Endemoniados, posesiones y otra sandeces
Me consta que en este y otros muchos asuntos se nos tildará de simplista; pero quisiera remarcar, en este breve prólogo, que los humanos tendemos a complejizarlo todo; cuando, en realidad, deberíamos tender a justo todo lo contrario: simplificar.
Los científicos que han estudiado a fondo los temas de posesiones o endemoniamiento flipan porque rompen todos sus esquemas científicos y desde luego, nadie hasta el momento, con respeto a todos los licenciados en psicología y psiquiatría, ha sido capaz de proporcionar una explicación lógica; dado que desconocen la verdadera y oculta estructura de la Personalidad. Los que no han tocado el Tema, simplemente opinan que se trata de pura superchería o algún sofisticado modo de llamar la atención.
No ayuda tampoco la Teología que se encuentra enclaustrada en el pasado, al menos, dos milenios atrás y se mal interpreta la simbología de los libros sagrados; por ejemplo cuando en los evangelios se habla de los endemoniados como si se tratase de algo ajeno, exterior a la Persona del supuestamente poseído y que fuese posible sacarlos, a unos determinados entes, y derivarlos hacia una piara de marranos.
Desde el punto de vista gnóstico es todo mucho más simple y lógico como veremos:
El primer error es considerar a la Personalidad del Ser Humano como un Individuo. El Ser Humano es una conglomerado de seres unicelulares que conforman otros seres más complejos como los órganos, músculos, nervios, huesos, et, etc., y que todo junto es lo que denominamos como animal o ser humano en nuestro caso particular. Del mismo modo nuestra Personalidad es una colonia de personalidades.
Dicho esto, hay que considerar a la Personalidad no como un Individuo sino como una estructura piramidal perfectamente conjuntada y sincronizada. Es decir, nuestra Personalidad, lo que conocemos como tal, está constituida de múltiples personalidades, las famosas capas de cebolla del esoterismo, que se van turnando armoniosamente en el transcurso de la vida de cualquier ser vivo; al menos en aquellos seres que no poseen alguna disfunción fisiológica por algún tipo de enfermedad innata o adquirida. Ahora veremos a qué nos referimos con esto.
Cuando hablamos de enfermedades innatas tratamos con todo aquello que la psiquiatría y la psicología tienen perfectamente documentado y estudiado en profundidad, con la posibilidad de mejoría gracias a determinados fármacos o tratamientos psicológicos que intentan poner cierto orden en las disfunciones fisiológicas y dado que no somos un investigador cualificado, dejemos esa parcela de los problemas de personalidad en las cualificadas manos de los doctores que las tratan.
Todos sabemos la importancia que la mente tiene en la aparición de esos u otros trastornos psicológicos y aquí estaríamos hablando de esa parte adquirida que mencionamos antes. El estudio de las enfermedades psicosomáticas es algo ya muy estudiado desde antiguo. El Problema, en estos casos, si no se detecta el origen del problema es que se produce un bucle cerrado y en espiral, entre lo psicosomático y lo fisiológico, que termina agravando el problema de forma exponencial.
Pero ¿de qué coño estamos hablando?
En un estado de supuesta normalidad, el conjunto de personalidades que conforman nuestra Personalidad trabajan de forma coordinada para que nuestras vidas sean lo más simples y seguras posible; pero si se produce una anomalía, al igual que sucede físicamente con el cáncer y en el que las células se reproducen de forma anárquica, nuestra Personalidad se puede desestructurar bajo determinadas condiciones de stress físico y mental.
Aquí es donde enganchamos con los artículos precedentes donde hablábamos de creencias y demonología.
En primer lugar debemos dejar bien sentado, de forma científico gnóstica, que la posesión por agentes externos al propio Individuo, como una Totalidad, es absolutamente erróneo y es por dicha causa que los estudios que se empiezan sobre dicho asunto no suelen acabar con una solución plausible.
El Ser Humano es un microcosmos, reflejo perfecto del macrocosmos en el que habita; pero debemos tener claro que se trata de un conjunto hermético y cerrado, luego todo lo que sucede en el microcosmos solo incumbe al microcosmos, por lo tanto, buscar el problema en algo externo es un camino sin salida y que no conduce a ninguna parte.
Cuando creemos, producto de la ignorancia, en algo; lo que sea, nuestra mente crea entidades o egrégores que vamos construyendo en base a supersticiones ancestrales que están muy arraigadas en el Ser Humano y sociológicamente en el conjunto de la Especie Humana y ¿qué quiere decir esto? Que alimentando determinadas creencias nos encaminamos hacia la obsesión y que no es otra cosa que la realimentación negativa de egrégores que comenzarían a integrarse, como infección podríamos denominarlo, e influir en determinadas capas de nuestra Personalidad.
