viernes, 28 de marzo de 2014

Tradición Esotérica de Occidente Capítulo V



Tradición Esotérica de Occidente: Capítulo V


Nada se veía porque no había nadie para ver lo que había; pero aunque lo hubiera, nada vería porque nada había.

¡DE PRONTO UN FRAGOR!

Una explosión del Verbo Primogenio llenó la Nada de Estrellas.
Estas como corredoras de maratón, surcaron el Vacío, y formaron el Espacio y el Tiempo que tan ladinamente nos aprisiona a este mundo, como si de una triste mazmorra se tratara.
En la Nada estaba contenido Todo,
y Todo, en su momento, se colapsará hasta regresar a la Nada.

No hay Espacio vacío, porque donde hay Espacio no puede haber Vacío; pero donde no existe el Espacio mora el mayor de los Vacíos, Nada, Todo.
Todo lo que existe es polvo de Estrella, y hasta el refulgente Oro surgió de lo más horroroso, la muerte de una Estrella; pero el Hombre con su Poder de Espíritu puede conseguir tal maravilla del "Muerto" Plomo.



"Los medio sabios, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, imaginan que pueden desafiar sus leyes. Tales son tontos, vanos y presuntuosos, y se estrellan contra las rocas y son rotos en pedazos por los elementos en razón de su locura. Los verdaderamente sabios, conociendo la naturaleza del Universo, usan la Ley contra las leyes; lo Superior contra lo inferior y, por el Arte de la Alquimia, transmutan lo que es indeseable en lo que es Apreciable, y así triunfan. La maestría no consiste en sueños anormales, visiones e imaginaciones o vivencias fantásticas, sino en usar la Fuerza Superior contra las inferiores y vibrando en la Superior, la Transmutación, no la negación presuntuosa, es el Arma del Maestro".

EL KYBALION


                        Atribuido a Hermes Trimegistro
            Los astrofísicos, de finales del siglo XX, nos dicen que todas las materias complejas que existen en el Universo, tales como el oro, surgieron al producirse el colapso y posterior estallido de las estrellas. A este suceso, los Astrónomos lo conocen como Super Nova.
            Los físicos terrestres han logrado transformar partículas de plomo en oro utilizando gigantescos y costosísimos Super-Sincro-Ciclotrones, aceleradores de partículas. De este modo, es como han llegado a las mismas conclusiones que sus colegas astrónomos.
            Hace no demasiado tiempo, los matemáticos eran capaces de demostrar, por medio de ecuaciones, que el volar era algo imposible y sin embargo, ante sus atentas miradas seguían surcando el aire tanto aves como mamíferos e insectos.



            Hablando de Ciencia o del Estudio de las Leyes de la Naturaleza, no deberíamos ser tan estrictos a la hora de sacar conclusiones; pues mañana podrían descubrirse nuevas normas que invalidasen algunos de los paradigmas que en la actualidad se defienden como monolíticamente inmutables.
            En realidad, en este capítulo no vamos a tratar la Alquimia, tal cual, entre otras cosas porque no somos alquimistas operativos; pero sí que intentaremos demostrar cómo las antiguas doctrinas gnósticas, al ser perseguidas a sangre y fuego, se refugiaron en diversos simbolismos tales como los utilizados por: la propia Alquimia, la Cábala Hebrea o el mismo libro de Thot o Tarot que, paradójicamente, fueron menos maltratados.
            Los antiguos guerreros de la Isla japonesa de Okinawa se protegieron de sus opresores refugiándose en los antiguos monasterios budistas de Shaolin. De la combinación de las artes de lucha de aquellos y de la propia sabiduría de los monjes surgió el Kárate Do, la más elaborada de las artes marciales conocidas.
            Hemos utilizado esta última imagen para ilustrar, en lo posible, lo que en otro tiempo y en otro lugar debió suceder con la Gnosis al mezclarse con los criptogramas de diversas artes y ciencias contemporáneas.

