viernes, 5 de septiembre de 2014

Descripción de Inés, mi amada del Alma (Vivir/Verdad)


Descripción de Inés, mi amada del Alma (Vivir/Verdad)

Esperemos que esta sea la definitiva, pues tantos y tantos rostros, nombres y personalidades han protagonizado la imagen de mi Alma Gemela que ya me entra cierto vértigo hacer público que la hemos encontrado.

Algunos pensarán, dado que me conocen por los escritos, que debería tratarse de una Suprema Sacerdotisa de algún movimiento pagano o alguna Maestra Tántrica versada en el Arte  de la alquimia del Amor.

Mi Amor es todo ello aunque no sea consciente de serlo; pero tampoco eso es de mayor importancia. Lo importante de mi Señora es que vive porque está viva.

¿Posee ella la verdad? Claro, como no. Todos poseemos el Conocimiento de la Verdad dentro de nosotros mismos aunque no tengamos consciencia de ello, dado que en algún momento de nuestro viaje por el Teatro de la Vida decidimos olvidar.

Alguna vez se me planteó la pregunta de qué es más importante, la Búsqueda de la Verdad o Vivir la Vida. Piénsenlo durante un instante; pero no demasiado tiempo. Si dudan tenemos un problema. La vía de la Búsqueda es la Vida, y si la vida no existiese no tendríamos el camino que nos condujese a la Verdad. Primero siempre la Vida, Vivir, y después la Búsqueda de la Verdad.

Porque en el fondo buscar la Verdad no es otra cosa que vivir la Vida sin importarnos lo que podamos encontrar al final del camino. Ahí está la cósmica sorpresa de lo que hallaremos en el lugar de Destino.

Algunas veces nos preguntamos por lo simples que creemos ser ¿verdad? Tanto supuesto iluminado que hay ahí afuera utilizando hermosas palabras y complejas y descriptivas frases hechas, indicándonos de qué va esto de la Vía Iniciática; pero todo queda en el Plano mental porque la Verdadera Iniciación se plasma en nuestro mundo de carne, sangre y huesos, es una iniciación material que requiere de sacerdotes y sacerdotisas de carne, sangre y huesos.

Tenemos que decidir una vía, pero al final ambas deben de confluir. La Vía de Afrodita o Venus representada por el Amor material y la Vía de Minerva o Atenea, La Diosa siempre virgen, que representa el Estudio y la Sabiduría.

Es probablemente que Afrodita en algún momento de su celestial vida se haya dicho que le gustaría tener la sabiduría de su hermana Minerva; pero en el fondo Atenea no podría manifestarse en el Mundo sin el manto erótico que Venus despliega en toda la Creación. Por otro lado Atenea-Minerva se siente elevada en un pedestal; pero siente que le es imposible llegar a los seres humanos y ofrecerles la iluminación del mundo Olímpico donde habita el Padre Zeus, sin la necesaria intervención de Afrodita-Venus.

En uno de los libros fundacionales del Movimiento Rosacruz, la Bodas Químicas de Cristian Rosentkreutz, nuestro protagonista termina convirtiéndose en el portero de los aposentos de la Diosa. Él que llevaba sobre su cabeza la sabiduría de Atenea, en forma de un sombrero con una rosa, sin embargo parece haber sido degradado a ser el copero sirviente y protector de la Diosa del Amor Afrodita-Venus.

Cuando la Espiritualidad evita la Materia comete un tremendo error, pues tanto el camino como los útiles para recorrerlos son materiales y cuando la materialidad se desentiende del progreso hacia la espiritualidad está condenada a la degradación y miseria más deplorables.

Por lo tanto, tenemos que encontrar un ten con ten, donde la sabiduría, humildemente, se deje llevar por, Afrodita, la Guía del mundo de las pasiones materiales y donde ella, Venus, confíe en la protección del poder y Sabiduría de su Hermana Atenea.

Para que toda llave sea útil hace falta su correspondiente cerradura y donde la dama es la cerradura y el caballero la llave. La Dama está más arraigada a la Diosa Afrodita pues necesita estar más unida con la Tierra dado que debe convertirse en madre reproductora y alimentadora de su progenie. Por otro lado, generalmente, el Caballero posee la vara de mando que simboliza la voluntad de seguir adelante. Toma en sus brazos a su amada y la eleva desligándola de la naturaleza para elevarla a los más elevados planos.

No me digas que no eres nadie, mi Amor, si sin ti sería imposible llegar al final del Camino. Tú conoces más del mundo de la materia y donde te mueves como pez en el agua y yo un poquito de lo que otrora olvidamos y que denominamos como espiritual; pero como que existe un Ser Supremo y como que existe la Vida Eterna, ¿Qué podría hacer un jinete sin montura o una montura sin la guía de su jinete?

Me alegro de haberte encontrado, amor mío, y no te preocupes por considerar, erróneamente,  que no estás  a  la altura de este presuntuoso maestro Iluminado, porque yo solo tengo una minúscula porción de la teoría, la Maestra de la Ceremonia eres tú mi Amor y sin la cual sería imposible llegar a ninguna parte.

Tú posees las fuentes del alimento material y la gruta del mundo mágico donde la vida es creada. El Ser humano es tan solo un Avatar de un ser superior que toma forma en nosotros para manifestarse en el teatro virtual de la Vida y realizar el ritual de Iniciación.

Tu no necesitas saber nada porque tu propio Ser es sabiduría densificada; otra cosa es que no recuerdes; pero te aseguro, mi Amor del Alma, que en este patio trasero del Universo aquí no recordamos ninguno al menos aquello básico que deberíamos recordar y para eso estamos tú y yo, todos, en el Mundo, para que unidos en permanente abrazo de amor podamos abrir el canal que comunique el Mundo Original con este teatro prefabricado por nosotros mismos hace eones de tiempo atrás.

El Sexo y el Espíritu forman parte de un único espectro electromagnético donde el infrarrojo podría representar el fuego del atanor del Universo material y el ultravioleta la parte más alejada y que mostraría la espiritualidad o, al menos, la parte más energética del Universo. Parecen alejados pero forman parte de una sola Unidad y en la que tú estás en un extremo y yo, probablemente, en el otro; pero los extremos termina encontrándose porque, además, no pertenecen a diferentes mundos.

Por ello, Maestra de mis entretelas, Sacerdotisa de la Sagrada Esfinge, reconoce con orgullo el papel que te toca representar en esta Obra y no desestimes tus poderes latentes. Yo sin ti nada podría, yo sin ti nada haría.

Por ello reconozco públicamente mi amor por ti y mi humildad ante mi Dama por ser parte de la Madre Naturaleza que nos proporciona la sagrada Logia para la Iniciación de la Humanidad.

Para ti Inés, amor mío, con mi pecho abierto a tu buen hacer y entender.

ARALBA


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