domingo, 25 de mayo de 2014

Reflexiona: (Por sus obras los conoceréis)




Reflexiona: (Por sus obras los conoceréis)



En algunas ocasiones hemos venido indicando que algunas joyas de la verdad se encuentran inmersas en lo más profundo de la miseria y del estiércol de la Sociedad y, cada día que pasa estoy más convencido de ello.

Hoy me dirijo a ese apestoso e insano estercolero de la humanidad que mantiene sus tesoros tan ocultos que jamás podrán disfrutar de ellos si no cambian de actitud hacia sus congéneres e incluso hacia el resto de la naturaleza.

La violencia, el odio, el racismo, machismos y otros ismos, la intolerencia en suma, nos convierten en agentes del Sistema; es decir nos impiden ser independientes de las alimañas que vienen ordeñando a la humanidad desde el principio de los tiempos.

Ves a alguien que te molesta, que te estorba, que te disgusta y ¿Qué es lo primero que pasa por tu mente?, sí, vengarte, eliminarlo como una apestosa alimaña; pero ¿Qué consigues con eso si el problema se encuentra dentro de nosotros mismos? ¡Nada en absoluto! Sino proporcionar alimento fresco a los arcontes que nos tienen enjaulados, cual animales de un rebaño domesticado.

La verdadera batalla, la única sensata y que vale, es la que mantenemos con nosotros mismos por la preeminencia de nuestra parte natural, anclada al Sistema o de nuestra parte espiritual que algún día deberá elevar su vuelo para alcanzar su verdadero Hogar Celeste.

Me consta, ya lo sé, que cuando arremetes contra negros, judíos, comunistas, fascistas, y otra calaña, como tú los llamas, piensas que estás actuando como una especie de súper héroe, un Jabato o Capitán Trueno; pero no te das cuenta que justo haces lo contrario. 

El eliminar, el torturar o matar a alguien no sirve de nada; fíjate que no digo de poco o mucho, te digo de nada, pues aunque mates el cuerpo, su espíritu pervive, y lo único que haces es meter más leña en el fuego en el que todos nosotros estamos siendo cocinados para la mayor gloria gastronómica de seres invisibles que se alimentan de nuestra energía negativa.

Cuando actuamos por odio creamos una especie de criatura invisible compuesta de nuestra energía y si esa entidad se junta con otras muchas conforma otra Entidad mucho mayor que será devorada por las máquinas que gobiernan nuestro Mundo. 

De hecho es la energía que las mantiene en funcionamiento y dado que siendo positivos y buenos, amables en definitiva, no producimos dicho alimento, son esas entidades quienes introduciéndose dentro de nuestras mentes, porque las dejamos entrar, nos instan a actuar de forma rencorosa hacia nuestros semejantes como si ellos fuesen, en realidad, los responsables de nuestras desdichas y entonces, creyendo que actuamos por nuestra cuenta y por el bien de algún alto designio y de forma independiente, resulta que lo que hacemos es actuar como el perro que es lanzado por su amo hacia su presa.

Te ruego, querido Hermano y Amigo, que antes de dejarte llevar por cualquier tipo de populismo insano que señale a unos u otros como los responsables de nuestras penas y desgracias, te lo pienses un poco y recuerdes que cada vez que te enfureces pierdes algo de tu control individual. Te dejas llevar por tu naturaleza animal que, ahora, en lugar de ser controlada por tu Joya Interna, tu Verdadero Ser Espiritual, lo está siendo por una jauría de demonios que podrías destruir con tan solo dejar de pensar en ellos, dejar de actuar como una fiera salvaje que es azuzada para atacar a sus iguales, a sus hermanos de la misma Especie.

Con esto ¿Qué te estoy diciendo? Que no mires solamente las ideas de las personas que te rodean. Las ideas pueden ser maravillosas y estar constituidas por una gran cantidad de Verdad; pero no vale solo eso, la Verdad debe de manifestarse en sus vidas, en sus acciones. Las gentes que señalan a otras gentes como el enemigo, del modo que sea, son cautivos del Sistema y muestran la Verdad como los loros que repiten las voces de sus amos. Recuerda que el Diablo conoce a Dios, el nunca dudará de su existencia y por su antigüedad conoce gran parte de la verdad si no toda; pero no por ello dejemos que siga siendo nuestro Amo.

Recuerda que esto tan solo es una metáfora pues ni Dios ni el Diablo existen tal y como nos los han mostrado las religiones, pues Dios es la Joya que llevamos oculta en nuestro interior, el Ave Fénix, la Quinta esencia del Mundo Original del que vinimos y el Diablo y sus hordas no son otra cosa que las fuerzas de la ignorancia que mantienen este Mundo en un movimiento, como una noria, de permanente irracionalidad. 

Los amos inteligentes dirigidos por sus criaturas previamente programadas. Esa es la Verdad actual.

La próxima vez que te venga una imagen a la mente de Odio o Rencor hacia uno de tus hermanos piensa en lo que te digo. No dejes que la mascota, con inteligencia artificial, que en su día crearas te domine. No dejes ser liderado por la irracionalidad.


Aralba


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sábado, 24 de mayo de 2014

El Quinto Elemento

El Quinto Elemento


Ángel Ruiz Cediel


El impresionante logro que termina de realizar la Ciencia, a través de los resultados obtenidos en el Acelerador de Hadrones de Ginebra, no es en realidad sino la constatación de la existencia de algo tan remoto como lo que los griegos clásicos llamaban éter, hoy renombrado el propio de Campo de Higgs, en el que el Bosón de Higgs es su quanto. Han encontrado –o confirmado científicamente- la existencia del Quinto Elemento (agua, tierra, aire, fuego y éter -o Campo de Higgs-), la quintaesencia que trató de comprender Empédocles y que predefinió Platón, la substancia primordial que defendía Aristóteles, la naturaleza perfecta que intentó describir Salomón o el elemento primordial que Hugo de Santalla definió en el s. X en su “De secretis naturae” como “un elemento primordial en forma de calor o espíritu ígneo, de sutil consistencia material, que está presente en todo el universo, dotándolo de movimiento, comunicando sus partes y que es capaz tanto de formar como de descomponer cualquier sustancia natural.“