Es entonces cuando la estructura coordinada de nuestra pirámide de personalidades comienza a desestructurarse hasta hacer que la Personalidad dominante, en cada caso, pierda poder de manifestarse como una Unidad y las diferentes personalidades van tomando el control de nuestras vidas en una especie de carrera de relevos anárquica y sin control; es decir se van turnando, o apareciendo simultáneamente, sin que exista el control de una personalidad líder.
Lo que se conoce como Magia auténtica, no el mentalismo o el ilusionismo, era un intento del pasado por demostrar el funcionamiento del Universo que nos rodea con el fin de conseguir algún provecho; de algún modo fue el preámbulo de nuestras actuales ciencia y tecnología. De hecho muchas de las cosas de nuestra vida cotidiana son pura Magia. Los electrodomésticos, computadoras, ciencia médica, etc., etc., en el pasado habrían sido considerados como mágicos y de hecho así sigue siéndolo aunque lo denominemos con términos más científicos y técnicos.
El problema es que se sigue, hoy en día, considerando magia a múltiples supersticiones sin base científico gnóstica alguna y cuya creencia realimentada produce obsesión y desestructuración de la Personalidad monolítica en una ingente cantidad de personalidades, en permanente lucha, por el liderazgo. He ahí a nuestros demonios y entidades posesivas. Es decir, nosotros mismos alimentando creencias erróneas hemos creado nuestros propios demonios o supuestas entidades dimensionales.
Esas supuestas posesiones se pueden dar en muchas parcelas de la sociedad donde la creencia es fundamental, en entidades religiosas, ocultistas y de hechicería; y cuando se habla de gnosis, en dichos ámbitos, en realidad se trata de otra cosa imposible de demostrar ni con los instrumentos de la actualidad ni con los que pudieran construirse en el futuro; dado que estaríamos tratando con estructuras mentales artificiales y que no tienen ningún origen natural.
Bien, expuesto el Problema tendríamos que saber proporcionar la solución y aunque pudiera parecer que debe de tratarse de algo complejo y complicado como determinados rituales o exorcismos, justo se trata de todo lo contrario, dado que tanto los exorcismos y rituales inventados para el efecto, más que arreglar empeoran el problema puesto que están sustentados, del mismo modo, en pura creencia basada en la ignorancia de la Cosa; es decir la Superstición.
El primer paso es el importante y se trata del reconocimiento de que existe el Problema; dado que muchos llegan a la desestructuración de su personalidad, supuesto endemoniamiento, de forma paulatina y casi sin darse cuenta hasta que el problema se manifiesta y parece irreversible su solución.
Una vez reconocido que existe un Problema lo siguiente en importancia es conocer la Verdad del Asunto: lo explicado en los párrafos de este artículo, y no dejarnos llevar por la maraña de supersticiones que se han entretejido en torno a este tema; lo que conllevaría, de nuevo, al agravamiento del problema obsesivo y que suele conducir a los enfermos, porque de eso se tratan, a situaciones de locura irreparable o en último término a desarrollar psicopatías asesinas o al suicidio.
Conocida la importancia del asunto y habiendo sido asimilada la Verdad de forma total, sin resquicio de duda alguna, debemos proporcionar la única medicina posible: Dejar de pensar durante determinados periodos de tiempo, con el fin de que las personalidades en pugna se asienten y ocupen el lugar que les corresponde en la estructura piramidal de la personalidad- Esto se consigue mediante continuos trabajos de meditación y que en algún próximo artículo acometeremos con la necesaria humildad; pero de momento es importante saber que la única medicina posible es la meditación con la que lograremos un vaciamiento interior de la mente y que se consigue mediante la relajación de nuestro cuerpo así como del de nuestra mente.
Aunque a todos y cada uno de nosotros nos pudiera parecer, en el vivir cotidiano, que somos una única Personalidad, esto no es así; dado que a poco que reflexionemos nos daremos cuenta que somos una persona con nuestra amante, otra distinta con nuestros hijos, otra con nuestros amigos o entorno laboral, con nuestros padres u otros familiares etc., etc.; aunque sí es cierto que cuando esa personalidad, en momentos determinados toma el liderazgo, el resto de personalidades la siguen de forma sincrónica como una sola unidad. El problema es cuando se produce la desestructuración y empiezan a querer salir todas al mismo tiempo, lo que provoca el efecto denominado erróneamente como Posesión. También diremos que en condiciones de supuesta normalidad, muchas de las personalidades jamás tendrían necesidad de manifestarse.
Este no es un trabajo para ponerlo en duda, dado que es fruto de la gnosis, sino para ser meditado por todos y cada uno de nuestros lectores; pero de todas formas también es importante para aquellos que intenten meterse en determinados ambientes donde la hechicería o rituales de invocación, así como de fanatismo religioso, son algo que se ve con cierta naturalidad. Avisados quedan. Ustedes sabrán donde se meten.
Aralba
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