     
          Aún, hoy en día, existe una cierta confrontación entre los alquimistas operativos, que aún existen, y cuya principal ocupación consiste en intentar hallar el Lapis Filosoforum que les permita la transmutación de ciertos metales en oro y la consecución de la Medicina Universal que alivie a la humanidad de tantos males y le permita una gran longevidad, y los que utilizamos su sagrado simbolismo con el fin de explicar a los Iniciandos, el camino a seguir para poder transmutar la grosera naturaleza de deseos del hombre en un majestuoso vellocino espiritual.
            A la primera Alquimia, de donde con el tiempo surgiría como rama la química, estudio de la constitución y transformación de los elementos, se la conoce, como ya hemos dicho, como Operativa y a la segunda, que es la que nos interesa en este instante: Filosófica o Especulativa.
            En realidad, hoy en día, no es necesario utilizar tales jeroglíficos para mostrar al mundo la Verdad, ya que existe la suficiente libertad como para no tener que ocultarla a los sanguinarios ojos de verdugos e inquisidores; pero con el transcurrir de las edades del hombre, el simbolismo de la Alquimia Operativa y el Conocimiento Gnóstico se fueron soldando, mutuamente, hasta constituir lo que hoy conocemos como tradición alquímico-espiritual.
            Aunque como hemos mencionado, no pretendemos desarrollar en estas páginas algún tratado de Alquimia Operativa, sí que daremos algunas claves, pocas, para que todos podamos entender lo más importante de su parte Especulativa.
            La unión de la Gnosis y de la Espagíria no fue, en absoluto, algo complicado o casual ya que en épocas tan remotas como en las que existieron la civilización mesopotámica o egipcia, por poner dos casos, moraban inseparables en los templos de misterios; donde los sacerdotes eran a la vez, Magos (Científicos), Astrónomos (Astrólogos), Químicos (Alquimistas) y Médicos. Sólo con el transcurrir de la civilización fue separándose la parte eclesiástica o teológica, llamémosle, de las artes más pragmáticas y racionales.
            La Alquimia, menos conocida como Tierra Negra, es así llamada en referencia al Nigredo o Período de Saturno del Arte Regio e incluso por el Antimonio que posee el fenómeno de mutación conocido como Alotropia o Polimorfismo ya que al ser calentado, éste, en el Crisol, junto al Azufre  y Mercurio filosóficos convierte su contenido en algo tan negro como la noche reflejada en el plumaje de un cuervo. También se la conoce, al igual que la Franc-Masonería, como Arte Real: aquel que sólo puede desarrollarse en el Laboratorio de la Vida.
            Todo el proceso operativo de mutación se desarrolla en un recipiente cerrado  de cristal, matraz, al que se le conoce como Huevo Filosófico: la Tierra, lugar donde se produce la cosecha de la experiencia que necesita el individuo humano para su propio progreso y evolución.
            Este Huevo es calentado en la Matriz del Athanor, horno de barro cocido y con una base de arena, donde se produce la digestión de las materias contenidas en el Crisol: este Athanor produce la energía necesaria al igual que nuestro Demiurgo Solar hace posible la vida sobre la Tierra.
            Así como el Cuerpo Humano está compuesto, principalmente, de tres partes conocidas como: Cuerpo, Alma y Espíritu, así también, las materias que se deben de introducir en el Matraz son tres: Sal, Mercurio y Azufre; pero no valen los elementos químicos elaborados previamente o refinados, sino que, para que la transmutación perseguida sea posible deberán utilizarse diversos minerales que podrían contener determinadas sustancias, que los alquimistas se reservan, tras ser machacados y reducidos a polvo. Esto se hace así para que no se pierda el espíritu original que contienen al ser extraídas de su propia condición natural: el Hombre deberá reconocerse asimismo tal como es en realidad, cargado de problemas, defectos e imperfecciones, sin desterrar estas circunstancias al cuarto trastero que todos poseemos; sino que, por el contrario, estará obligado a sacarlas a la luz para que puedan ser modificadas y transformadas en bellas y majestuosas virtudes.



            Así como la Luz es la suma de diversas frecuencias vibratorias que conforman un espectro luminoso de distintos colores, así también el Cuerpo Humano se compone de varios cuerpos: el Material es representado por el Blanco, suma de todos ellos, la Sal Alquímica Cristalizada. Su Alma, al poseer una parte mortal y corrupta y otra inmortal e incorruptible es simbolizada por el Verde: ya que al producirse o formarse en los planos de la materia deberá ser sustractiva, la resta de los pigmentos Azul del Vitriolo Azul y del Amarillo Azufre que contiene en sus entrañas.
            El Rojo, que también es el último color de la Obra, representa el espíritu puro que está en todo y que todo lo contiene: el Azoth. Es por este motivo, que esta tercera materia (ROJA) contiene en sí el Azufre del Espíritu, el Mercurio del Alma y la materia grosera de su composición mineral.
            Una vez resuelto el Primer Arcano de la Alquimia Gnóstica; es decir, comprendido que nuestro vehículo material es tan sólo una herramienta de una Entidad infinitamente superior, conocida como Espíritu, y que ésta lo utiliza con las manos del alma, simbionte entre la propia materia y el mismo; sólo entonces, el Alquimista, Ser Humano sujeto al aprendizaje de sus experiencias, tras reconocerse a sí mismo, se encontrará en condiciones de poder devastar la materia bruta hasta convertirla en polvo, previo trituramiento: esto quiere decir que el yo inferior, cargado de defectos derivados de un mal utilizado instinto de supervivencia, deberá ser machacado hasta lo posible.
            Una vez descompuesto dicho ego, e introducido en el recipiente cerrado de la Vida, es calentado por el Fuego de las duras y tristes experiencias; pero necesarias, y producirán, combinando los elementos de las materias, esa Agua Regia o Fuego Secreto que disolverá los principios activos separándolos de la escoria sin que se pierda el espíritu que originariamente contienen. Con esa disolución se formará el espacio o cuna necesaria para que pueda nacer, primero, y desarrollarse y crecer después el infante que conocimos como chispa de espíritu, antes de que se convirtiese en el Cuerpo Alma, incorruptible, o Piedra Filosofal. 