El éter o Quinto Elemento fue perseguido a lo largo de la Historia tanto por la Ciencia como por la Alquimia, unos para negarlo y otros para corroborar su existencia. Maxwell y sus ecuaciones primero, Faraday después y Tesla más tarde, intentaron definir su existencia, alcanzándose con el experimento de Michelson-Morley, a principios del s. XX, la conclusión de que el éter o quintaesencia no existía, pues que no alteraba la velocidad de la luz en cualquier dirección que se proyectara. La cuestión pareció zanjada, al menos hasta que los postulados de la recién nacida Física Cuántica, vitalizada por brillantes mentes como la de Plank que demuestran la imperiosa necesidad de su existencia para explicar el orden físico de la materia. Por una parte, si con el experimento Michelson-Morley pareció demostrar la no-existencia del éter por cuanto no invalidaba la Teoría General de la Relatividad, las ecuaciones cuánticas aseveraban todo lo contrario, ya que eran mensurables ciertas fluctuaciones en la energía de los campos electromagnéticos. ¿Cómo podía una sustancia o elemento ser tan contradictorio?... Parecía que la Física había llegado a un nudo gordiano que por el momento no era capaz de deshacer. Sin embargo, aunque el fracaso del mencionado experimento corroboraba la Teoría General de la Relatividad, fue el propio Einstein uno de los más firmes defensores de la existencia del éter. Volvió a poner el asunto sobre el tapete Willis Lamb, quien recibió el Nóbel de Física por sus estudios acerca del intercambio de energías entre las partículas cargadas y el vacío, no sólo mensurables, sino capaces de producir efectos reales constatables. Esto demostraba, por una parte, que el vacío no estaba vacío, sino extraordinariamente cargado por un enorme potencial de energía (10108J * cc), una cantidad de energía tan magnifica que si pudiera convertirse en materia sería superior la existente en solo centímetro cúbico a toda la que puede existir en el universo. De alguna manera, las ecuaciones de Lamb demostraban que toda la realidad material y la cuántica se generaba en algo, en ese éter o esa quintaesencia que impregna todas las cosas del universo, moviéndose en todas las direcciones al mismo tiempo. Cosa ésta particularmente curiosa, por cuanto los griegos clásicos consideraban a los cuatro primeros elementos con características de movimientos “lineales”, y al quinto elemento o éter como de movimiento “circular”.

Fue en 1964 cuando seis físicos, entre los que destaca Peter Higgs, propusieron la existencia de un campo primordial (Campo de Higgs) en el que su quanto sería el bosón de Higgs, todo ello como parte de una mecánica desarrollada para explicar la masa (materia) de ciertos bosones o partículas. Un bosón, el de Higgs, constituido de una forma tal que según su planteamiento no tendría spin o carga eléctrica, en cierta forma perfectamente descrito empíricamente tanto por Salomón como por Hugo Santalla, como se puede comprobar más arriba. La teoría era no sólo buena, sino también hermosa y simple, y venía en cierta forma no únicamente a reconciliar la física de lo grande (la materia) y de lo pequeño (Física Cuántica), sino que también resolvería de una vez por todas las divagaciones que han inquietado a los físicos desde la Grecia Clásica y nos permitiría comprender no sólo la existencia de la materia, sino la formación misma del universo. La cuestión más peliaguda a esta hermosa y armónica sucesión de ecuaciones que justificaban el éter o quintaesencia radicaba ahora en demostrarlo, y, en un plausible esfuerzo conjunto de la Ciencia internacional, los países unieron sus capacidades y recursos para encontrar la panacea y cartografiarla, construyendo el Acelerador de Hadrones o LHC. El resultado, por ahora en vías de reconfirmación, no ha podido ser más espectacular: el Campo de Higgs existe, por cuanto el bosón de Higgs ha sido detectado en todos los experimentos llevados a cabo.

Las implicaciones de este descubrimiento no pueden ser más apasionantes, y sus aplicaciones son tales que son difícilmente imaginables por ahora. desde luego, podemos deducir que si existe el éter o quintaesencia, si este Quinto Elemento es real, y todo lo desarrollado hasta ahora así parece confirmarlo, significa ni más ni menos que las ecuaciones de Lamb son igualmente ciertas y que en cada centímetro cúbico de vacío existe una cantidad de energía tal que sería superior a toda la materia visible del universo. En cierto modo, es como si hubiéramos encontrado la Piedra Filosofal o el Oro Alquímico.

Ahora les corresponde a los físicos la forma en que este capital descubrimiento puede ser aprovechado en el bien colectivo de la Humanidad. Los métodos para ello no tardarán en llegar, sin duda; pero tarden lo que tarden, suponen, en el peor de los casos, la definitiva eliminación de las limitaciones que nos imponía el costo de la energías, despareciendo de ahí en más los sistemas convencionales de obtención (combustibles fósiles, centrales nucleares o térmicas, etc.), pues que toda la energía imaginable está en disponible en cantidades ilimitadas en cualquier parte y en cualquier momento. La revolución que esto supone no es sólo una cuestión de progreso tecnológico, sino que también implica una transmutación de la naturaleza humana, pues que cualquiera puede tanto beneficiarse de esta fuente inagotable de energía como perjudicar a los demás usándola inadecuadamente. Presupone, en definitiva, que todos dependemos de los demás a partir de ese momento en que sepamos cómo aprovecharla, tal vez comprendiendo por fin que todos somos igual de omnipotentes, o, dicho en otras palabras, que somos lo mismo o parte del mismo tejido.

La Quintaesencia hallada será la base, sin lugar a dudas, de que le prestemos atención y concedamos crédito a todas esas investigaciones ahora más o menos desacreditadas de la llamada Energía del Punto Cero, las cuales son tan denostadas por las poderosas multinacionales de los recursos energéticos, verdaderos enemigos de la especie por cuanto la inmensa mayoría de las guerras han sido producidas por los beneficios que les generan a unos pocos el control de los recursos energéticos. Esa Piedra Filosofal o ese Oro Alquímico, bien desarrollado y usado como un bien colectivo de la Humanidad, suponen para nosotros algo tan práctico y extraordinariamente humano como la desaparición de las guerras, la inutilidad de los impuestos y la posibilidad práctica de organizarnos como sociedad global o mundial de una forma completamente distinta y mucho más humana e igualitaria que lo que hasta ahora ha sido nuestro penoso devenir, quién sabe si desembocando, por fin, en esa era de paz y bienestar que a lo largo de milenios fue nombrada como la Edad de Oro. Tal es el alcance de este descubrimiento que merece, desde lo más sentido de nuestras inteligencias y desde lo más granado de nuestros corazones, la mayor ovación y el más enfervorecido encomio.

Que luego digan por ahí algunas indignas Secretarias de Estado que hay que reducir la investigación. ¡Qué talentos tenemos en España, Dios mío!



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jueves, 22 de mayo de 2014

El hombre nuevo y la renovación epocal en Boris Mouravieff (1890-1966)


El hombre nuevo y la renovación epocal en Boris Mouravieff (1890-1966)

