no según el
nuestro.
91. Los sabios y los inteligentes del
mundo jamás lo sorprenderán afuera en su
creación, pues se burla de los rebeldes y
de los impíos, y los conduce a la muerte
ciega y sorda.
91'. Dios sólo se entrega visible y
corporalmente a sus Hijos muy sumisos,
en los cuales ha puesto todo su amor y
todas sus complacencias, pues son los
bienamados de su corazón vivo y eterno.
92. Lucifer ha querido juzgar la creación
de Dios y ha sido precipitado al infierno.
Adán ha desobedecido a Dios y ha sido
enviado al exilio en la muerte.
92'. ¿Qué suerte está reservada pues, a los
sabios y a los inteligentes del mundo que
pretenden analizar a Dios y reducirlo a su
servicio?

92". Ciertamente, la hora del juicio se
acerca; preparaos, niños, y rezad a fin de
que vuestro parto haya acabado en aquel
día, pues el plazo se habrá acabado para
todos y la nube del fuego consumirá toda
mugre, y la nube del agua separará toda
hez de la única pureza.

93. Los impíos y los pérfidos del mundo
se hunden y se pudren cada vez más en sus
crímenes, que los mantienen en el infierno
de la agonía de la muerte.
93'. Los bienintencionados y los
bienpensantes del mundo se apoyan en su
propia inteligencia y en su propia voluntad
para reformar el mundo y a sí mismos; así
se hunden en la infección del orgullo o de
la hipocresía que matan el alma.

93". Sólo los creyentes de Dios piden la
ayuda del Señor en todas las
circunstancias de su vida exiliada aquí
abajo; pero la piden con humildad,
con fe, con amor, con perseverancia,
con violencia, con desespero, con
anonadamiento, que es la verdadera
humildad que el Señor fecunda y endereza
en la vida eterna.

94. Los nombres de Dios deshacen
subiendo lo que han hecho bajando. Así,
no hay que torcerlos ni exponerlos, como
hacen los ignorantes que no conocen lo
que baja sobre la tierra ni lo que sube al
cielo.
94'. Los hijos de Dios son enseñados por
Dios. Los hijos del mundo son enseñados
por el mundo. La diferencia es enorme,
pero nuestros ojos están ciegos y nuestros
corazones están oscurecidos por la caída.
95. ¿No estamos enviado por Dios y
encargado de preparar la vía real del
advenimiento santísimo del Señor
victorioso y glorioso, que va a someter
toda la tierra a su ley de amor y de paz?
95'. ¿No tenemos en nosotros el Espíritu
de Elías y no somos precursor del Señor
resucitado en su gloria, que viene al
mundo entenebrecido para el juicio tan
temido por unos y tan esperado por otros?

95". Llamamos a los creyentes de Dios y
volvemos a llamar a los hijos de Dios,
pero no tenemos que convencer a nadie en
el mundo.
Así pues, ¡que quien vacile y dude pida
a Dios una señal en su corazón, que le
iluminará plenamente!

96. Incapaces de pelearnos como perros
para acercarnos a la basura del mundo,
¿cómo subsistiremos aquí abajo si el
Señor no nos tiende su mano auxiliadora y
todopoderosa?
96'. La pobreza guarda a los hijos de Dios,
pero la miseria mata a todo el mundo.
«La Providencia del Señor vela por los
suyos día y noche sin cansarse jamás».
97. Los impíos y los hipócritas están
excluidos de este Libro y nada bueno les
llegará de él, pues su malicia jamás lo
penetrará, sino que recaerá sobre ellos y al
final los aplastará.
97'. ¡Oh, Señor de justicia!, haz que
el saco de tinieblas los envuelva
estrechamente por todas partes y que el
barro infecto los vuelva ciegos, sordos y
estúpidos hasta el tiempo de su
arrepentimiento sincero.

97". ¡Oh, Señor santo y perfecto!, permite
que tus creyentes sean reconfortados en su
espera y confirmados en su fe por el Libro
de tus revelaciones, y permite que tus
hijos sean guiados en su búsqueda y
consolados en su esperanza por el Libro de
tus maravillas.