            Ese Ácido, Fuego Secreto, al producir la mutación en el resto de las materias puede ser tremendamente explosivo y es por dicho motivo que deberá ser tratado con el máximo respeto y prudencia; es decir, las Experiencias de la Vida, si son utilizadas con la guía de la Inteligencia podrán conducirnos, con bien, hasta el final del trabajo comenzado; pero si el discernimiento falta pueden llegar a destruir el Alma. Aquella Alma que pecare morirá y deberá ser reintegrada al Lago de Azufre (Espíritu) primordial o Azoht que es la esencia desconocida del Gran Hacedor y de lo que está compuesto todo lo que existe. Así esa Alma podrá ser reciclada y reutilizada por el espíritu en períodos posteriores de evolución.
            Si llegásemos a descubrir, en nuestras vidas, el punto de equilibrio para poder conducir nuestro destino por el camino correcto sin desviarnos del filo de la navaja y hasta las últimas consecuencias, pensamos en el auto-sacrificio, habremos conseguido descifrar el Segundo Arcano de la Obra: la constitución real del Fuego Secreto.
            Todo el período experiencial del Hombre, en la Tierra, es conocido, en el simbolismo alquímico, como Cocción o Digestión. Al bajar a este Mundo o Crisol, se produce en el Individuo Humano un proceso de involución conocido como Putrefacción u Opus Negrin, Nigredo, que libera los principios activos de la Sal, Mercurio y Azufre filosóficos: Cuerpo, Alma y Espíritu.          
            El Cuerpo se mueve sobre la parte sólida de la Tierra. El Alma vuela los fantásticos y siempre mudables paisajes del Mundo de los Deseos y la Mente está penetrada por los Planos Celestiales. Esto es así para que los vehículos más densos y groseros no contaminen a los más elevados con sus innatas impurezas.
            Todo el proceso alquímico se reduce en cualquiera de sus pasos a un disolver, primero, la personalidad contaminada para coagularla posteriormente en un proceso ininterrumpido de progresiva espiritualización: SOLVE ET COAGULA.



            Este paso requiere que a su término, como hemos mencionado, se separen los elementos para poder ser limpiados y reintroducidos en el Huevo Filosófico, en una segunda etapa de cristalización que se denomina como Albedo u Obra al Blanco.
            Podemos comprobar como, a pesar de nuestra innata oposición a cualquier tipo de sufrimiento, la obra de disolución es absolutamente necesaria para que podamos continuar con nuestra Obra en un plano superior; ya que donde antes reinaba la obscuridad y gobernaba el sangriento Saturno ahora reina la luz. La Obra, en este punto, aún se encuentra inconclusa; pero todos los vehículos de manifestación podemos comprobar como van afinándose. Este hecho, es absolutamente imprescindible para llegar a adquirir una clara Conciencia en los planos más elevados.
            Todavía hay que tener mucha precaución con la Obra; pues ésta podría descomponerse y hacernos caer en el Lado Obscuro de la Fuerza, lo que nos conduciría a un volver a empezar.  
            Tras la obscuridad de la ignorancia, debida a la falta de conciencia de nuestro propio Ser y Destino, nos hemos transformado en faros y testigos de la Fuente Luminosa que alumbra nuestras almas, así podremos mostrar a la humanidad la Verdad en su más resplandeciente fulgor posible.
            Una vez concluida nuestra previa labor de aprendizaje, nos deberemos dar a los demás en un trabajo limpio y sin mácula cargado tan sólo de Amor. Sólo entonces, tras haber ofrecido y sembrado ese  Amor  sin  beneficio  alguno  requerido,  podremos  estar  preparados  para  el último paso u Obra de Rubificación, Rubedo, Obra al Rojo. La  consecución  de la  Piedra  Filosofal. El Revestimi entoTransmutativo del Dorado Cuerpo del Alma que pueda permitir a su espíritu cabalgar a plena potencia sobre todos sus vehículos de manifestación.


            La energía del Espíritu es tan tremenda que puede llegar a cambiar la faz de un planeta, sistema solar o galaxia. Nuestro actual cuerpo físico no puede soportar más que una mínima parte de dicho espíritu, y eso, gracias al simbionte conocido como Alma Mortal. En esto consiste la alquimia espiritual: en proporcionar al Espíritu por medio de la evolución en todas su facetas, material, emocional y mental, los cuerpos definitivos que le permitan una total manifestación.
            De la Sal, el Mercurio y el Azufre del Cuerpo Denso surgirá el majestuoso vehículo conocido como Piedra Filosofal.
            De la Sal, el Mercurio y el Azufre del Cuerpo de Deseos saldrá triunfante el Cuerpo Alma que permitirá al Navegante Inter-Dimensional, de tercer grado, viajar a voluntad hacia otros mundos y planos diferentes al actual. Esto es, el Elixir de la Larga Vida que caracteriza a los auténticos Rosacruces.
            De la Sal, el Mercurio y el Azufre de la Mente nacerá el poder de crear y dar la Luz a todas aquellas criaturas que en la actualidad conviven con la más perpetua de las obscuridades o entran en los diversos universos con la intención de evolucionar. Esta es la lámpara de la Luz Perpetua.
            Esta Triple Obra, que se desarrolla sobre el triple cuerpo del hombre, como no podía ser de otro modo, está constituida por siete etapas que denotan en su número la plenitud de la perfección.