Boris Mouravieff nació en Cronstadt, en Rusia, el l8 de marzo de 1890. De su vida familiar, de su juventud y de sus estudios se sabe muy poco: un curriculum vitæ y algunas fotografías. En su curriculum, Mouravieff declara haberse graduado en la Escuela Superior de Marina y haber servido en las fuerzas navales del Mar Negro durante la Primera Guerra Mundial. En numerosos documentos suyos se encuentra, en efecto, el título de "Comandante". En 1920 abandona definitivamente Rusia, dejando tras de sí sus títulos y su fortuna familiar. Viaja por Constantinopla y Bulgaria antes de establecerse en París en 1924. Durante su prolongada estancia en Francia, se casa con una joven bailarina rusa, Larissa Bassova. Durante este período, Mouravieff trabaja como ingeniero en la rama de los combustibles, y consagra su tiempo libre a la investigación y el estudio de la historia rusa y la tradición esotérica.
Durante la Segunda Guerra Mundial es arrestado por la Gestapo, pero logra fugarse y en 1944 se refugia en Suiza. A partir de esta fecha, resulta más fácil reconstruir la historia de su vida hasta llegar a 1966, año de su muerte.
Después de haber dejado Rusia por Francia, Mouravieff recomienza su vida como historiador y profesor, y da muestras de una energía poco común. Trabaja primero en la Escuela de Estudios Superiores Internacionales, y después, a partir de 1955, enseña en la Universidad de Ginebra en calidad de libero docente, donde imparte cursos de historia rusa y de filosofía esotérica. Publica numerosos trabajos concernientes a sus dos materias predilectas --la historia rusa y el esoterismo-- y, finalmente, agotado por el trabajo, muere después de una crisis cardiaca el 28 de septiembre de 1966.
El trabajo principal de Mouravieff en el campo esotérico es Gnosis1, obra compuesta en tres volúmenes en la que el autor expone los fundamentos de la tradición esotérica de la ortodoxia oriental, al menos por lo que se refiere a la parte teórica. Sus indagaciones, antes de ser redactadas en forma de tratado destinado a publicarse, fueron expuestas en el ámbito de sus cursos universitarios en la Universidad de Ginebra entre 1955 y 1958 con el título de Introducción a la filosofía esotérica según la tradición de la ortodoxia oriental. El curso, compilado para facilitar el mejor aprovechamiento de los estudiantes, comprende muchos elementos que están ausentes o apenas se esbozan en el texto de Gnosis.
El propósito del presente artículo es proporcionar una exposición articulada -aunque sumaria- de los contenidos específicos de la doctrina de la Gnosis. Nos proponemos, además de dar algunas indicaciones sobre la vida y el pensamiento de Mouravieff, delinear brevemente algunos temas que pueden constituir -eso esperamos- otras tantas pistas válidas de lectura que puedan servir de algo más que solo de instrumentos críticos.

El problema del hombre nuevo

Ya se han expresado algunas ideas centrales en el pensamiento de Mouravieff, que aparecen también -de forma paralela- en el campo de sus estudios histórico-políticos, y que resultan esenciales para comprender el espíritu y los propósitos de su trabajo. Mouravieff estaba convencido de que la humanidad había llegado al punto de un cambio de época; por esto la idea de la Tradición se inserta en el fondo del problema sobre el sentido de la historia y sobre el significado del momento actual:
«el problema del Hombre Nuevo, señalado ya en los inicios del siglo XX, adquiere hoy toda su importancia. Y esto es así porque la sociedad humana se encuentra ante un umbral2 desmesurado respecto de la historia precedente. La Nueva Era, que es inminente por el progreso y por la técnica, se preanuncia muy distinta al período actual tanto como éste lo es del Medioevo.
Existe, no obstante, una línea común en estos períodos de transición: es el problema de la creación de una nueva elite»3.
Esta es la temática que aborda de manera más específica en el artículo Le problème de l'Homme Nouveau4. Los cambios de la elite dirigente en el Medioevo concluyen en la época de la Enciclopedia, precisa Mouravieff, y se producen en función de la aparición de un nuevo tipo de hombre: el intelectual u hombre de ciencia.
El tipo de hombre de la elite que se creó al inicio de la época moderna -prosigue Mouravieff- se caracteriza por la potencia intelectual, y está bien representado por un personaje como Descartes y, más tarde, por los enciclopedistas franceses. Dotado más bien de un escaso sentido práctico, este "hombre nuevo" ha orientado sus esfuerzos hacia la ciencia aplicada y ha conducido a Europa a la revolución industrial, en cuyo ápice destaca la explotación de la energía atómica.
Al igual que el caballero medieval en su tiempo, el "tecnócrata" de hoy, rebasado por los acontecimientos, debe resignarse a ceder el paso a un nuevo tipo de hombre. Y aquí aparece el nudo problemático de la cuestión. Mouravieff sostiene que el gran peligro de nuestros tiempos consiste en el inmovilismo del pensamiento sobre el plano moral. Casi sin percatarse del todo, el hombre contemporáneo cree poder afrontar y resolver todos los problemas de hoy y de mañana con los métodos utilizados en el siglo diecinueve. De este modo, no toma en cuenta las enormes modificaciones producidas en su tiempo en todos los ámbitos.
Comentando una profecía de San Pedro5, Mouravieff piensa que el futuro de la humanidad puede ser o diabólicamente catastrófico (si avanzamos hacia al encuentro del cataclismo previsto por el apóstol) o, bien, divinamente creativo y susceptible de dar lugar a "los nuevos cielos y a una nueva tierra donde habitará la verdad".
El mundo antiguo había puesto bajo la égida de la Filosofía a la Religión y a la Ciencia. Por decirlo de algún modo, estaba "filosofizado". El espíritu de este tipo de hombre, esencialmente contemplativo, no buscaba ahorrar tiempo ni dinero.
El Medioevo, bajo la égida de la Religión, "religionizó" la Filosofía y la Ciencia. Y finalmente, en la época moderna, les tocó a la Religión y a la Filosofía ser "cientifizadas".
El Arte se distingue de la Filosofía, de la Ciencia y de la Religión por su capacidad de comprender todo sin deformarlo. Y lo propio de la época que está bajo la égida del Arte es que las otras tres actividades humanas sean llamadas a realizarse plenamente asumiendo sus formas naturales, sin restricciones ni hipertrofias, y armonizándose y complementándose una con la otra. La ética estará basada en la estética.
Empero, esto exige que la nueva elite dirigente del mañana sea integrada por superhombres, en el mismo sentido en que los "tecnócratas" de hoy podrían parecer superhombres a los hombres del Medioevo. El tecnócrata ha desarrollado facultades latentes que permanecían en estado embrionario en el caballero medieval.
De manera análoga, en la elite de hoy existen facultades latentes que, adecuadamente desarrolladas, servirán a la formación del Hombre Nuevo.

Tradición y renovación

¿Cuál es el rol de la Tradición en el marco del previsto cambio epocal?
El hecho es que -dice Mouravieff- el hombre llamado a resolver los problemas actuales y futuros deberá necesariamente poseer un conocimiento más profundo de la naturaleza humana capaz de revelarle al hombre real, distinto del hombre abstracto e impersonal que generalmente es objeto de estudio.
En suma, los nuevos problemas hacen necesario ritualizar una antiquísima prescripción: conócete a ti mismo. La Tradición estudiada en Gnosis -Gnosis -explica brevemente Mouravieff- tiene su fuente en el antiguo Egipto. Los elementos de tal tradición, que en la antigüedad solamente se habían revelado durante los misterios y en el más absoluto secreto, pasaron de Egipto a Judea por medio de Moisés, y a Grecia a través de Orfeo y Pitágoras. La predicación de los apóstoles funde estas dos corrientes en el Imperio de oriente, y a partir del cual la Tradición se difunde hacia Rusia y hacia Europa occidental. Y es así como junto a los centros del Monte Athos, de la Optima Poustyne y de los Solovkis en el norte de Rusia, tuvimos en Europa centros como el Monte Saint-Michel, Monte Cassino y muchos otros.
Y es en los textos de la Tradición oriental en los que se basa el estudio propuesto por Mouravieff en su obra Gnosis, tal y como lo precisa en el prefacio al volumen I:
«La Tradición esotérica cristiana se basa en el Canon, en el Rito, en el Menologio y, finalmente, en la Doctrina. Esta última es un conjunto de reglas, de tratados y de comentarios debidos a los doctores de la Iglesia ecuménica. Estos textos han sido reunidos en gran parte en una compilación titulado Philocalia6. A esto es necesario añadir los escritos aislados de autores antiguos y modernos, religiosos y laicos.
La mayor parte de los textos de la Philocalia son extractos escritos por personas que poseían ya cierta cultura esotérica. Otro tanto se puede decir de algunos aspectos de los textos del Canon, incluidos los Evangelios. Es necesario notar que, al dirigirse a todos, estos textos no pueden tener en cuenta la capacidad de nadie en particular. Por esto, el obispo Teofanio el Eremita insiste -en el prefacio a la Philocalia, - en el hecho de que nadie7 puede, sin ayuda, llegar a penetrar la Doctrina. Y es por esto que la ciencia esotérica conserva y cultiva, además de las fuentes escritas, una Tradición oral que vivifica la Letra. La ortodoxia oriental supo conservar intacta esta Tradición, en particular aplicando la regla absoluta del hermetismo. De generación en generación, desde la época de los Apóstoles, ha conducido a sus discípulos hacia la experiencia mística».8
Los estudios esotéricos proporcionaron al hombre los instrumentos para responder a las interrogantes sobre el sentido de la vida y de la sociedad humana en la época actual. En el ámbito esotérico, el tiempo de las búsquedas particulares y de la búsqueda de las finalidades individuales ha comenzado definitivamente. Sin sentirlo, el esoterismo se ha vuelto una esfera de dominio público, y los estudios esotéricos prácticos en lo futuro deberán tomar en cuenta esta situación y contribuir a una renovación significativa en la vida del hombre.