98. No hemos embaucado a nadie y no nos
hemos apoderado de nadie, sino que
hemos recordado a todos el Señor
que espera pacientemente en nuestros
corazones oscurecidos.
98'. Y los hemos guiado hacia el Único
Esplendor que ilumina los corazones
purificados. Es un signo excelente para los
que comprenden.
99. ¡Oh, Dios de los vivos!, ayuda a tus
hijos a socorrer y consolar a los pobres y a
los abandonados que creen en tu santo
Nombre y que esperan tu salvación.
99'. Es una recompensa magnífica socorrer
a los pobres de Dios, pero muy pocos lo
saben, por desgracia.
100. Muchos se escandalizan, pues las
apariencias son engañosas en este mundo,
y descuidan pedir humildemente consejo
al Señor en sus corazones.
100'. Se condenan cada vez más
sin saberlo, y los golpes redoblados de
la desgracia y de la muerte no los
reconducen al Señor de vida que se
encarna en el mundo.
101. No podemos nada por nosotros
mismos, no conocemos nada, no oímos
nada y no vemos nada, pues la mugre del
pecado de muerte nos envuelve por todas
partes y el demonio nos incita a la envidia,
a la vanidad, al miedo y al odio sin
cansarse.
101'. ¿No somos débil entre los débiles,
pobre entre los pobres, errante entre los
errantes y ciego entre los ciegos? Pues
nuestra voluntad, nuestro saber, nuestra
inteligencia y nuestro juicio han sido
ridiculizados más allá de toda expresión, y
nuestra impotencia ante el mal ha
resultado ser total.
102. Si no abdicamos totalmente ante el
Señor de gracia y de perdón, ¿cómo
llegará a habitar en nosotros? Y si no está
establecido en nosotros, ¿cómo rogaremos
por nuestros enemigos y cómo nos
liberaremos de las ataduras del pecado que
nos mantienen en la muerte?
102'. ¡Oh, misterio de vida!, henos
aquí sembrados y fecundados por el
Todopoderoso a partir de nuestro
aniquilamiento ante su Esplendor; y ya
nos movemos a causa de su vida
maravillosa, esperando la hora de nuestro
renacimiento en su luz imperecedera y
gloriosa.
103. ¿No está aquí la enseñanza
tradicional y completa de la palabra
señorial, transmitida a través de todas las
edades desde la revelación primera?
103'. La palabra divina no añade ni quita
nada a su creación magnífica, sino que se
confirma a sí misma en todos los tiempos
y en todos los lugares.
104. Los que sólo ven la letra de las
Escrituras reveladas permanecen en las
tinieblas de la fe ciega y combaten
ciegamente, en nombre de Dios, la verdad
de Dios que florece sobre la tierra para la
salvación de los hombres.
104'. ¿Acaso no es evidente para los que
hacen la voluntad de Dios y realizan su
obra aquí abajo? Pues penetran la palabra
santa y sabia, y la palabra divina los
penetra e ilumina plenamente.

105. Rechazan a los hijos de Dios en
nombre del Padre que no conocen, y los
condenan en nombre del Hijo que no
poseen.
105'. Pues los que pactan con el mundo
ya no oyen la voz del Espíritu, los
razonadores han reemplazado a los
profetas de Dios y los inteligentes han
expulsado a sus Sabios y a sus santos.
106. Los creyentes se cansan de esperar
una salvación problemática y lejana,
mientras que las necesidades de la vida los
presionan por todas partes en este mundo,
pues ya no saben que su salvamento es
realizable desde ahora con la ayuda del
Señor encarnado.
106'. ¡Oh, enormidad de la propuesta
divina de nuevo revelada a los hombres
caídos! ¿Cuántos abandonarán la
persecución del mundo entenebrecido para
buscar la luz que engendra al Salvador
santo y perfecto?
107. ¿Acaso no somos de origen oscuro,
débil, pobre y despreciado en el mundo?
107'. ¿Y él no es de origen divino,
todopoderoso, chorreante de riquezas y
adorado1 en el cielo y sobre la tierra?

1. Variante: «dorado», en vez de «adorado».

108. Estamos enfermos de tu búsqueda,
Señor, y agonizamos por tu ausencia, pues
el mundo y sus distracciones nos hastían y
ahora nuestro deseo está solamente en ti.
108'. Llueve, llueve, Señor de bendición, a
fin de que resplandezcamos de tu luz de
vida y a fin de que seamos rehechos a tu
imagen santa y perfecta.

108". Releamos sin cansarnos las palabras
santas y Sabias, pues cada tiempo será
para nuestros corazones como un rocío
siempre más abundante y siempre más
nutritivo.

Todo el Universo y nosotros mismos
somos tinieblas y muerte sin tu amor,
Señor.
Mientras que sin nuestro amor,
permaneces vivo y resplandeciente para
siempre ante nuestra agonía miserable.

¡Oh, mi Señor y mi Dios!, por tu amor
por nosotros que es infalible, permite que
jamás desfallezca nuestro amor por ti.
¡Oh, mi Rey!, haz que nuestros rostros ya
no se aparten de tu rostro, hasta que entres
en nosotros y hasta que penetremos en ti
para siempre.
AMEN.

(Este es el versículo del perro o de la
fidelidad, que nos rememora la humildad,
la fe y el amor en el Señor.
También es el versículo de la bendición
y de la adquisición que proporciona la
abundancia de Dios).

Acercándoos a él, como a la piedra
viva rechazada por los hombres pero
escogida y preciosa ante Dios, también
vosotros, como piedras vivas, formáis
una casa espiritual.
PEDRO

¡Oh, pueblos, hombres nacidos de
la tierra, vosotros que os habéis
abandonado a la embriaguez, al sueño y
a la ignorancia de Dios, sed abstemios,
cesad de revolcaros en la crápula,
embrujados como estáis por un sueño de
bruto!
HERMES TRISMEGISTO

*

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