            El Hombre llega a la Tierra incompleto en DISOLUCIÓN, mutilado en un proceso de PUTREFACCIÓN. Involución que le permitirá, por medio de las experiencias, una DESTILACIÓN de todo lo que su vida contiene y así se eleva en SUBLIMACIÓN a los planos más altos y, en estos, volver a reunir a los diferentes vehículos en CONJUNCIÓN para formar el Cuerpo Alma por FIJACIÓN y que determinará el nuevo resurgir del Ave Fénix, Dorado Vestido de bodas, LAPIDACIÓN o Piedra Filosofal.
            Todo lo hasta aquí contado, conforma el mágico camino de la Christificación o auténtica Alquimia Rosacruz.
            Una vez llegados al ecuador de este curso elemental de iniciación al Pensamiento Rosicruciano, podemos tener una clara intuición de que el Ser Humano es algo más que un Cuerpo Físico  que se moviera por propia inercia y compuesto de músculos, órganos, huesos y nervios.
            El Cuerpo Físico es una herramienta imprescindible en la evolución del Espíritu Humano; pero su constitución atómica le impide existir por sí mismo, y lo que le da movimiento y vida, aunque se encuentre dentro de sí, viene de más arriba. Otros planos, donde el Hombre posee otros cuerpos más sutiles y que influyen directamente en las presentes situaciones de la materia que conforma el volumen de los vehículos de manifestación inferiores.
            En principio estudiaremos el Cuerpo Vital que hace posible el crecimiento, alimento y reproducción; es decir, carga de vitalidad al sujeto humano y que está compuesto de los cuatro éteres ya estudiados.
            Estos éteres son los canales energéticos que permiten que el organismo celular reproduzca sus cometidos con la mayor precisión y especialización posible.
            El Éter Químico, como ya se estudió, permite la ingestión de alimentos, tanto a nivel celular como de organismo completo, y la eliminación de los residuos o heces producidos tras el funcionamiento  habitual  de  la  máquina  orgánica. 
            El  Éter  de  Vida  permite  o  hace  posible  la  procreación celular necesaria para que las células muertas puedan ser substituidas y para mantener los suficiente cuerpos que se adecuen a las experiencias que la humanidad deba desarrollar.
            El Eter Luminoso es el responsable de que tengamos ilusiones y deseos a seguir, tan necesarios en el mantenimiento de la vida, primero, y el progreso evolutivo hacia la utopía después. El Éter Reflector, como su nombre indica, refleja el contenido de la Memoria del Universo y es el canal por el cual el Espíritu Real del Hombre puede imprimir los pensamientos en las neuronas físicas del cerebro.
            El Ego es un vehículo elevado del Espíritu Humano que funciona, en la actualidad, como si del contenido de un diskette informático se tratase. Cuando el Hombre encarna, el Ego es el responsable de la Personalidad Superior y que acoge, en su seno, a la chispa de espíritu que habrá de ser despertada; pues bien, cuando este Ego decide realizar su camino de involución hacia los planos de la materia, pasa por las regiones, primero del Pensamiento Concreto, del Mundo de Deseos después y por último de la Región Etérica.
            En cada uno de estos planos, regiones o mundos, el Ego atrae hacia sí materia de ellos y se recubre, con esta, de vestidos o cuerpos cada vez más densos o menos sutiles. La calidad y perfección de este material estará a expensas de la posible resonancia del átomo simiente "contenedor de la información que el Ego ha tenido a través de los eones de tiempo".
            Por otro lado, la cantidad de dichas materias estará determinada por el requerimiento del Arquetipo construido por el Ego en el Segundo Cielo: ver gráfico de Max Heindel incluido en el capítulo tercero.


            Una vez determinado por el Hombre Espiritual y sus Circunstancias premeditadas quienes van a ser sus progenitores, prepara el útero de su madre, en colaboración de las fuerzas demiúrgicas y arcónticas de la Naturaleza, con una especie de matriz etérica que determinará la forma visible del niño que vaya a nacer.
             Los clarividentes Rosacruces han determinado, tradicionalmente, que los átomos etéricos poseen una forma más o menos prismática.
            Este Cuerpo Vital será el receptáculo que hará posible el crecimiento del Cuerpo Denso y posee una flexibilidad extraordinaria e impensable para cualquier cuerpo físico conocido. Lo más parecido, al efecto que estamos comentando, sería el inflado de un globo. Dicho de otro modo : en el Cuerpo Etérico del No Nato se encuentra, en simiente, la estructura completa del Hombre en todas sus futuras facetas como niño, adolescente o adulto.
            Es debido a lo mencionado que el Cuerpo Vital de un niño , a los ojos del espíritu, es mucho más brillante que el de una persona adulta, ya que se encuentra prácticamente virgen.             Una vez que el potencial de este cuerpo se ha utilizado, en su totalidad, el brillo desaparece y sobreviene la muerte.
             Durante el día cuando las fuerzas demiúrgicas solares están más activas y emiten mayor energía, el Cuerpo Denso absorbe ésta en grandes cantidades y la almacena en los átomos prismáticos del Cuerpo Vital, hinchándolos como si de receptáculos de goma se tratara. Conforme transcurre el día, las toxinas  y deshechos se almacenan, en cierta cantidad, en las células del Cuerpo Denso provocando una cierta saturación que produce cansancio y de esta causa surge el efecto de la necesidad de dormir.
            Esto sucede con más fuerza cuando el Cuerpo Vital ya es incapaz de absorber más energía luminosa vitalizante. La sensación del Ego, en este instante, vendría a ser como si llevara una carga tremendamente pesada que le hiciera moverse a cámara lenta y es por dicha causa que el Ego conduce a sus vehículos a un lugar de reposo donde poder descansar para recuperar las fuerzas perdidas.
            Durante la relajación o sueño, el Cuerpo Vital reconstruye, en parte, y vitaliza las células del  Cuerpo  Denso  mediante  la energía electromagnética que el primero ha almacenado durante el  período de vigilia.