Hacia el segundo nacimiento

Y si la principal facultad de la actual elite dirigente -la intelectual- es su capacidad de calcular y combinar, la principal facultad del Hombre Nuevo será su capacidad de distinguir espontáneamente, sin testimonios ni pruebas, lo verdadero de lo falso, la verdad de la mentira. La nueva cultura, cuyo portador es el Hombre Nuevo, comprenderá toda la experiencia milenaria de la humanidad así como nuevas facultades que, hasta hoy, no se han manifestado mas que esporádica y parcialmente, y que se mantienen sin ninguna aplicación práctica bajo la actual organización de la sociedad humana. El hombre de elite del mañana habrá "nacido dos veces", de acuerdo con las célebres palabras que le dijo Jesús a Nicodemo9.
En nuestro período de transición, la solución al problema del Hombre Nuevo implica la aportación positiva de la Gnosis al la instauración progresiva del régimen del "romance único", que debe sustituir al "romance libre" propio del ciclo que llega a su fin. Así, el problema actual del Hombre es conducirlo de nuevo al Andrógino, estado límite de la conciencia humana que corona los esfuerzos de los discípulos y que triunfa finalmente con su segundo nacimiento.
Y puesto que cualquier nacimiento está vinculado a la relación de amor entre dos sexos, así también el Hombre Nuevo será el resultado de una concepción distinta del Amor y del modo de entender la relación amorosa, sobre la que se basará una evolución significativa del tema del romance y de sus correlativos significados esotéricos que se esconden detrás de la conocida expresión "alma gemela":
«Según la Tradición, la evolución humana, después de una largo período prehistórico, prosigue una sucesión de tres ciclos: Ciclo del Padre, que la historia sólo conoce parcialmente; Ciclo del Hijo, que está llegando a su fin; y, por último, el Ciclo del Espíritu Santo, al que actualmente estamos llegando.
La antropología establece la aparición del homo sapiens fossilis hace unos cuarenta mil años. La vida se caracterizaba entonces por el matriarcado derivado del sistema de matrimonio colectivo. Hace aproximadamente catorce mil años, con la aparición del homo sapiens recens, el régimen de la gens matriarcale cedette gradualmente il posto a quello della gens patriarcal, cede gradualmente su puesto a la gens patriarcal, caracterizada por la poligamia. A pesar de que fue un avance, este sistema ahora es señalado por su bestialidad, pues la mujer quedó reducida a la condición de mercancía viviente. Esto no obstante a la antigua tendencia que prevaleció por más tiempo. Aristóteles lo testimonia cuando describe la actitud de la clase rica de su tiempo respecto del problema de la mujer. Se mantuvo -nos dice- a la esposa legítima para producir ciudadanos de acuerdo con la ley, a la cortesana para el placer y, finalmente, a la concubina para el uso cotidiano. Tal concepción reducía el amor a una posición mínima.
Jesús introduce en las relaciones humanas algo que era prácticamente desconocido antes de él. Sustituye la ley de la jungla: ojo por ojo, diente por diente10, por un nuevo mandamiento: amaos los unos a los otros11.
Esto produjo una revolución en las relaciones entre el hombre y la mujer: se introdujo el amor a la vida social. La "mercancía" de otros tiempos obtuvo derecho de ciudadanía. Cierto: no de manera inmediata ni integral. El principio del amor fue establecido todavía como una elección recíproca. Fue la revelación del romance.
El romance, mediante el cual la sociedad cristiana vivía el principio de la elección recíproca, alcanzó su apogeo en el Medioevo. A pesar de la declinación que ha sufrido desde entonces, y a pesar de la tendencia actual de retorno a la forma regresiva de las relaciones entre los sexos, el romance permanece como el ideal declarado de nuestra sociedad. De esta forma, no resulta apropiado hablar de la muerte del romance. Porque en silencio se prepara una revolución para sustituir el libre enamoramiento de la era cristiana por el romance único, privilegio de la era del Espíritu Santo. Liberado de la servidumbre de la procreación, el romance del mañana está llamado a cimentar la unión indisoluble de dos seres estrechamente polares, unión que asegurará su integración en el seno de lo Absoluto. A propósito de esto, al apóstol San Pablo dice: en el Señor, la mujer no puede ser sin el hombre, ni el hombre sin la mujer12.
La visión de tal romance obsesiona a los más grandes espíritus del milenio. Allí se reencuentra el amor platónico, fundamento del romance único, el de los mitos del Andrógino, de Orfeo y Eurídice, de Pigmalión y Galatea... y la aspiración del corazón humano que, en secreto, clama desde su profunda soledad. Este romance constituye el propósito esencial del trabajo esotérico. De eso se trata el amor que unirá al hombre con ese ser único para él, la Mujer-Hermana13, gloria del hombre, así como él mismo será gloria de Dios14. Iluminados por la luz del Tabor, que hace de los dos algo único, veremos entonces fluir el Amor verdadero, transfigurante, vencedor de la Muerte.
El Amor es el Alfa y Omega de la vida. El resto sólo tiene un significado secundario. El hombre nace con el Alfa. El propósito del presente trabajo es indicar el camino que conduce hacia el Omega.»
Estos significados y otros deben salir a la luz. La Tradición esotérica, como un río subterráneo, contiene esta sabiduría a través de los siglos, mientras en la superficie impera la anarquía del hombre. Es tiempo -añade Mouravieff- de que esta sabiduría antigua abandone las celdas de los monjes y sea enseñada en la universidad, con la finalidad de que la nueva elite pueda formarse lo más rápido posible, para realizar la segunda alternativa de la profecía de San Pedro: «Esperamos, según su promesa, los cielos nuevos y la tierra nueva, en la cual habitará la verdad»15.


Libros de Boris Mouraieff

Historia política y diplomática

L'histoire de Russie mal connue.
Le Testament de Pierre le Grand, légende et réalité. Neuchâtel, La Baconnière.
Le Problème de l'Autorité super-étatique, Neuchâtel, La Baconnière.
L'Histoire a-t-elle un sens ? «La Revue suisse d'Histoire», t. IV, fasc. 4.
L'Alliance russo-turque au milieu des guerres napoléonniennes, Neuchâtel, La Baconnière (Diplôme des Hautes Etudes Internationales).
Sainte-Sophie de Constantinople, Bruxelles, revue «Synthèses», n. 167.
La Monarchie russe, Paris, Payot.

Obras no publicadas

La Question d'Orient des temps antiques à la fin da XVIIIe siècle.
De l'Origine du peuple russe, les Russes sont-ils des Scythes ?

Filosofía esotérica

Le Problème de l'Homme nouveau, Bruxelles, revue «Synthèses», n. 126-127.
Liberté, Egalité, Fraternité, Bruxelles, revue «Synthèses», n. 129.
Gurdjieff, Ouspensky et les Fragments d'un Enseignement inconnu, Bruxelles, revue «Synthèses», n. 138.
Le Substantiel et l'Essentiel, Bruxelles, revue «Synthèse», n. 144.
Les Croyances slaves préchrétiennes, Bruxelles, revue «Synthèses», n. 161.
Gnôsis, études et commentaires sur la Tradition ésotérique de l'Orthodoxie orientale, T. I (ciclo exoterico), Paris, La Colombe, 1961.
Gnôsis, T. II (ciclo mesoterico), Paris, La Colombe, 1963.
Gnôsis, T. III (ciclo esoterico), Neuchâtel, La Baconnière, 1972.

Obras parcialmente publicadas

L'art de vaincre. Les Stromates. Recueil de notes sur l'enseignement chrétien ésotérique, Centre d'études chrétiennes ésotériques, Genève, 1966 (obra interrumpida por la muerte del autor).

Notas

1- Volúmenes I y II París, La Colombe, 1961 y 1962; volumen III, Neuchâtel, Ed. La Baconnière, 1972.
Los tres volúmenes de Gnosis se subdividieron de acuerdo con un esquema gradual que, si por un lado corresponde a la estructura misma de la enseñanza esotérica, por el otro refleja el sistema adoptado por la instrucción escolástica ordinaria.
El primer libro, Ciclo Exotérico (volumen I de Gnosis) corresponde a la enseñanza elemental y su propósito es proporcionar al discípulo los instrumentos de trabajo.
El segundo libro, Ciclo Mesotérico (volumen II de Gnosis), corresponde a la enseñanza de la escuela media inferior, y tiene por objeto proporcionar al discípulo -que ya ha asimilado a su vez el Ciclo Exotérico- un mínimo de elementos que pueden constituir una base sólida para el desarrollo ulterior de su cultura general esotérica. Con este libro se consigue un diploma de liceo o de madurez que permite acceder a los estudios superiores, estadio que exige una participación activa del estudiante.
El tercer libro, el Ciclo Esotérico propiamente dicho (volumen III de Gnosis), corresponde a los estudios universitarios y, como éstos, es siempre muy especializado. Al igual que la ciencia, el esoterismo comprende diversos sectores, diversas ramificaciones del Conocimiento. vuelve al texto ^
2- Seuil n el texto francés, N. d. T. vuelve al texto ^
3- Introducción a la filosofía esotérica según la tradición de la ortodoxia oriental, Ginebra, 1958-59, página introductoria. vuelve al texto ^
4- Extracto de la revista Synthèses, Bruselas, nov.-dic. 1956, año XI, n. 126-127. vuelve al texto ^
5- II Pedro, III, 10. vuelve al texto ^
6- Edición en lengua rusa, 5 volúmenes en cuarto, publicados bajo la dirección de obispo Teofanio el Eremita del convento de San Pantaleón del Monte Athos. vuelve al texto ^
7- Subrayado en el texto original. vuelve al texto ^
8- Gnosis, vol. I, pág. 14. vuelve al texto ^
9- Juan, III, 3. vuelve al texto ^
10- Éxodo, XXI, 24; Deuteronomio, XIX, 21; Levitico, XXIV, 20. vuelve al texto ^
11- Juan, XIII, 34; ibid., XV, 12; I Juan, III, 11. vuelve al texto ^
12- I Corintios, XI, 11. vuelve al texto ^
15- II Pedro, III, 13. vuelve al texto ^


martes, 20 de mayo de 2014

Glándula Pineal, La Puerta de la Matrix



Glándula Pineal, La Puerta de la Matrix



En nuestra biología existen numerosos órganos y glándulas misteriosas, quizás la más peculiar sea la Glándula Pineal, que segrega una sustancia que nos sincroniza con el universo, La glándula Pineal fue conocida en las más remotas culturas y se dice que es la puerta de salida de la Matrix y acceso al Brahman o Universo Real.

Su constante repetición en la iconografía sumeria, egipcia e incluso en las más alejadas culturas orientales nos indica el valor que ese órgano tiene dentro de la llamada espiritualidad humana, incluso las referencias graficas que aparecen en el misterioso manuscrito Voynich nos llevan a pensar que su importancia es fundamental en el desarrollo de los seres superiores.

En el siguiente video, invitamos a Vicente Fuentes con quien hablaremos de tan interesante epífisis y sus misteriosas funciones.



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lunes, 19 de mayo de 2014

Deja de dirigir mi Vida (Carta dirigida al ego)

Deja de dirigir mi Vida (Carta dirigida al ego)



Querido ego, querido Amigo del Alma:

Te doy las gracias por haber cuidado de mí hasta el presente.  Sé que todo lo has venido haciendo con la mejor intención del mundo; pero debes saber que ya soy mayorcito y no necesito que controles más mi Vida.

Hasta ahora has venido decidiendo si estoy o no preparado para esto o para aquello; pero estás cometiendo un error de magnitud desproporcionada, dado que no has contado conmigo. Actúas de forma despótica y prepotente decidiendo, tú por mí, si me encuentro bien o mal para desarrollar trabajos de determinada enjundia; pero además lo publicas a mis allegados y a mis espaldas.

Ya, ya sé que he pasado por un momento difícil, con la muerte de mi Madre; pero te aseguro que lo he llevado mucho mejor de lo que tú has creído. Te repito, gracias por tus buenas intenciones para conmigo y gracias, asimismo, por los caminos de crecimiento que me has estado mostrando, supuestamente, con la mejor intención; pero ya va siendo hora de que dejes de infravalorarme.

No, no me engañas haciéndome creer que tu Camino, el que me preparas, es el correcto. Debes entender que deberías de pasar, de una vez por todas, a un segundo plano y no engañarme con actitudes pretendidamente democráticas, de centralismo democrático que Yo bien conozco; pero que ya te has ocupado tú de manipular a tu antojo para que tu decisión sea la que yo y los demás tomemos.

Sé que te molesta lo que te estoy mostrando con Amor; pero no me queda otra para que sepas que no me has engañado poniendo un dulce caramelo al alcance de mi boca para luego, como si de una criatura pequeña fuese, retirarlo ladinamente, cualquiera que hayan sido tus magnánimos designios. No me engañas, Querido ego, no te excuses diciéndome que era lo mejor para mí. Tú no eres Nadie ¿Entiendes? ¡Nadie!