            En esta labor médica tienen fundamental importancia los dos primeros éteres: el químico y de Vida. El primero elimina las toxinas y alimenta a las células que se encuentran débiles con la energía orgánica almacenada y el segundo hace que las células se reproduzcan, lo imprescindible, para que esta nuevas sustituyan a las ya fallecidas.
            Los dos éteres restantes, luminoso y reflector, son llevados por el Ego fuera del Cuerpo Denso para permitir que sus hermanos realicen el trabajo mencionado sin interferencias mentales que pondrían en peligro el proceso de reconstrucción. Este viaje nocturno se realiza al Mundo del Deseo envuelto en materia mental. Cuanto más fuerte sea el Cuerpo Vital de un individuo, ya desarrollado, menos horas de sueño necesitará para restaurar su organismo.
            Los átomos de los éteres químicos y de vida no poseen peso alguno y están emparentados con los neutrinos que conocen, tan bien, los actuales científicos. Por cada átomo de materia física, existe un átomo de materia etérica que lo compenetra y le da la vida, consistencia y movimiento. Son los átomos etéricos de vida los responsables de la replicación del A.D.N. y de su forma característica, en espiral.
            Los átomos etérico químicos, sin embargo, son los responsables del mantenimiento orbital de los electrones que siguen alrededor de sus núcleos constituidos por protones y neutrones, entre otros. Cuando un átomo pierde alguna partícula, es el éter químico el que se ocupa de proporcionarle, a éste, el elemento que haya perdido para poder mantener su peso atómico.


            Los átomos etéricos luminoso y reflector, al contrario de los ya mencionados, al no estar en contacto directo con la materia, su comportamiento es diametralmente opuesto. Así como los éteres químicos y de vida son atraídos por las fuerzas cuánticas y gravitatorias de los elementos físicos, sin abandonarlos jamás salvo en circunstancias trágicas para la materia, así los átomos etéricos luminoso y reflector son atraídos por los planos superiores de antimateria, convirtiéndose en relación con el plano físico,  en volátiles y migratorios. Al ser "materia" tan difícil de retener,  es por lo que es tan difícil su detección y estudio. Sólo, al presente, los individuos espiritualmente capacitados  y que han logrado hacer evolucionar a sus cuerpos groseros convirtiéndolos en más sensibles y etéricos son capaces de retener partículas de estos éteres en suficiente cantidad como para provocar en quienes los observan un efecto de santidad y en su derredor unos efectos que pudieran parecer milagrosos.
            Esta evolución positiva se produce con el servicio altruista y desinteresado hacia los demás, estando dispuestos al autosacrificio en la escuela de la experiencia, en beneficio del común de la ciega humanidad. Cuando la cantidad de éteres superiores que atrae un individuo es suficientemente importante  se puede observar un Cuerpo Alma de tonalidades que van entre el Azul Celeste y el más puro y luminoso de los oros.
            Este Cuerpo Alma o Vellocino de Oro está estrechamente relacionado con el Cuerpo de Deseos y el Proto-Cuerpo Mental, siendo fácilmente manipulable  por el Verdadero Espíritu Humano, al contrario que los éteres y cuerpos inferiores, ya que están sujetos a las fuerzas gravitatorias que mantienen sujeta a la materia y a los siempre presentes instintos de conservación y reproducción.
            El Cuerpo Alma, al contrario que el Cuerpo Físico, que se nutre de partículas densas y de baja calidad energética, se alimenta de la radiación electromagnética producida por las buenas acciones  de una vida ordenada; es decir, el hombre que no se preocupa por los valores espirituales, tales como el propio altruismo, estará  condenado a  pasar  la  transición  del otro lado prácticamente vacío.
            Aquella Alma  que  pecase  deberá  morir.  Sin  embargo, aquella personalidad superior que haya sido  convenientemente alimentada será preservada para mayores obras en otras vidas y en otras evoluciones que tan sólo podemos imaginar.
            Esto, depende íntegramente de nuestra actitud ante la vida (ya organizada previamente en el segundo cielo antes de la encarnación), que evolucionemos  hacia mayores cotas de servicio y poder o nos rebajemos, nosotros mismos, hacia las profundidades más insondables de la inconsciencia, la miseria y la degradación.


            En el proceso de Iniciación, no cabe duda, existen diferentes gradaciones; pero en definitiva se puede resumir en tres pasos fundamentales; aunque cuando nos referimos a un Iniciado Rosacruz, debe quedar bien claro, que estamos apuntando a un sofisticado Iniciado Navegante de Tercer Grado.
            La máxima iniciación efectiva posible en el Plano de la Materia.