Te ruego Querido ego que pares de una vez y no vuelvas a engañarme o tomaré medidas drásticas que no te gustarán nada. Muestras ante mí y ante los demás una falsa apariencia de magnanimidad, de sapiencia manifiesta; pero que esconde, en su sombra, al lobo del egoísmo y de las ansias de poder. Sinceramente, no sé hasta donde quieres trepar; pero andas muy equivocado.

Sabes, debes de ser consciente, que en cualquier instante puedo abandonar tu camino prefijado para mí con el fin de mejorar tus propios intereses. El Fin aún no está escrito y te aseguro que el final de esta Historia no la conoces tú; pero Yo sí; luego te pido, te solicito, te ruego, te ordeno que te mantengas al margen y deja que prosiga mi camino y no pongas más dulces piedras en mi ya duro caminar.

Un golpecito en la espalda, alguna dulce lisonja y piensas que me tienes en el bote; pero debes saber que te encuentras profundamente equivocado. Pensaste que podías convencer a los demás que yo estaba pasando un mal momento y no me encontraba preparado para esto o para aquello, tu ya sabes; pero esa engañifa que oculta tus más turbios intereses no prosperará durante demasiado tiempo y al final todo el mundo sabrá de qué vas, Querido ego.

Espero, de corazón, que hayas entendido el mensaje y que juntos deberíamos de ir unidos hacia nuestro común destino. Te agradezco, de corazón, que hayas tomado las riendas de mi vida hasta el día de hoy; pero sabes que tu Futuro acaba aquí. A partir de este mismo instante soy Yo quien tomaré las riendas, para bien o para mal, del Auto cuyo piloto automático eres tú. Desperté de mi profundo sueño y ahora tomo los mandos, te guste o no. "Tú no tienes futuro", pues nuestro único Futuro es el mío propio" Recuerda ego que me estás leyendo: Sé cual es tu egóico Juego" Yo no tengo ansias de Poder y en cualquier instante podría dejarte tirado en la más inhóspita cuneta. Mi Camino no es por mi bien individual sino por el colectivo de toda la Humanidad.

Aralba


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viernes, 16 de mayo de 2014

Gnosis y Filosofía (Gilgamesh/Aralba)





Gnosis y Filosofía (Gilgamesh/Aralba)


Gilgamesh es un gran Amigo y Hermano del Facebook, como Llama Roja y a él también le prometimos que le informaríamos acerca de la Mesa Redonda que dio Antonio Piñero, recientemente, en el Ateneo de Madrid. En contestación a Llama Roja realicé dos artículos precedentes a éste y como consecuencia de su lectura, mi Querido Gilgamesh me realiza las siguientes cuestiones:

Gilgamesh.- Hola mi querido amigo...

Te comento que he leído el artículo que escribiste y que has compartido en mi muro muy gentilmente...

Me apasiona el tema, lo sabes... y me alegra mucho que hayas tenido buenas conclusiones luego de tu encuentro con el señor Piñero

Aralba.- Si, querido Gilgamesh, fue una Mesa Redonda bastante fructífera, aunque debo indicarte que el representante de la rama filosófica no parecía querer ni hablar de metafísica y al Teólogo, si te soy sincero, no le entendí una mierda.

G.- Tengo algunas preguntas para formularte, ya que eres muy buen conocedor de este tema, y además, eres también estudioso de la tradición hermética occidental y de la rosacruz de Steiner y Heindel.

A.- Adelante Gilgamesh; pero conociendo tu Nivel Intelectual me da hasta un poco de reparo, no vaya a ser que no me encuentre a la altura de tus expectativas. Dispara.

G.- Primero de  todo te pregunto sobre la Gnosis como tal:

¿Por qué algunos dicen que el Demiurgo es maligno?  Para los gnósticos antiguos ¿era realmente maligno? sabemos que el proceso de encarnación en la materia que sufre el espíritu es justamente para adquirir verdadera autoconciencia a través de la forma, por ende, ¿por qué sería maligno el Demiurgo si brindó la posibilidad de iniciar el proceso de autoconciencia del Cosmos mismo?

A.- Bien, entro de lleno en tu Pregunta: El Demiurgo visto desde el punto de vista donde nació, es decir el Platonismo, no es un Ser ni maligno ni benigno, tan solo se trataría de un Medio necesario para explicar la existencia de un mundo material imperfecto reflejo del verdadero arquetípico de las ideas. Los Gnósticos cristianos vieron en el Demiurgo al Jehovah de las escrituras sagradas y dada su virulencia histórica, determinaron que como el Verdadero Creador, según ellos debía de ser bondad infinita, el Demiurgo debía de ser maligno, satánico; pero quisiera recordarte que sectas gnósticas hubo decenas si no centenas y que no todas tenían exactamente la misma concepción. En realidad, el apelativo de malo o maligno sería incorrecto, siendo más adecuado el de tonto, estúpido e ignorante.

G.- Pregunta numero 2: mencionas en tu artículo que el espíritu (Demiurgo) se divide cuando se entrega al ser humano, y desde allí se fragmenta en la multiplicidad de los seres humanos... sin embargo también mencionas que dicha esencia del Demiurgo no se encuentra en todos los seres humanos, sólo en algunos. Esto me  causa problemas, ya que estaríamos dejando de lado a todas las otras entidades existentes en el Cosmos por fuera del Espíritu, siendo sólo el hombre el "portador" y no todos los hombres, sólo algunos.  ¿Acaso el espíritu no está inherente en la totalidad de lo real? acaso no es la consciencia dormida que va abriendo sus ojos en la medida que atraviesa todos los estados posibles de evolución de percepción... y finalmente de ¿autoconsciencia en el hombre?

A.- Tienes toda la razón Gilgamesh cuando me indicas que te provoca un tanto de vértigo el considerar que solo una parte de la Especie humana poseyera el Espíritu Divino; pero intentaré explicarlo con pocas y sencillas palabras. Los Rosacruces nos dicen que no hay espacio vacío, luego entonces todo lo que existe está constituido de la Esencia del Todo; pero ¿Cuál es la Esencia del Todo? El Éter, El Campo de High, el Océano de Cuerdas, los neutrinos. Todo ello es una misma cosa y es, dependiendo de su vibración y densidad, de lo que estamos constituidos todos los seres que navegamos por el Cosmos Físico. Todo ello no sería otra cosa que la Creación del Demiurgo que con su poder Divino, recuérdalo bien, pues aun no siendo un Eón miembro del Pleroma sí emana de él, exactamente de Sophía, y la Creación que desarrolla, como tú sabrás comprender, no se puede realizar fuera del Pleroma pues fuera no hay nada sino en el Interior de su Eón que no es otra que Sophía. Visto esto y considerando que todo, sea materia o espíritu es imposible que pudiera perderse en un inexistente exterior es comprensible que el Espíritu del Demiurgo fuese insuflado ese simbólico sexto día de la Creación en una determinada Especie Humanoide y que realizado ese trasvase el Demiurgo, el séptimo día se echase a descansar  “Descanse en Paz” Como hemos mencionado en un artículo anterior, existen tres tipos de seres humanos: Los Despiertos, los Dormidos y los sin Espíritu. No todos los seres humanos poseen el Espíritu insuflado del Demiurgo, dado que no todos son Hijos de Adám, el Ser Primigenio en el que el Demiurgo le insuflara su Espíritu; pero sí es cierto que todos, absolutamente todos, formamos parte de la Esencia Divina de la que formara parte el propio Demiurgo, es decir Sophía y como tal todos formaríamos parte del Pleroma.

G.- Y bueno, esto también me da para hablar de  aquellos conceptos de "Gnosis Primordial" adoptados por los fanáticos al Hitlerismo esotérico, que tu bien conoces.  Ellos afirman que la verdadera liberación será la destrucción del Demiurgo mismo, y que hay en el mundo otra "raza" sembrada por lucifer y los seres provenientes de fuera del plan del Demiurgo, que entraron en la tierra para rebelarse contra el plan maligno de  Jehovah. Esos seres serían los "arios puros"  verdaderos hiperbóreos de los cuales los pueblos germánicos serían su directa descendencia, y los que estarían encargados de destruir  al resto de las razas creadas por el demiurgo satánico y por ende, destruir al Demiurgo mismo, que habita en ellas (razas inferiores sin individualidad real)
Todo un lío, ¿verdad?

A.- A este respecto es importante conocer dos o tres cuestiones: Principalmente que la propia Gnosis originaria poseía, en su seno, mucho de superstición heredada de las religiones donde surgía, en este caso concreto del propio Cristianismo. Es cierto que la Gnosis primordial Hiperbórea está cargada de ingente sabiduría gnóstica; pero aliñada con una mística infumable diseñada para demostrarse a sí mismos, determinada gente, que son los verdaderos seres humanos, siendo el resto, como la escoria de la humanidad. Creo que sobre este asunto está dicho todo y no tenemos nada más que hablar. Cierto es que toda la verdad que contiene la Gnosis Hiperbórea atrae a mucha gente ingenua; pero yo les diría que por sus obras los conoceréis. Las Palabras están escritas y todo el mundo puede hacer uso de ellas; pero sus auténticos depositarios demuestran serlo mediante sus actos.

G.- Tercera pregunta: teniendo en cuenta los aportes esotéricos de la Tradición Rosacruz, sabemos que existen los "espíritus virginales" que somos nosotros mismos en nuestro proceso de evolución. El problema está en que según esta Gnosis, el Demiurgo se auto fragmenta en la humanidad, lo cual me parece que no es lo mismo.  Según yo entiendo, los espíritus virginales siempre han existido y son individualidades eternas que reposan en el Padre original, en el reino primero.  Debido a la intervención de jerarquías y seres de otras oleadas de vida superiores, estos espíritus comienzan su peregrinaje hacia la densidad,  para adquirir autoconciencia  y eventual liberación y creación a su vez de otros planes evolutivos cósmicos, a imagen del padre mismo. Mi problema es el siguiente: ¿Si, como dicen los gnósticos, todos se reúnen nuevamente en una unidad fundamental llamada  Adam Kadmon,  dónde queda la verdadera individualidad monádica de los espíritus virginales, siendo estos entelequias en sí mismos?  ¿Aceptar dicha unificación en un sólo ser, Adam,  no implicaría destruir la particularidad de cada mónada espiritual?

A.- Querido Gilgamesh, la verdad es algo siempre simple como la verdadera filosofía; pero el Ser Humano es un Ente extremadamente complicado que lo complica todo y si encuentra algo que no es complicado, ya se busca él mismo los medios para complicarlo. Max Heindel, como Blavasky o Steiner siguen determinada Tradición Teosófica originaria de la India. Evidentemente los gnósticos antiguos seguían la suya propia que podríamos remontar primero a Egipto y Babilonia y como patrón originario a la propia sumeria. Recordemos que la Civilización Hindú más antigua y la sumeria, de la que quedan pocos vestigios, fueron contemporáneas. Realizas una pregunta importante que también traté de contestar con un artículo anterior; pero que resumiré aquí para que no quede tu Pregunta sin contestar. El Pleroma está constituido de infinitos eones y cada Eón podríamos considerar que es como una Célula individual del propio Pleroma. Ahora, intenta imaginar que en nuestro Eón Sophía, se está desarrollando una Obra Teatral muy especial, de carácter cósmico, donde se encontrarían, como personajes, reflejados muchos, no digo que todos, de sus Hermanos del Pleroma; es decir de otros Eones. En ese caso en la Creación realizada por el Demiurgo en el Seno de Sophía existiría un único Arquetipo que sería la Propia Sophía, recuerda que es la Protagonista absoluta de la Phistis Sophía, y el resto de personajes solo serían clones de sus eones hermanos. Ahora intenta imagina a la propia Sophía actuando en las creaciones de algunos de sus hermanos eones. Ellos serían, en cada caso, su propio Arquetipo y el resto incluida Sophía solo serían un simple reflejo, una ilusión. De este modo quedaría explicado todo el conjunto de la Creación dentro del Pleroma y el mantenimiento de las naturales individualidades eónicas como simples sueños en forma de personajes en las creaciones particulares de cada Eón y no sé si con esto queda contestada tu pregunta.

G.- Es problemático incluso si se piensa desde la tradición oriental, en relación con los ciclos de manvantaras y pralayas, ya que  es como si todo estuviera condenado a repetirse una y otra vez... o sea,   luego de la reintegración,   tras una larga "noche cósmica"  todo volvería a surgir, y los espíritus virginales volverían a comenzar otro nuevo ciclo...   ¡Eso siempre me ha aterrado!  Al parecer la Gnosis va más lejos... a una liberación verdadera, pero viene aquí un problema filosófico y es el siguiente:

A.- Espera un instante Gilgamesh. Repito y no me cansaré de hacerlo hasta la saciedad. No debemos dar como caso cerrado lo que viene de la Tradición Ancestral. La Tradición antigua posee mucho de la Verdad primigenia; pero no posee toda la verdad. Más bien diría yo que la Verdad se encuentra escondida como si de perlas se tratasen en un estercolero. La Verdad está escondida en el Seno de mucho mito y fantasía; no obstante y dado que, como planteamos en el presente, no existe una potencialidad en la divinidad sino una actividad permanente no es extraño imaginar que esos periodos de tiempo tan enormes, según nuestro singular punto de vista, no se vayan dando en las diferentes creaciones cíclicas de los diferentes eones, continúa por favor.

G.- El cosmos está en el plano de Ser,   y nosotros pertenecemos al plano del Ser, por que existimos,  el mundo estrictamente material pertenece al plano del no ser, por ende, en cuerpo, estamos en el plano del no ser, pero en espíritu, estamos en el plano del SER, o sea, de los fundamentos existenciales mismos; pero, la gnosis habla de una liberación del SER mismo, ya que habla de la trascendencia del mismo Demiurgo, , o sea, el SER ya que el Demiurgo brinda SER al cosmos. Desde Nietzsche  se habla de la NADA como el verdadero piso del cosmos. O sea, no existe nada más que cosmos,  no hay metafísica, no hay nada más allá de la materia, por ende, el fondo de todo es la NADA..., ahora,  si la Gnosis pretende SALIR del SER, que representaría aquí la existencia cósmica, lo que ES, es su existencia, y las cosas existen porque tienen un fundamento ontológico, por ende participan del SER...   Regreso al punto, si la gnosis pretende Salir del SER, ¿quiere decir diluirse en la NADA?