            El primer grado iniciático vendríamos a denominarlo como una primera toma de contacto intelectual con el mundo de lo invisible y de la espiritualidad.
            Este primer paso es imprescindible para a través del estudio de los planos internos abrir en nuestro corazón "metafóricamente hablando" el hueco necesario que permita el crecimiento de una Fe o Gnosis sentimental: la Evidencia de lo que no se ve pero que se siente en lo más interior.
            Cuando esa primera intelectualidad deja paso al sentir se ha comenzado a dar el paso hacia el segundo grado de Iniciación. Todavía, en este estado, el individuo es inconsciente del hecho de su ya efectiva iniciación, aunque la presiente.
            Es en este punto donde por la noche y mientras se duerme, se comienza a trabajar en los planos superiores guiados por otros hermanos algo más instruidos  o por los propios maestros Rosacruces. Max Heindel a este estado lo denominó como Auxiliaría Invisible inconsciente. Aquí, el sujeto en cuestión tiene experiencias que en ocasiones, y cada vez más frecuentemente, son recordadas al acabar el período de sueño e individualmente, por sí mismo, empieza a tener conciencia de lo que le está sucediendo tanto a su organismo físico como a todo su ser.
            A esa transmutación de la que es parte, deberá ahora, ayudarla conscientemente por medio de la activa meditación y autoelevación derivada de una correcta concentración en SHAMBALA o Sanctum Celestial como denominara la A.M.O.R.C.
            Del tercer grado, hemos hablado repetidamente y lo seguiremos haciendo, pues es la madre del cordero de los presentes capítulos. Este tercer grado, tan sólo lo poseen aquellas entidades pertenecientes a la evolución de la presente humanidad y que se encuentran en la frontera de ser otra Cosa más elevada. Lo cierto es que, como dijo Jesús: "Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros". Los Hermanos de la Sagrada Rosacruz jamás darán el paso decisivo que les lleve a eso, por una simple cuestión de Amor.
            Algunos de ellos, ya, jamás salen de Shambala; pero Shambala, a pesar de encontrarse en un nivel muy elevado, sigue perteneciendo al Universo de la Evolución Humana. Un inciso: cuando nos referimos a la Evolución Humana, no nos estamos refiriendo exclusivamente al Ser Inteligente que mora en el planeta Tierra, sino que estamos haciendo mención de todas aquellas inteligencias que se encuentren en nuestro mismo nivel, vivan en nuestro sistema planetario o en otros.
            Otros Rosacruces viajan a nuestro Universo con el fín de proporcionarnos las claves, Amor y aliento necesario, para que podamos seguir progresando  y poder alcanzar, de este modo, el Grado Efectivo que ellos ya poseen; es decir, lleguemos a convertirnos nosotros también en Rosacruces. Pocos Rosacruces se conocen, aunque ya muchos son los que son; aunque esto pertenece a otro capítulo.                        
            Deseo es sinónimo de incentivo para la acción. Según está planteada la evolución, tanto de los minerales como de las plantas no tiene demasiado sentido que les apliquemos a estos seres, en este momento, tal y como los conocemos, dicho concepto.
            Repetidamente, hemos mencionado en estos  papeles, que es el deseo lo que nos ha permitido sobrevivir como especie y lo que nos impulsa a cuidar de nuestros enfermos e inválidos; pero desgraciadamente, si los sentimientos no somos capaces de controlarlos nos podrían llevar a aberraciones derivadas de un mal entendido instinto de supervivencia.
            Todo esto que estamos diciendo, es posible observarlo en los animales y en el Hombre gracias al desarrollado Proto-Cuerpo de Deseos que poseen.
            Algunos clarividentes opinan que no está pleno en su manifestación humana hasta aproximadamente los catorce años de edad; pero esto es una falacia basada en la fantasía de algunas apreciaciones no confrontadas. Es cierto que el Cuerpo de Deseos crece y evoluciona al igual que los propios cuerpos Vital y Denso; pero esto no implica, en absoluto, que estén inactivos hasta llegada una edad determinada.

            El común de los orientales, al igual que los antiguos monjes cristianos instruyen a sus acólitos para que castiguen sus cuerpos con la intención de destruir los deseos y los sentimientos.
            Es lo que vendría a denominarse como destrucción de la personalidad, tan en boga hoy en determinadas sectas de carácter destructivo.
            Esto es otro error de bulto muy extendido en algunos sectores Rosicrucianos y que deberá evitarse; pues no es lo mismo que la propia personalidad, en su conjunto, llegue a la correcta conclusión de que debe menguar para hacer posible que el Hijo de Dios nazca en nuestro Corazón, a que la Mente se erija en dictadora y déspota en relación con los vehículos inferiores.
            La evolución de los diferentes vehículos de manifestación del Ser Humano deben desarrollarse de forma armónica y progresiva, sin artifícios que pudieran desequilibrar al conjunto de la Persona.
            El Sr. Heindel opinaba, acertadamente, que el deseo viene a ser al individuo como el temple al acero. La Fuerza Espiritual no podrá alcanzarse jamás si no existe en nosotros un fuerte deseo de conseguirla; no obstante, deberemos estar siempre atentos para que este pura sangre no se desboque  y llegue a convertirse en el licántropo que arruine nuestras vidas y las de aquellos personas que nos rodean.
            La composición de este Proto-Cuerpo, en el común de los mortales está constituido por materia de todas y cada una de las regiones del Mundo del Deseo. Los sentimientos instintivos de los individuos poco evolucionados o degenerados están orientados, exclusivamente, a la gratificación a corto plazo de las más bajas pasiones y es por dicha causa que descubrimos que su vehículo de deseos está compuesto de partículas de las regiones más inferiores. A medida que el Hombre evoluciona, en espiritualidad, estos vehículos se van haciendo más sensibles, rechazando dicha materia y adquiriendo su masa de las regiones superiores.
            Esta evolución o progreso es consecuencia directa de una perfecta asimilación de las experiencias de la vida y el consecuente reconocimiento y seguimiento de las Leyes de la Naturaleza. Por lo tanto, vemos como dentro de la misma especie humana, algunos de sus individuos tienen un Cuerpo de Deseos negro como un saco de carbón y otros por el contrario lo poseen dorado.
            Así como el Cuerpo Vital actúa sobre la mayor parte del sistema nervioso simpático, así el Cuerpo de Deseos lo hace sobre el sistema nervioso voluntario. Tanto el sistema nervioso voluntario como los músculos sobre los que actúa son los responsables de la actividad consciente.
            Al ser un Proto-Cuerpo, avanzado, no desarrollado en su totalidad, no tiene órganos sensoriales; sino que sus centros de percepción funcionan a modo de torbellinos de energía que giran en uno u otro sentido y se encuentran íntimamente ligados a las glándulas del Cuerpo Vital y del Cuerpo Denso. Estos vórtices de energía son conocidos, en Oriente, como Chakras y vienen a estar localizados cerca de  la glándula pineal o epífisis y la hipófisis situadas en la base del cráneo, respectivamente.
             El cuerpo pituitario o tercer ojo, localizado en la frente cerca de la unión con la nariz, el timo en la laringe, el  hígado la mayor de las glándulas y los órganos sexuales sean ovarios o testículos. Asimismo, estas glándulas endocrinas tienen una estrecha relación con los centros nerviosos conocidos como plexos que son: el cervical, branquial, solar, sacro y lumbar, entre otros...