Nadaizarse...  ¿aniquilar el SER mismo y salir de la esfera de toda posibilidad existencial?  A eso se refiere, porque ¿cómo podemos salir del SER?  No hay NADA fuera del SER.... ¡la NADA no puede siquiera pensarse!  Ni intuirse, NADA es la total aniquilación de toda posibilidad existencial...   ¿busca la gnosis la liberación  en la NADA?

¿Podemos realmente dejar de SER, dejar de participar de la existencia, y difuminarnos en la total auto aniquilación absoluta?

A.- Ya sé que me dirás que me paso toda la estructura filosófica moderna por la entrepierna; pero no me importa en absoluto. La Nada es una imposibilidad así como el propio Ser tal y como se entiende como divinidad primigenia y origen de todo y ello es así desde el mismo instante en que consideramos que o hubo jamás un principio y que jamás habrá un final como tal. Todo es algo que se encuentra preexistente en una permanente transformación Cíclica, donde solo el Pleroma es real y que estaría constituido por una infinidad de habitantes, los eones. Luego olvidémonos de la Nada y olvidémonos de un Dios Primigenio y centrémonos en una Inteligencia multiversal que sería el Pleroma que, al mismo tiempo, estaría constituida por células perfectamente individualizadas conocidas como los eones. Aunque me es imposible contestar la retahíla de cuestiones filosóficas que planteas por no estar contempladas dentro de la Gnosis, sí que podemos indicar que el Demiurgo jamás se recompondrá. El demiurgo, su Espíritu fue entrega al Adam, el Hombre original y solo ese Adám primero o Adam Kadamón será el que se recompondrá despertando a su Eón Sophía y permitiendo que el ciclo de interpretaciones interrumpido por una anomalía similar a la de un surco de disco rayado que se repite, se rompa y así todas las consciencias de los eones, actualmente dormidas, puedan volver a su vibración cíclica original.

G.- Fuera del SER no hay NADA,  en no SER incluso participa del SER el cual es su fundamento, pero la NADA es el abismo total, ¡el vacío absoluto! ¿Eso buscaría la gnosis al pretender salir del plan del demiurgo?

A.- Como hemos visto, Gilgamesh, es justo todo lo contrario pues ni el vació ni la nada jamás existieron aunque algunos filósofos modernos intenten convencernos de justo lo contrario. Los rosacruces siempre nos han dicho que el vacío no existe. Ahora bien, si un filósofo me pone delante de mis narices la Nada y el vacío ¿Cómo podría rebatírselo? Sería como intentar explicar la existencia o inexistencia de Dios. Algo absolutamente imposible de demostrar empíricamente. La Gnosis busca la reintegración; el descubrimiento de la anomalía su corrección y vuelta al camino cíclico original. Sería de algún modo como el soldado que ha perdido el paso dentro de un desfile y que tiene que retornar al paso para no provocar una especie de disonancia en el desfile. No sé si lo dejo lo suficientemente claro.

G.- Espero que me entiendas amigo... esto es muy serio para mí... ya que no puedo concebir nada fuera del SER y si el SER es existencia, y la existencia ha sido emanada a nivel cósmico por el Demiurgo, entonces nada podría escapar del SER.  Claro, yo entiendo que hay algo más allá del Demiurgo: están los Eones y el Pleroma mismo, pero esa es la cuna misma del SER, del cual, el Demiurgo ha reflejado las formas arquetípicas para emanar el Cosmos...  o sea, al fin de cuentas todo ES.  ¿Cómo escapar?

A.- Si entendemos el conjunto del Pleroma como una Súper Entidad, ya tenemos al Ser de la Filosofía. Diríamos que el Pleroma, su substancia es puramente mental, luego Inteligencia. Algunos se emperran en denominarla Dios, Ser Primigenio y etc., etc.; pero si nos situamos a determinado nivel todo eso ya no importa. Que cada cual denomine al Ser como le venga en gana. Lo que no existe más que en la imaginación delirante de algunos es la Nada, el Vacío. Olvidémonos del Demiurgo. El Demiurgo solo fue un medio sin más, un tentáculo de la propia Sophía mediante el que se crea lo que podría denominarse como escenario teatral de magnitudes cósmicas y en el que la única entidad verdadera sería el Eón Sophía y el resto solo seríamos un puro reflejo de sus hermanos los eones; lo que por otro lado no deja de ser más que eso, nuestro Mundo.

G.- Uff   no te atoro con más preguntas por ahora mi querido amigo...   bueno sólo  una más jejeje  que no puedo dejar escapar...

Si vemos la Tradición Rosacruz, nos habla de unas jerarquías superiores que contribuyeron al desarrollo de nuestra oleada de vida y de nuestro plano  terrestre actual... esas jerarquías Heindel las llama : Señores de la llama y varias más... en total serían 12, hasta donde tengo entendido,  Heindel dice que esos seres pertenecen a otras oleadas de vida muy anteriores a la nuestra, y que por Amor decidieron intervenir en nuestra evolución y contribuir con la concreción de nuestras formas y nuestros vehículos.   Al leer tu artículo me pregunté mucho si esos seres en realidad serían lo que la gnosis llama "Arcontes"  ya que me pareció bastante similar el papel que cumplieron los unos y los otros en la formación del cosmos actual.   ¿Qué opinas al respecto?  De antemano, muchas gracias por tus respuestas...

A.- Esta pregunta, querido Gilgamesh es esencia desde todo punto de vista. Efectivamente, esas Jerarquías no son otra cosa que los ángeles, en sus diversas jerarquías, los legisladores, en suma, los arcontes y cuyo Jefe Supremo no es otro que el Demiurgo; pero ¿Recordamos donde se encuentra el Demiurgo?  De algún modo podríamos decir que se encuentra muerta pues su esencia espiritual mora en la Especie Humana. Es Decir, al maquinaria de Inteligencia Artificial, que son los Arcontes están desarrollando un Trabajo automático; pero ya no tienen a su Jefe para que les diga cuando tienen que parar y retornar al principio para comenzar otro ciclo. Ello si se encuentran atorados y a eso es a lo que nos referimos cuando decimos que este Mundo es una infernal anomalía, como una rueda que gira y gira sin parar y a la que deberíamos de frenar para reconducir a su cometido original. Solo reconstituyendo al Adam Kadmón original que posee la esencia espiritual del Demiurgo se podrá solucionar el Problema. Recordemos para finalizar que los arcontes no son seres espirituales propiamente dichos, sino una maquinaria de Inteligencia Artificial, creada por el Demiurgo para mantener estable el escenario del Cosmos, el Mundo. Ellos no son ni buenos ni malos. Si nos oponemos a su paso, ellos nos atropellarán irremediablemente y los consideraremos como demonios, si por el azar o por conocimiento de las leyes naturales nos ponemos a su favor y somos beneficiados los consideraremos como ángeles benéficos; pero nada más.

G.- Con Cariño, tu amigo... Gilgamesh.

A.- Recibe mis más sinceras bendiciones y gracias a ti Gilgamesh por darme la oportunidad de compartir.


Jueves 04 de mayo de 2014, 5:29


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