            Cada uno de los vehículos del Hombre posee un centro de control o átomo simiente  que dirige el crecimiento de cada uno de ellos  y recoge toda la información que es proporcionada por sus células o sensores periféricos.
            Tradicionalmente, el átomo chispa del Cuerpo de Deseos se ha situado en el hígado, donde los clarividente entrenados suelen vislumbrar el mayor de los torbellinos de dicho proto-cuerpo.
            Cada uno de estos centros o vórtices vienen a ser los centros de percepción del Cuerpo de Deseos tal y como los sentidos lo son tanto para el Cuerpo Denso como para el Vital.


            El Cuerpo de Deseos, por la actividad que desarrolla, es un gran destructor de las moléculas vivas del Cuerpo Denso mientras dura el período de vigilia. Este es el principal motivo de que exista el sueño.
            En primer lugar, para que los éteres Químico y de Vida desarrollen el efecto de restauración ya mencionado y en segundo para no interferir, de algún modo, en su labor, ya que durante el período de sueño, el Cuerpo de Deseos abandona, casi completamente, al Cuerpo Físico.
             Los médicos actuales están redescubriendo una Gran Verdad que ya era harto conocida por los antiguos sabios: el miedo, la ansiedad, ira, ánimos de venganza etc., inciden negativamente sobre el metabolismo y la digestión interfiriendo en los procesos tanto de asimilación de alimentos como de eliminación de heces provocando además de los conocidos trastornos físicos, como las úlceras o el cáncer, algunas enfermedades nerviosas de muy difícil cura; pero lo peor no es nada de esto, sino que el progreso espiritual, por dichas causas, se hace imposible y no podrá restablecerse hasta que hayamos aprendido a controlar, que no eliminar, los deseos y las emociones.
            La Mente, al presente, no llega a la categoría de Proto-Cuerpo, en su constitución, pues se encuentra en un período evolutivo semejante al de los minerales a pesar de que inunda con su esencia y hasta lo más profundo a todas las partículas de los cuerpos inferiores, encontrandose de una forma espectacular alrededor del cerebro; formando para los ojos del espíritu algo así como un ovoide luminoso de materia mental, similar al de las pinturas sacras, y que aún siendo invisible para la mayoría, si que produce en sus poseedores, de cara al común de las gentes, un determinado grado de carisma.
            La Mente, al igual que cualquiera de los otros cuerpos, crece y evoluciona con el transcurrir de la vida en el plano físico así como en los espirituales, y tradicionalmente, se supone que alcanza la madurez alrededor de los veintiún años de edad terrestres.
            La Mente es el Cuerpo que utiliza el Ego como punto focal para llegar a ser consciente del Universo Material que le rodea y es la principal herramienta que posee para adquirir conocimiento. También es el puente que relaciona al espíritu con sus cuerpos inferiores y es utilizada por el Ego para dirigir a estos.
            La Mente, al presente, produce la autoconciencia del Plano Físico en el Ego; pero en el futuro, según se vayan desarrollando  los vehículos superiores tomará plena conciencia de estos  y entonces, el Alma, Cuerpo Alma, estará capacitado para desarrollar su labor despierta como eslabón entre el universo de las experiencias  y las dimensiones celestiales.
            El átomo chispa de la Mente, según la tradición, fue concedido al Hombre en la denominada época Atlante para que el Espíritu tomara parte en las acciones más o menos automáticas de su vehículo terrestre; pero como la energía del Ego que llega al plano físico tras atravesar las diferentes  regiones es débil, produjo que la naturaleza de deseos, poderosa en su ámbito de influencia, se aliase con la mente naciente.
            Es por dicho motivo que la distancia que separa el deseo del pensamiento es prácticamente inexistente y esto impide que el espíritu tome las riendas de su corcel con la fuerza y eficacia necesarias para poder romper dicha alianza; siendo al presente, la principal causa de desdichas que aquejan a la humanidad.


            Por esta causa, es necesario un proceso de transmutación alquímica que con la disolución rompa las ligaduras que unen ferreamente a la Mente con el Cuerpo de Deseos.
            La energía electromagnética, de naturaleza luminosa, producida por nuestra médula ósea, Lucifer o Kundalini enroscada, es la causante de toda la actividad mental y es debido a esto, que todo aquel que se acerca a la primera iniciación intelectual se encuentra sujeto a todo tipo de tentaciones relativas al cuerpo de Deseos tales como, la lujuria, envidia, avaricia, soberbia, etc., desarrollándose la batalla de la que hablara Pablo de Tarso, entre el Cuerpo de Deseos y el Ego Espiritual por conseguir el dominio de la mente: "No hago lo que quiero y sin embargo realizo aquello que no deseo".
            Así como las fuerzas arimánicas actúan ciegamente desde fuera, impidiendo, automáticamente, que nos opongamos a la influencia de sus corrientes vibratorias, así las fuerzas luciféricas actúan desde nuestro interior proporcionando un fantástico poder luminoso a la Mente, en beneficio del Cuerpo de Deseos y en detrimento del control que debería poseer el Ego sobre aquella para producir una correcta evolución hacia los mundos del espíritu.

            Lucifer está representado por la serpiente y que no es otra cosa que la mencionada columna vertebral, sede del aparato nervioso central, donde se procesan todo tipo de deseos y necesidades, dando lugar en el transcurso de las edades, como resultado, el nacimiento del cerebro, fruto de la Ciencia del Bien y del Mal: hemisferios izquierdo y derecho respectivamente.
            Tampoco esta Fuerza Genital dormida o Kundalini es mala por naturaleza. Lo que sucede  es que siendo ciega, no posee hasta que despierta, una conciencia superior y por lo tanto tiende a buscar el bien temporal e inmediato de su dueño: los placeres entre otros. Esto lo consigue aliándose con las corrientes arimánicas producidas por los arcontes y eones que le vienen desde el exterior.
            Es debido a estos hechos, que es posible predecir, en el hombre ordinario, no iniciado, gran parte de su conducta ante determinadas situaciones, dependiendo del lugar que ocupen, en un determinado momento, tanto los planetas como las estrellas del cielo.
            El proceso de Iniciación, Tantra, que rompe esta conducta, es la unión de la Mente con la Fuerza de CHRISTIFICACION, Alquimia del Amor que mora en el átomo chispa del ventrículo izquierdo de nuestro corazón etérico y que contiene la información necesaria a nivel del arquetipo del A.D.N. para que Lucifer, la Serpiente Enroscada, despierte y comprenda que el beneficio a corto plazo no implica un verdadero Bien para el Ser Humano, sino todo lo contrario.
            Una vez, sepamos hacernos escuchar por Lucifer, éste, como parte importante de la Personalidad Humana se elevará hacia lo alto y se convertirá en el más preciado aliado del proceso CHRÍSTICO.
            La Kundalini elevada tomará forma en su faceta de separador, Diablo, para dividir en el proceso de disolución estudiado lo Superior de lo Inferior, produciéndose así, una aparente autodestrucción, Satanás; para que el Christo, despertado e incubado en el corazón llegue a tomar posesión del trono de la Mente y tras desarrollarse plenamente, de tal regio modo, pueda producir en todos los vehículos el efecto de transmutación conocido como transfiguración.
            Para que esta iniciación pueda llegar a ser efectiva, es necesario que tanto la Mujer como el Varón tomen conciencia de que el mal no existe fuera de ellos. El mal existe porque nosotros lo inventamos.                                   
            En la India lo entendieron bien desde el principio, otorgándole a Shiva y a su esposa Kalí, tanto el poder de la creación como de la destrucción.  

          
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BIBLIOGRAFÍA
           
ARS MAGNA. ALBERTO MAGNO
NUEVA LUZ DE LOS QUÍMICOS. ALEXANDRE SHETON
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 DE LOS SIETE METALES. BASILIO VALENTÍN
TRATADO DEL AZOTH. BASILIO VALENTÍN
EL SUEÑO VERDE Y LA PALABRA
ABANDONADA. BERNARDO TREVISANO
TRATADO DE LA FILOSOFÍA DE
LOS METALES. BERNARDO TREVISANO
EL TRATADO DEL HUEVO DE LOS
FILÓSOFOS. BERNARDO TREVISANO
TABLA REDONDA DE LOS ALQUIMISTAS. CYLIANI
LA ALQUIMIA EXPLICADA SOBRE
LOS TEXTOS CLÁSICOS. EUGENE CANSELIET
DOS LOGIAS ALQUÍMICAS. EUGENE CANSELIET
EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES. FULLCANELLI
LAS MORADAS FILOSOFALES. FULLCANELLI
LAS DOCE PUERTAS DE LA ALQUIMIA. GEORGE RIPLAY
LA ENTRADA ABIERTA AL PALACIO
CERRADO DEL REY. IRINEO FILALETEO
GUÍA BREVE DEL RUBÍ CELESTIAL. IRINEO FILALETEO
OBTENCIÓN DEL MERCURIO DE LOS FILÓSOFOS A PARTIR DEL REGULO MARCIAL ESTRELLADO. IRENEO FILALETEO
MUTUS LIBER. ALTUS
LA FILOSOFÍA NATURAL RESTITUIDA. JEAN D,ESPAGNET
TRATADO DE LA PIEDRA FILOSOFAL. LAMBSPRINCK
LA GUERRA DE LOS CABALLEROS. LIMONSON
TRIUNFO HERMÉTICO. LIMONSON
DIALOGO DE MARÍA Y AROS SOBRE EL MAGISTERIO
 DE HERMES. MARÍA LA JUDÍA
EL LIBRO DE LAS FIGURAS JEROGLÍFICAS. NICOLÁS FLAMEL
ALQUIMIA ENIGMA DE OTROS TIEMPOS. SIMÓN H.
EL LIBRO DE ORO DE LA ALQUIMIA. SIMÓN H.
LAS PALOMAS DE DIANA. SIMÓN H.
LA PUERTA CERRADA. SIMÓN H.
LOS SIETE TIEMPOS DE LA ALQUIMIA. SIMÓN H


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1 comentario:

  1. Disculpe, pero usted tiene el libro el carro triunfal del antimonio? para que me pase el link de descarga.

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